Un estudio apasionante del más célebre de todos los poemas épicos, de la mano de uno de los principales clasicistas de nuestros tiempos
La Ilíada de Homero, el famoso poema épico ambientado en las orillas de una Troya asediada, explora la divina cólera del héroe Aquiles y cómo esta causó infinitos daños a griegos y troyanos. A pesar de haber sido compuesto hace más de 2600 años, las historias sobre pérdida y duelo, amor y venganza, bajo una vigilancia ineludible por parte del caprichoso panteón griego, siguen siendo un tema fascinante que ha trascendido al imaginario común. Sin embargo, grandes interrogantes prevalecen sobre este enigmático poema: ¿dónde, cómo y cuándo se compuso?
Combinando la pericia detallada de un historiador con la sensibilidad poética de un verdadero maestro de épica, Lane Fox aborda estas cuestiones con gran erudición basándose en otros poemas heroicos compuestos en diversas partes del mundo y en las pruebas cada vez más numerosas y convincentes proporcionadas por la arqueología.
En este homenaje soberbiamente escrito tras cincuenta años de lectura e investigación, Lane Fox nos ofrece un magnífico recorrido por la Ilíada, revelando porqué el poema ha perdurado durante siglos y miles de lectores aún acuden a él año tras año.
HISTORIA DE BRITANIA. De Roma a la conquista normanda Los cuatro siglos de conquista y dominio del Imperio romano en Britania dejaron una profunda huella, pero la historia de la isla cuando Roma decidió abandonar la isla, a principios del siglo v, no es menos apasionante. Primero vendrán las oleadas de anglos, jutos y sajones. De las brumas de estos combates entre britanos y sajones nacen muchos nombres que han pasado a la historia –Vortigern, Ambrosio Aureliano, Hengistm, Horsa…– y emerge, incluso, la silueta de un personaje entre la historia y la leyenda: el rey Arturo. Más adelante, a partir de finales del siglo VIII, Britania será testigo de la llegada de los hombres del norte, hoy en día conocidos como «vikingos». Estos invasores se hicieron con el dominio de prácticamente todos los reinos anglosajones; sólo Wessex resistió, a duras penas, gracias a Alfredo el Grande, cuya tarea fue continuada por sus descendientes: Eduardo el Viejo, Æthelflaed, señora de los mercios, y Æthelstan, considerado el primer rey de Inglaterra tras la batalla de Brunanburh en 938.
Historia(s) del siglo XX es una mirada a una época que se mueve en la fina línea que separa la ficción de la no ficción: esos espacios en los que personajes anónimos pudieron ser testigos o formar parte de hechos esenciales de ese siglo pasado. De este modo, con esa óptica, asistimos de una manera comprensible y cercana a lo que sería la cocina de la historia. Y sin obviar una rigurosa documentación a la hora de relatar cada hecho y perfilar a cada personaje histórico para atraer a los lectores con una narración viva, subjetiva y próxima. Cuatro relatos por cada una de las décadas de la centuria, tocando la ciencia, el arte, la literatura, la guerra y la política, en todo el mundo en general y en España en particular.
Ad Absurdum recorre en esta desternillante pero rigurosa obra milenios de historia, del origen de la humanidad hasta la irrupción de la modernidad, para responder a preguntas fundamentales que todo el mundo se ha hecho alguna vez: ¿De dónde venimos? ¿Qué le debemos a los mongoles? ¿Puede un camellero huérfano cambiar la geopolítica mundial?
En este libro encontrarás muchos aspectos del pasado de la humanidad. No solo política o guerra, sino también escritura, trabajo, tecnología, creencias, chapuzas… Todo lo que nos hace humanos, para bien o para mal (más bien mal, porque somos bastante liantes).
La historia humana se construye a golpe de látigo, martillo y bisturí, pero sobre todo mediante ideas, decisiones y acciones. Recordar todas esas cosas que nos han traído hasta aquí nos puede ayudar a vislumbrar hacia dónde queremos ir.
El 3 de diciembre del 63 a.C. se produjo un debate en el senado de Roma para decidir el castigo para los cinco arrestados por su implicación directa en la conjura de Catilina. Gayo Julio César y Marco Porcio Catón defendieron puntos de vista antagónicos: mientras César defendía el derecho de cualquier ciudadano a no ser ejecutado sin un juicio; Catón exigía la inmediata ejecución de los cinco detenidos para evitar males mayores. A pesar de que Catón era un recién llegado al senado y cinco años más joven que César, después de su intervención los senadores rompieron a aplaudir y la moción de Catón quedó aprobada por una mayoría abrumadora. La propuesta de César había sido aplastada. Esta discusión sería el inicio de una rivalidad mortal entre ambos que se alargaría durante diecisiete años.
Durante siglos, muchos han argumentado que la caída de la República Romana tuvo sus raíces en la corrosión institucional.
Nos han contado mal la historia y nos la hemos creído. Este es el punto de partida de un sugerente ensayo divulgativo que tiende puentes entre las dos orillas del Atlántico y que ofrece una visión renovada y certera, alejada de maniqueísmos simplificadores, sobre el fertil encuentro entre culturas que cambió el mundo para siempre.