Retornar a las raíces permite entender la historia e iluminar los problemas actuales.
En Occidente, Sócrates constituye una de estas raíces. A su escuela de sabiduría era posible asistir desde niño para ejercitarse en la práctica de las virtudes con vistas a vivir en la excelencia. Hoy basta con revisitar los diálogos de Platón para hacerse discípulo de Sócrates y progresar, a través de los variados tipos de verdades, hacia la verdad.
En esta edición bilingüe griego-español se recogen y comentan dos diálogos que versan sobre las poco atendidas virtudes de la templanza (sophrosyne) y la prudencia (phrónesis).
En Hipias menor, Sócrates recuerda que la filosofía ha nacido para distinguir cuidadosamente lo único necesario si el discípulo desea no apartarse del modo auténtico de vivir. Para ello, nada mejor que ejercitar sin descanso la prudencia o sabiduría práctica.
En Cármides se vuelve la mirada a la infancia, a esa etapa prelógica en la que la práctica de la templanza guía con seguridad hacia la propia plenitud y la del grupo social.
Nada, pues, tan importante como aprender hoy a pasar de la templanza a la prudencia si se desea habitar en la justicia, la sabiduría y la verdad.
La felicidad ha derivado en un dilema casi irresoluble y el afán por conseguirla supone un verdadero obstáculo para una vida buena. «La gente que solo busca el provecho material, arriesga su vida a la ligera. ¿No es esto un error de nuestra generación?», se preguntaba Chuang-Tzu nada menos que a mediados del siglo IV a. C. Han pasado más de dos mil años. En la actualidad, el conocimiento científico y el progreso tecnológico han puesto a nuestro alcance infinitas oportunidades, sobreabundante información e innumerables objetos de consumo. Sin embargo, la insatisfacción, el desasosiego, la aceleración y el cansancio acampan por doquier.
Disfrutar del momento, estar plenamente en el presente se ha convertido en una aspiración cuasi heroica. Tan es así que cada vez más aparecen en el «mercado emocional» terapias variopintas y ofertas prodigiosas encaminadas a paliar este malestar. Frente al mandato «sed felices» que proclama nuestra sociedad del exceso, tal vez lo más sensato sea intentar vivir bien y de la forma más dichosa posible.
De la mano de Aristóteles, Séneca, Horacio, Montaigne, Voltaire y también de escritores contemporáneos, Rubén D. Gualtero reflexiona aquí sobre el sentido que le damos a nuestra temporalidad, la relación con nosotros mismos, los demás, la naturaleza, las cosas y hasta Dios, para reformular una ética de la alegría y la mesura que nos ayude a lograr una existencia más plena.
Según afirma su propio autor, este libro esboza algunas de las dificultades más importantes que debe afrontar nuestra civilización, una civilización que no se ha recobrado todavía completamente de la conmoción de su nacimiento, de la transición de la sociedad tribal o «cerrada», con su sometimiento a las fuerzas mágicas, a la «sociedad abierta», que pone en libertad las facultades críticas del hombre.
Nadie mejor que François Dosse para asumir semejante reto: escribir una narrativa, panorámica y sistemática, de la aventura histórica y creativa de los intelectuales franceses en su momento de hegemonía mundial.
El primer volumen –de 1944 a 1968– abarca los años de Sartre y Beauvoir y sus refutaciones, las relaciones contrastadas con el comunismo, la conmoción de 1956, la Guerra de Argelia, los inicios del Tercermundismo, la irrupción del momento gaullista y su impugnación: una época dominada por la prueba de la historia, la influencia del comunismo y la desilusión gradual que le siguió. El segundo volumen –de 1968 a 1989– abarca desde el utopismo de izquierdas, Solzhenitsyn y la lucha contra el totalitarismo, hasta los «nuevos filósofos», el advenimiento de la conciencia ecológica y la desorientación de los años ochenta: una época marcada por la crisis del futuro y que vio afianzarse la hegemonía de las ciencias humanas. Estos son algunos de los hitos de esta saga, que abarca uno de los periodos más efervescentes y creativos de la historia intelectual francesa y global, de Sartre a Lévi-Strauss, de Foucault a Lacan.
El primer volumen –de 1944 a 1968– abarca los años de Sartre y Beauvoir y sus refutaciones, las relaciones contrastadas con el comunismo, la conmoción de 1956, la Guerra de Argelia, los inicios del Tercermundismo, la irrupción del momento gaullista y su impugnación: una época dominada por la prueba de la historia, la influencia del comunismo y la desilusión gradual que le siguió. El segundo volumen –de 1968 a 1989– abarca desde el utopismo de izquierdas, Solzhenitsyn y la lucha contra el totalitarismo, hasta los «nuevos filósofos», el advenimiento de la conciencia ecológica y la desorientación de los años ochenta: una época marcada por la crisis del futuro y que vio afianzarse la hegemonía de las ciencias humanas. Estos son algunos de los hitos de esta saga, que abarca uno de los periodos más efervescentes y creativos de la historia intelectual francesa y global, de Sartre a Lévi-Strauss, de Foucault a Lacan.
Bajo el título de La sabiduría griega, Giorgio Colli recopiló de manera exhaustiva los textos fundamentales de lo que se ha dado en llamar «filosofía presocrática», es decir, los documentos sobre los que se ha desarrollado el pensamiento y la cultura occidentales.
Cada uno de los textos originales griegos se acompaña de una traducción directa del original, de un notable aparato crítico y de un comentario en el que se indica el estado actual de la investigación sobre el documento, se reseñan los loci similes y otros pasajes relacionados con el fragmento, y se incluyen referencias y citas para clarificar el texto, además de diversas indicaciones bibliográficas, importantes bien para la traducción, bien para la interpretación. Finalmente, superando el mero trabajo analítico sobre cada pasaje, se intenta establecer algunas líneas genéricas de interpretación, tanto con respecto a las tradiciones filosóficas o literarias, como en relación con los diferentes contenidos doctrinales.
Este segundo volumen presenta los testimonios directos e indirectos de aquellos pensadores que ya en su tiempo dejaron una impronta individual de su excelencia, mereciendo el apelativo de sabios.