«¿Cómo justificar la reflexión filosófica a la luz de esos objetivos de política pública que la filosofía no es capaz por sí misma de satisfacer?»
Una reflexión que elogia la «inutilidad» del quehacer filosófico en un mundo gobernado por la técnica.
En este necesario y perspicaz ensayo, Carlos Peña se hace cargo críticamente del menosprecio del que, de un tiempo a esta parte, es objeto la filosofía. En base a acusaciones de despilfarro e inutilidad, ha sido progresivamente desplazada de los planes educativos en pro de una enseñanza enfocada en lo técnico y lo útil. Es por eso que el autor se pregunta si efectivamente la enseñanza de la filosofía carece hoy de justificación y sentido.
No hay mejor forma de ilustrar la importancia de la filosofía, afirma Peña, que introducir al lector en el tipo de reflexión que esta lleva adelante. Sirviéndose de ilustrativas anécdotas y de algunas de las más importantes ideas del siglo XX —formuladas por Heidegger, Wittgenstein u Ortega—, se explica en este ensayo de qué modo la filosofía se asoma a la estructura de la vida humana para descubrir, finalmente, que ella es una realidad que se interpreta a sí misma.
En otras palabras, si con la filosofía no se puede hacer nada, quizá ella sí pueda hacer algo con nosotros.
La gran autobiografía poética e intelectual de Adonis, que examina en Adoniada sus más de setenta años de creación lírica.
En 1943 nace la república Siria. Ese mismo año, durante la gira de celebración, el presidente, Shukri al-Quwatil, visita una pequeña aldea agrícola. Allí conoce a Alí, un joven de 13 años que le regala un poema escrito para la ocasión. Impresionado por las palabras del chico, el presidente le hace llamar al palacio presidencial, se interesa por su vida y le ofrece su ayuda. «Quiero ir a la escuela», pide Alí. «Considéralo hecho», responde el presidente.
Así, con esta historia fantástica, es como Alí Ahmad Said Esber, hoy conocido en todo el mundo como Adonis, consigue ir a la escuela; y así es como lo que su padre le había enseñado sobre literatura y escritura se convierten para siempre en su manera de entender la realidad, de cuestionar sus reglas y de plantear otras nuevas. Adoniada es el resultado de toda una vida vivida a través de la literatura y, especialmente, de la poesía. Un libro que ejerce un papel integrador y esclarecedor dentro del conjunto de la obra de Adonis, en el que logra articular y sintetizar algo esencial, con una escritura tan poderosa que es capaz de cambiarnos la mirada, de revitalizar nuestra memoria, de sacudir nuestra vida y acercarnos los unos a los otros.
Durante su infancia, las tres hermanas Brontë, junto con el hermano, Branwell, crearon un mundo de ficción formado por tres países imaginarios: Angria, Gondal y Glass Town. Es a partir de Glass Town que Carson desarrolla la primera parte de este libro cumbre, titulada «Ensayo de cristal», siendo las siguientes: «La caída de Roma», «El libro de Isaías» y «El género del sonido».
De principio a fin, Carson despliega su perspicacia y lucidez crítica. Utiliza su vasta cultura para dialogar con autores de la antigüedad como Aristóteles y así exponer su punto de vista desde un saber y no desde cualquier moda, rabia, ira o indefensión.
Ya en la adolescencia, Carson tuvo conciencia de lo que significa ser mujer, una mujer que se vale de su intelecto para pensar el mundo, y ante todo el mundo femenino por el que aboga respaldada por la mitología clásica, la filosofía y, sobre todo, por una vida inmersa en la lectura. Anne Carson se ha forjado un pensamiento propio que ahora nos ofrece tamizado por su ironía, su transparencia y su ingenio.
Una visión alternativa y totalmente estimulante sobre nuestro pecado mortal favorito: la ociosidad. ¿En qué medida una vida ociosa es una buena vida? El primer libro que desafía a la filosofía moderna en su condena de la ociosidad, revelando por qué el estar ocioso es un estado de libertad verdadera.
Durante milenios, la ociosidad y la pereza se han considerado vicios. Se espera que todos trabajemos para sobrevivir y salir adelante. Dedicar energía a cualquier cosa que no sea el trabajo y la superación personal puede parecer un fracaso moral o un lujo. Pero, ¿y si la ociosidad, en vez de vicio o defecto, fuera una forma eficaz de resistencia? ¿Y si nos permitiera experimentar la libertad en su forma más plena?
Lejos de cuestionar estas ideas convencionales, filósofos modernos como Kant, Hegel, Marx, Schopenhauer y de Beauvoir las sustentan y profundizan. Este libro expone los prejuicios tras estos razonamientos, cuestionando la visión oficial de nuestra cultura: que el incesante ajetreo, el hacerse a uno mismo, la utilidad y la productividad son el núcleo mismo de lo que está bien para los seres humanos.
Recogiendo ideas de la Grecia Antigua y sobre la importancia del juego en pensadores como Schiller y Marcuse, el autor presenta una visión empática de la ociosidad, que nos permite mirar bajo una nueva luz nuestro moderno culto al trabajo y al esfuerzo. Una reflexión estimulante.
El primer volumen –de 1944 a 1968– abarca los años de Sartre y Beauvoir y sus refutaciones, las relaciones contrastadas con el comunismo, la conmoción de 1956, la Guerra de Argelia, los inicios del Tercermundismo, la irrupción del momento gaullista y su impugnación: una época dominada por la prueba de la historia, la influencia del comunismo y la desilusión gradual que le siguió. El segundo volumen –de 1968 a 1989– abarca desde el utopismo de izquierdas, Solzhenitsyn y la lucha contra el totalitarismo, hasta los «nuevos filósofos», el advenimiento de la conciencia ecológica y la desorientación de los años ochenta: una época marcada por la crisis del futuro y que vio afianzarse la hegemonía de las ciencias humanas. Estos son algunos de los hitos de esta saga, que abarca uno de los periodos más efervescentes y creativos de la historia intelectual francesa y global, de Sartre a Lévi-Strauss, de Foucault a Lacan.
Así habló Zaratustra es la obra cumbre de Friedrich Nietzsche, aquella en la que concentra los pilares de su filosofía y despoja al hombre moderno de la ilusión de la existencia de un ser superior que le da sentido al mundo. Ahora, el sentido debe crearlo el hombre por sí mismo. Aquí desarrolla su conocida idea del superhombre, en la que el ser humano no puede dar por concluida su evolución sino que debe seguir creciendo y superarse a sí mismo. Pocos conocen que esta es también una narración amena, con una prosa poética, plagada de metáforas cuyo misterio, en ocasiones, oscurece el mensaje y lo deja intencionadamente abierto. Una gran oportunidad para acercarse hoy a la gran creación literaria del filósofo alemán.