Ningún siglo se parece tanto al nuestro como el siglo XVII, el tiempo del Barroco.
Vivimos en una nueva edad barroca: otro periodo de luces y sombras, ingenio y mentiras, ilusionismo y ansiedad. Como entonces, el mundo es un gran teatro, y el individuo, un ser solitario enfrentado a la incertidumbre.
La soledad como elección y destino.
Este libro se centra, en primer lugar, en la moral de la España del llamado Siglo de Oro, y en segundo en la de nuestra época en general, en muchos aspectos coincidente con la de aquella: individualismo y postureo; falta de imaginación social y sumisión al orden establecido; entrega a la realidad virtual y preeminencia del miedo.
Y, a la vista está, otro tiempo de ortodoxias imperiales, desigualdad social y pesimismo colectivo. Después de las crisis con las que se ha abierto el siglo XXI, nada es lo que se pensaba. Mientras tanto, la vida transcurre como en un tiempo detenido: sin esperanza de futuro ni nostalgia del pasado. Decidiendo solos, en la incertidumbre.
Montaña viaja en el tiempo, a través de varias historias universales y alguna aventura inédita del autor, para explicar la misteriosa relación del ser humano con las cimas, y sobre todo consigo mismo y con los demás: de los pioneros en el Mont Blanc a la vanguardia del estilo alpino en el Himalaya; de la curiosidad científica de Saussure a la búsqueda de la perfección ética y estética de Steve House… Existen tantas motivaciones y justificaciones para lanzarse a subir montañas como personas hay en el mundo.
En estas páginas, Diego S. Garrocho no arma una defensa de la prudencia ni de las buenas maneras en política, sino la constatación de cómo en un contexto atravesado por irracionales identitarismos y juegos de posición, la moderación es, sobre todo, un acto de valentía.
Mitologías es uno de los textos más populares de Roland Barthes donde el autor analiza los mitos que alimentan nuestra vida cotidiana como el automóvil, la publicidad, el deporte. Aislados de la actualidad en la que emergen, aparecen como lo que son: la ideología de la cultura de masas moderna. En esta obra, la mirada de Roland Barthes y su análisis sobre nuestros mitos modernos desnudan la espesa capa de significaciones que envuelve todos los fenómenos y objetos de nuestra vida diaria y que muestra cómo la idea de realidad no deja de ser absolutamente histórica. Aguda revisión de los lugares comunes de la sociedad de masas y primer desmontaje semiológico de su lenguaje, esta obra inauguró una práctica intelectual. Barthes articula con armonía el conocimiento erudito y la elegancia de la escritura en un texto que escapa a la forma académica y asume un carácter profundamente político. Por su claridad estilística y la potencia de sus análisis constituye una excelente introducción a la semiótica.
Los trabajos de Rudolf Otto fueron pioneros en la formación de la fenomenología de la religión y el desarrollo del estudio comparado de las religiones. Buena muestra de ello es la presente obra que, mediante una comparación de los grandes tipos fundamentales de la mística oriental y occidental, se adentra en la esencia de e se fenómeno espiritual denominado mística. Gracias a la iluminación recíproca de los rasgos particulares de ambas formas de mística, dicha esencia se pone de manifiesto de manera progresiva. Desde los tiempos primitivos de la especulación mística en la antigua India hasta el idealismo moderno de J. G. Fichte, se descubre una concordancia en los motivos primordiales de la experiencia psíquica de la humanidad que apunta a una afinidad interna del espíritu humano y autoriza a hablar de una esencia unitaria de la mística.Sobre este fundamento surge la segunda tarea que se proponen estos estudios: captar esa esencia unitaria en la multiplicidad de sus diferentes formas típicas posibles, eliminando con ello el prejuicio según el cual existiría «una única mística, siempre idéntica». Solo entonces cabe entender en su peculiaridad a personalidades tan significativas como el alemán Maestro Eckhart, el indioŚankara, el griego Plotino o los místicos de las escuelas del budismo mahayana, evitando que sus aportaciones desaparezcan en la noche común de la «mística en general».
El dadaísta Francis Picabia decía que «tenemos la cabeza redonda para que nuestros pensamientos puedan cambiar de orientación». En efecto, a lo largo de los años, modificamos nuestra opinión sobre muchas cosas: gustos estéticos –la música que escuchamos, la ropa que vestimos–, afiliaciones sociales –el equipo de fútbol o el partido político al que apoyamos– y hasta cuestiones tan trascendentales como la persona a la que amamos o el dios al que veneramos.