Este libro recoge el ensayo «El futuro del pasado religioso» junto con otros trabajos en los que Charles Taylor profundiza en las tesis más relevantes de su obra «La era secular», lo que permite una aproximación directa y sistemática a su filosofía de la religión. En clara oposición a la teoría clásica de la secularización del mundo occidental, Taylor desarrolla un conjunto de narrativas para dar cuenta de aquellos vectores que, desde un pasado religioso, se prolongan y transforman hasta nuestro presente. Solo rastreando estas características y líneas de acción será posible comprender la pervivencia de la religión y sus formas presentes y futuras. A partir de este desarrollo, Taylor plantea los principales retos a los que se enfrenta la religión en la actualidad: el aparente declive de la creencia en cualquier forma de trascendencia, el auge de los fundamentalismos y su conexión con la violencia categórica, la comprensión de la razón religiosa como modo deficitario de razonamiento, la pérdida de significados y el impulso al reencantamiento, la tensión entre ética, política y religión en la era democrática o el peligro del moralismo que acompaña al humanismo exclusivo. Para estos y otros problemas ofrece Taylor sus propias claves interpretativas en la búsqueda de una mejor comprensión y de posibles soluciones, configurando una ágil filosofía de la religión con clara vocación práctica.
El genio, figura clave para la estética durante el siglo XVIII, permitió pensar la relación del sujeto con la naturaleza, la posibilidad de atribuir al hombre condiciones innatas, el modo en que la genialidad tenía lugar en el ámbito de las ciencias, la postulación de un nuevo modelo ideal de humanidad, entre tantos otros temas.
En este libro un grupo internacional de investigadores de la filosofía moderna analiza el desarrollo del concepto genio, revisa los principales aspectos de la representación de esta figura por parte de un filósofo en particular o de una corriente de pensamiento. Asimismo, examina el significado del concepto genio para autores de las tradiciones inglesa, francesa, italiana, alemana e hispanoamericana.
Además de analizar el significado y la importancia que tuvo para algunos filósofos ilustrados considerados clásicos, en esta obra se exploran algunas interpretaciones menos visitadas, tales como la emergencia del concepto en la obra de Vico, las referencias en textos de las colonias americanas y algunas apreciaciones sobre el genio por parte de intelectuales mujeres. Junto al despliegue de las doctrinas canonizadas, el lector encontrará explicaciones referidas al uso del término en regiones consideradas periféricas y voces menos escuchadas.
Durante los años noventa Michael Ignatieff recorrió las principales zonas de guerra: Serbia, Croacia y Bosnia; Ruanda, Burundi y Angola; y Afganistán. El honor del guerrero es una brillante reflexión, que resuena hasta nuestros días, sobre lo que presenció en lugares donde la guerra étnica se había convertido en un modo de vida.
En una serie de retratos impactantes (y demasiado extrapolables a la actualidad), el premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2024 describe el surgimiento de los nuevos intervencionistas morales —los cooperantes, reporteros, pacificadores, delegados de la Cruz Roja y diplomáticos—, quienes creen que la miseria de otras personas, por lejos que estén, nos concierne a todos. Nos enfrenta a los nuevos guerreros étnicos —los señores de la guerra, los guerrilleros y los paramilitares—, que han incrementado el carácter salvaje y violento de la guerra posmoderna de una forma sin precedentes. Del encuentro de estos dos grupos, extrae conclusiones sorprendentes y alarmantes acerca de la ambigua ética del compromiso, las limitaciones de la justicia moral en un mundo en guerra y el inevitable enfrentamiento entre los que defienden las lealtades tribales y nacionales y los que hablan el lenguaje universal de los derechos humanos.
Una monumental obra sobre nuestro cosntante diálogo con el temor y la amenaza. Esta excepcional historia del miedo en Occidente desde el siglo XIV hasta el XVIII demuestra que no solo los individuos, sino tambien las colectuvidades e incluso la civilizaciones pueden estar atrapadas en un permanente diálogo con el miedo. El autor traza el retrato de una sociedad traumatizada por la peste, las guerras, las disputas religiosas y la inseguridad, y analiza la isntrumentalización del terror, sobre todo por parte de la Iglesia. Al desvelar las pesadillas de nuestro pasado, mustra las raíces de la necesidad de seguridad que caracteriza a la sociedad contemporánea.
Como si de un paseo por su laboratorio se tratase, Jalalvand recrea con ingenio la relación entre los grandes temas filosóficos y los descubrimientos científicos. En la conocida 'Metamorfosis' de Kafka, ¿queda algo de Gregorio Samsa en la cucaracha en que este se ha convertido? Si, como señala el autor de este libro, él mismo sería capaz de crear células humanas luminiscentes con tan solo insertar un gen de medusa en su genoma... ¿dónde pondríamos los límites? Si bien las clásicas cuestiones filosóficas sobre la vida, el ser humano y la sociedad adquieren hoy un sentido diferente, todavía existe una profunda brecha entre las ciencias naturales y la filosofía a la hora de explicarlas. Farshid Jalalvand busca equilibrar esta carencia a partir de un ameno relato en donde ideas, experimentos, así como el pensamiento de filósofos clave se combinan con ejemplos de cultura popular para mostrar cómo los avances científicos cambiaron radicalmente las respuestas que los pensadores daban a preguntas que siempre nos acompañarán como especie: ¿qué somos?, ¿cómo hemos llegado aquí?, ¿cómo evolucionamos? «En el origen todo fue filosofía y, como reivindica este maravilloso libro, nunca ha dejado de serlo. Hacer uso de la moderna biología para responder a las eternas preguntas de la filosofía responde al sueño de Descartes: una ciencia universal en la que todos los conocimientos estén integrados.» Eduardo Infante, filósofo
Cuando tenía veinticinco años, Benjamin Moser se trasladó a vivir a Holanda por amor. Una nueva vida, un nuevo país, una nueva cultura. Empezó a visitar museos y descubrió la pintura del Siglo de Oro holandés: las obras de dos titanes del arte, Rembrandt y Vermeer, pero también las de Hals, Fabritius, Pieter de Hooch, Jan Steen, Metsu, Avercamp, Saenredam, Ruisdael, Paulus Potter, Rachel Ruysch…
El autor comenzó a explorar la vida y el legado pictórico de estos artistas del siglo XVII que pintaban retratos, interiores de casas e iglesias, paisajes, escenas bíblicas, bodegones… Y se puso a hacerse preguntas: ¿por qué creamos arte y por qué lo necesitamos? ¿Qué significa tener talento y cómo podemos desarrollar el que se nos haya concedido? ¿Un artista puede conformarse con ser un mero seguidor de otros o tiene que aspirar a ser original? ¿Cuál es el deber del artista para con los demás, la sociedad y él mismo? ¿Qué es la belleza y cómo se relaciona con el gusto? ¿Cómo puede ayudarnos el arte a perfilarnos una imagen de nosotros mismos y cómo puede ayudarnos a perfilarnos una imagen de los demás?