Ver como
Ordenar por
Mostrar por página
Imagen de EL MUNDO ALREVEZ
2,250

EL MUNDO ALREVEZ

Cuando tenía veinticinco años, Benjamin Moser se trasladó a vivir a Holanda por amor. Una nueva vida, un nuevo país, una nueva cultura. Empezó a visitar museos y descubrió la pintura del Siglo de Oro holandés: las obras de dos titanes del arte, Rembrandt y Vermeer, pero también las de Hals, Fabritius, Pieter de Hooch, Jan Steen, Metsu, Avercamp, Saenredam, Ruisdael, Paulus Potter, Rachel Ruysch… El autor comenzó a explorar la vida y el legado pictórico de estos artistas del siglo XVII que pintaban retratos, interiores de casas e iglesias, paisajes, escenas bíblicas, bodegones… Y se puso a hacerse preguntas: ¿por qué creamos arte y por qué lo necesitamos? ¿Qué significa tener talento y cómo podemos desarrollar el que se nos haya concedido? ¿Un artista puede conformarse con ser un mero seguidor de otros o tiene que aspirar a ser original? ¿Cuál es el deber del artista para con los demás, la sociedad y él mismo? ¿Qué es la belleza y cómo se relaciona con el gusto? ¿Cómo puede ayudarnos el arte a perfilarnos una imagen de nosotros mismos y cómo puede ayudarnos a perfilarnos una imagen de los demás?
2,250
Imagen de EL MUNDO HORIZONTAL
1,200

EL MUNDO HORIZONTAL

El descubrimiento de América, las pinturas de Jackson Pollock, las consecuencias de la mayor tragedia minera de la historia, el destino de un veterano de la guerra de Vietnam, la deforestación del planeta, las fotografías de August Sander y Diane Arbus, la peripecia de una inmigrante recién llegada a Ellis Island o la supremacía mundial de Estados Unidos hoy son algunos de los hechos y personajes entre los que Bruno Remaury establece una inusitada y pertinente relación en este fascinante viaje en el tiempo y el espacio. Como el sabio cuentacuentos que pone su profunda erudición al servicio de la imaginación para penetrar el alma humana, el autor nos relata, con una lucidez y una sutileza admirables, cómo ha ido cambiando la relación con nuestros semejantes a lo largo de la historia y también nos describe cómo es la relación del hombre con esa compleja y a veces sofocante creación humana que es nuestro mundo. El ser humano contemporáneo ha sustituido su ancestral visión religiosa del tiempo por una perspectiva mitológica del espacio, es decir: nuestra civilización ha construido un mundo horizontal en el que, negando cualquier verticalidad o trascendencia, ya no da cabida a lo secreto, lo sagrado, lo enigmático. En esta original propuesta, en la que Remaury erige el miedo en motor de la Historia, somos testigos de una humanidad que ha pasado del protector espacio de las cavernas de sus antepasados prehistóricos a un espacio infinito regido por una despiadada lógica de exploración y explotación en el que no hay resquicio donde guarecerse de la injusticia, el dolor y la violencia imperantes. Con un portentoso don para establecer asociaciones, un ritmo narrativo extraordinario y una escritura en estado de gracia en la que se da una perfecta comunión entre el arte del relato y la especulación ensayística de índole antropológica, en la estela de Quignard o Michon, Remaury desentraña los hilos invisibles con los que se entretejen los azares de la Historia y la intrahistoria.
1,200
Imagen de EL MUSEO IMAGINARIO DE LAS OBRAS M.
2,250

EL MUSEO IMAGINARIO DE LAS OBRAS M.

¿Qué significa, desde el punto de vista filosófico, musical e histórico, hablar de la música en términos de «obras»? Lydia Goehr propone de forma elegante y persuasiva una respuesta, describiendo cómo el concepto de obra musical cristalizó plenamente en torno a 1800, y posteriormente definió las normas, expectativas y pautas de comportamiento que han llegado a caracterizar la práctica de la música clásica. En el contexto de un relato filosófico más general sobre el auge y la decadencia de los conceptos y los ideales, y de sus funciones normativas, Goehr aborda también los debates entre directores de orquesta, intérpretes de música antigua y músicos de vanguardia. Este libro es una de las principales contribuciones al campo de la filosofía de la música en los últimos cincuenta años. La presente edición revisada incluye un nuevo ensayo introductorio de la autora y un provocador prólogo de Richard Taruskin.
2,250
Imagen de EL NACIMIENTO DE LA CLINICA
1,450

EL NACIMIENTO DE LA CLINICA

¿Qué veía un médico, a mediados del siglo XVIII, cuando observaba la presencia de la enfermedad en el cuerpo del paciente? Sin duda, sus métodos y su discurso aún le debían mucho al mito, a las creencias y a la imaginación. A fines de ese siglo, sin embargo, la medicina experimentó un cambio radical: la fuente de la verdad médica pasa a ser el ojo atento, la percepción cuidadosa que registra manchas, irregularidades, durezas, color, adherencias. Esta vigilancia empírica, que nace con la Ilustración, se convierte en el nuevo principio que rige la relación con el paciente y que se presenta como garantía de exhaustividad y precisión. ‘El nacimiento de la clínica’, publicado en Francia en 1963, es un ensayo revelador acerca de la observación médica y sus métodos durante un breve pero fecundo período en el cual, en la práctica clínica, la mirada se tornó criterio de verdad y racionalidad. Hasta ese momento, el saber médico hablaba un lenguaje sin apoyo perceptivo. “El nuevo espíritu –explica Foucault– no es otra cosa que una reorganización sintáctica de la enfermedad, en la cual los límites de lo visible y de lo invisible siguen un nuevo trazo.” La enfermedad y aun la muerte, antes opacas, se ofrecen ahora ala claridad de la mirada. El libro aborda además dos temas centrales en la conformación de la clínica como ciencia: la reorganización del ámbito hospitalario y la adquisición, por parte del enfermo, de un estatuto propio en la sociedad. Constituye así un valioso esfuerzo por dilucidar no sólo el surgimiento de la medicina como ciencia, sino también el de una nueva experiencia de la enfermedad.
1,450
Imagen de EL NACIMIENTO DE LA TRAGEDIA
1,150

EL NACIMIENTO DE LA TRAGEDIA

«¿Qué significado posee, justo en la mejor época, la más poderosa y más valiente de los griegos, el mito trágico? ¿Y el fenómeno monstruoso de lo dionisiaco?». La primera gran obra de Nietzsche, El nacimiento de la tragedia, empezó siendo la provocación de un filólogo haciendo equilibrios entre ciencia y arte en la cuerda floja del malestar de la cultura, pero hoy ya conforma nuestra sensibilidad contemporánea. Por un lado, a partir de aquí se comprenden las rebeliones contraculturales, la desmitificación del principio de realidad burgués, la rebelión dionisiaca de la vida... Pero el viaje retrospectivo de Nietzsche también implica acceder de algún modo a un observatorio médico en el que la cultura burguesa asiste inerme y autocomplaciente al proceso suicida de la estetización de la política. En cualquier caso, la batalla más importante que se libra en este libro primigenio no es la del bárbaro Dioniso contra el prudente racionalista Sócrates, sino la del Apolo mediador cultural contra el Dioniso desenfrenado (Thanatos), un voraz agujero negro que se aprovecha del agotamiento de nuestra realidad disciplinada. Un ensayo sobre cómo la tragedia griega alcanzó la máxima perfección artística, a través de la oposición entre la terrible verdad y la resplandeciente belleza.
1,150
Imagen de EL OCIO Y LA VIDA INTELECTUAL
1,750

EL OCIO Y LA VIDA INTELECTUAL

El trabajo por el trabajo. Todo tiene que ser rentable, eficaz, productivo, útil. La visión utilitarista del trabajo por el trabajo ha conquistado y dominado casi todo el ámbito de la existencia del hombre occidental. Frente a estas tendencias, Pieper defiende el ocio como uno de los fundamentos de nuestra cultura. El ocio tiene su origen en la fiesta. Y es su carácter festivo lo que hace que el ocio no sea solo carencia de esfuerzo, sino lo contrario al esfuerzo. Y el ocio adquiere su legitimación de la misma fuente que legitima la celebración: del culto.
1,750