Una obra imprescindible que, con elegancia y rigor histórico, redefine nuestra visión del mundo, a menudo idealizado, previo a la Primera Guerra Mundial.
La torre del orgullo se ha constituido como la obra histórica de referencia sobre los años previos al estallido de la Primera Guerra Mundial, un periodo que, lejos de la belleza que sugiere su denominación como Época Dorada, o Belle Époque, supuso la eclosión de profundos conflictos y tensiones que se habían ido gestando a lo largo de las décadas anteriores. Y es que ha sido una mirada nostálgica la que ha condicionado nuestra percepción de aquellos tiempos: la vida pacífica y segura no era tan común, y mientras proliferaban las brillantes fiestas del naciente ballet ruso, estallaba el escándalo del caso Dreyfus y crecía el descontento obrero.
Barbara W. Tuchman, doblemente galardonada con el Premio Pulitzer y experta en la Gran Guerra, revela en esta obra la compleja realidad histórica que provocó un conflicto que dividió aquella época de la nuestra, que disolvió cosmovisiones y que hirió irremediablemente al conjunto de la sociedad.
Unas ochocientas fotografías originales acompañadas de una clara información. Hechos nuevos e ideas recientes. Cubre extensamente todos los aspectos de la I Guerra Mundial con textos e ilustraciones.
Novecientas fotografías comentadas. Imágenes de todos los escenarios bélicos. Con un índice pormenorizado y claras explicaciones históricas. Ofrece un examen de las causas y consecuencias de la guerra.
Los sucesos de octubre de 1934 son, sin duda, los que han generado mayor polémica del periodo de la Segunda República española. Más tarde, serían rebasados en notoriedad por la etapa del Frente Popular, en especial la conspiración cívico-militar y su funesto desenlace en forma de golpe de Estado y guerra civil. La estrecha conexión entre una y otra crisis política ha sido, y continúa siéndolo hoy en día, uno de los lugares comunes de la publicística más conservadora, que retrotrae el inicio de la contienda fratricida al múltiple proceso revolucionario de 1934. Uno de los objetivos de la presente obra es señalar, con argumentos en la mano, la radical impostura de tales afirmaciones, que sirvieron para desacreditar al régimen republicano y que aún se emplean para sembrar dudas sobre la sinceridad democrática de ciertas alianzas políticas concertadas por las izquierdas estatales y periféricas, marcadas ambas por el presunto estigma de su pasado revolucionario.
Esta ambiciosa obra construye una historia completa de la revolución de octubre de 1934, desde los antecedes previos a la Segunda República hasta los aledaños de la Guerra Civil. Eduardo Gonzalez Calleja ofrece una mirada enriquecida de todo el proceso revolucionario, analizando las alianzas y las divisiones que impulsaron o sufrieron los diversos actores participantes; el papel de la decepción, la incertidumbre o el temor como marcos cognitivos que influyeron en la toma de decisiones políticas; la respuesta multifacética y a veces discordante del Estado, o la declinación cultural de los conceptos políticos asumidos, defendidos o rechazados por los protagonistas.
El 19 de julio de 1936, Mateo Arbeloa partió a la guerra como voluntario carlista desde Mañeru (Navarra), dejando en casa a su esposa Josefina Muru y a su pequeño hijo Manolín, de solo seis meses.
El requeté y su queridica Josefina intercambiaron, en los meses siguientes, un centenar de cartas en las que, de forma sincera y sobrecogedora, plasmaron la realidad cotidiana del conflicto desde dos perspectivas dispares: la crudeza del frente norte y la experiencia de una retaguardia familiar que trataba de salir adelante. El hilo conductor entre ellas es el amor desbordante de un matrimonio joven, lleno de proyectos e ilusiones, que debe afrontar los trances y los debates internos que emergen ante los horrores de la contienda, las ausencias, los ideales y el sentido del deber. Como telón de fondo permanente, la fe confiada de dos personas sensibles y profundamente creyentes.
Mateo falleció el 27 de abril de 1937 por sus heridas en combate y dejó, con Josefina, quizá el mejor y más completo legado epistolar cruzado de nuestra guerra civil. Esta cuidada edición, anotada e ilustrada con documentos y numerosas fotografías inéditas, nos ofrece una visión íntima y directa de la tragedia que trasciende más allá de lo bélico y nos traslada, a través de su historia, a las olvidadas formas de vivir, pensar, sentir, y también morir, en la España rural de la primera mitad del siglo XX.
Testigo de excepción de los acontecimientos cruciales de finales del siglo xx y principios del xxi, Jon Lee Anderson es el célebre reportero de The New Yorker cuyas crónicas fundamentales reunimos por primera vez, en dos volúmenes, en el sello Debate. Este primer tomo, dedicado a las guerras y los conflictos de Asia, Oriente Medio, África y Latinoamérica, así como al análisis de las esferas de la política y el poder, conforma una ambiciosa introducción tanto a los grandes temas geopolíticos que han marcado las últimas cinco décadas como una completísima muestra de la carrera periodística del autor.
Considerado el heredero natural de Ryszard Kapuciski, los reportajes de Jon Lee Anderson, además de mostrar una brillante dimensión literaria, son un fascinante reflejo del clima sociopolítico de nuestra época, pero también el valioso testimonio de un periodista comprometido con la verdad y dispuesto a participar en la historia.