Tragedias imposibles, como que te caigan siete rayos. Vergüenzas monumentales, como aparecer ante el mundo con un filtro de gatito que no puedes quitar. Metidas de pata épicas, como hacer que la empresa donde trabajas pierda más de 200 millones de dólares. Errores que se convierten en inventos, como la plastilina, el microondas o la penicilina. Desgracias, como la del productor que rechazó a Los Beatles. Lo que todas estas historias tienen en común es que son reales y confirman que, cuando algo sale mal… siempre puede empeorar.
Durante miles de años, los seres humanos ignoraron gran parte de los territorios, paisajes y pobladores del planeta, y en los mapas las regiones desconocidas recibían el nombre de Terra incognita. Todavía en el año 1840, el fondo marino era un completo misterio, treinta años después los científicos seguían defendiendo que el mar cubría los polos y en 1900 nadie había logrado alcanzar aún la estratosfera. Y, sin embargo, todas estas lagunas se convirtieron en el estímulo que nuestros antepasados necesitaban para desentrañar los secretos de la Tierra que los maravillaban y aterrorizaban a partes iguales. En pos del conocimiento cometieron innumerables errores, a veces brillantes, a menudo extraños, pero siempre fascinantes. En este magnífico ensayo, Alan Corbin nos ofrece una reveladora historia de la ignorancia como motor de la curiosidad humana que despierta nuestra sed de conocimiento y transforma nuestra visión del mundo.
«El 11 de marzo de 2004 fue un jueves aciago en Madrid. Acababa de amanecer cuando retumbaron varias explosiones en un tren de cercanías que entraba en el andén de la estación de Atocha. Eran las 7.37 de una mañana casi primaveral. En menos de cinco minutos diez bombas reventaron cuatro trenes procedentes de Alcalá de Henares, con un efecto devastador que se traduciría en 191 muertos y más de 2.000 heridos. "Tengola certeza de que ha sido ETA", fue el veredicto inapelable que el presidente Aznar me transmitió por teléfono a las 13.06».
Se cumplen veinte años del 11-M. Lo que sucedió aquel día, tanto la serie de ataques en los trenes de la red madrileña de Cercanías como la actuación del gobierno en vísperas de las elecciones generales, afectó a la sociedad española de manera brutal. En el eje de esa gestión estaba el intento por parte del Gobierno del Partido Popular de responsabilizar a ETA de los atentados, aun cuando desde muy pronto empezaron a aparecer indicios que apuntaban al terrorismo islamista como autor del ataque. El momento paradigmático de esa voluntad fue la llamada del presidente Aznar a los medios de comunicación para asegurarles que había sido ETA. El periodista de máximo prestigio Jesús Ceberio, entonces director de El País, habló con él por teléfono.
En esta crónica rigurosa y trepidante Ceberio, como testigo directo, narra cómo fueron desarrollándose las investigaciones, discrepando cada vez más de la versión oficial y generando un nivel de tensión social y política que marcó la pauta para los años posteriores y la actualidad. En definitiva, un relato estremecedor que gira en torno a la famosa mentira del presidente Aznar a los medios de comunicación.
Dario Džamonja (1955-2001) creció en las calles de la Sarajevo de los años setenta y frecuentó desde muy joven a buscavidas y bohemios de diverso pelaje. Influenciado por el realismo sucio norteamericano, escribió como nadie sobre la cara oculta de su ciudad. Sus cuentos breves, de corte autobiográfico, le granjearon una gran popularidad entre sus conciudadanos. La Guerra de los Balcanes, sin embargo, truncó su carrera literaria y lo obligó a emigrar a los Estados Unidos. Allí, lejos de su amada Sarajevo, sobrevivió como buenamente pudo y narró con crudeza y humor negro la alienación que sentía. La colección de relatos Cartas desde el manicomio (2001), primera traducción a una lengua extranjera de un libro de Džamonja, es una crónica semificcional del periplo del autor entre Sarajevo y los Estados Unidos, que abarca desde el inicio de la guerra hasta su regreso en 1998.
Una perspectiva panorámica del conflicto que nos ofrece una manera totalmente nueva de entender la segunda guerra mundial.
La historia se basa en fechas, en una cronología, y la segunda guerra mundial no es una excepción a la regla. Para relatarlo de una forma original, lúdica y estética, ¿qué mejor que la infografía? Esta es la apuesta de esta cronografía de más de 600 fechas que se despliegan a lo largo de más de 3 metros. El período 1935-1948 se escenifica así para ofrecer al lector información en bruto -una fecha, un hecho- pero también para dar, a través del poder de la infografía, un significado adicional a la multitud de eventos que componen este cataclismo global.
La madrugada del 24 de marzo de 1976, María Estela Martínez de Perón, Isabel, dejó de ser presidenta de la Argentina, casi dos años después de la muerte de Juan Domingo Perón. El helicóptero que la sacó de la Casa Rosada no fue a la Quinta de Olivos. ¿Quién la acompañaba? ¿Fue víctima de una trampa de su propio entorno? ¿Por qué Massera la tuvo estrictamente vigilada? ¿Cómo es la vida hoy de esta mujer, a la que envuelve un silencio que parece más obligado que voluntario? Casi olvidada, o tal vez escondida, es momento de empezar a contar lo que vio, lo que sabe y lo que oculta.