El mar ejerce una atracción de amplio rango para la mayoría de los hombres, imposible de soslayar, quizás imbricada a nivel del ADN mitocondrial. Navegar, como volar, siempre constituye un reto. El peligro acecha con cada minuto que transcurre dada la cuasi indomabilidad de ambos medios. Pero si a esto le añadimos la actividad humana, entonces el panorama se complica extraordinariamente. En el libro que tiene en sus manos aprenderá muchísimo sobre los enemigos de la navegación y del comercio: los piratas. El autor nos ubica en espacio y tiempo: Norteamérica, concretamente Virginia, entre la primera parte del siglo XVI y XVII. Todas las acepciones los califican como ladrones, dedicados en cuerpo y alma a ejercer el despojo y robo como forma de vida. Lo mismo atacaban una ciudad que un barco o convoy, con la esperanza del botín y preservar la vida para disfrutarlo. Un ensayo que motiva el interés por esta parte de la historia norteamericana, donde se combinan de la mejor forma posible el rigor histórico y la narrativa ágil, cercana, directa.
Una lúcida visión del controvertido periodo entre 1808 y 1814 en la historia de España.
Cuando se estudian los complicados años desde 1808 hasta 1814 (Guerra de la Independencia) se comprueba la necesidad de rectificar buena parte del legado de no pocos historiadores del XIX. La idea de convocar Cortes parte de Fernando VII, y constituye la génesis del parlamentarismo español en su defensa ante el poder francés.
El autor trata ahora de ofrecernos una visión de conjunto de ese importante período de la historia de España, ofreciendo un mayor contexto de las Cortes extraordinarias y de las ordinarias que le sucedieron.
Propiciada por la amistad e impulsada por las copas de vino, la charla entre los invitados trata del amor y la amistad y otros temas en el marco del banquete helénico. El nombre de simposio se aplica precisamente al animado intercambio de discursos e ideas entre los bebedores, filósofos y poetas y, más tarde, entre eruditos parlanchines. Este libro, tras una breve introducción a los rasgos del banquete más clásico, pasa revista y comenta los cinco Simposios conservados en la literatura griega, desde el inolvidable diálogo de Platón al inagotable chismorreo de Ateneo, pasando por las variadas conversaciones que relatan Jenofonte, Luciano y Plutarco. Y recuerda de paso algunos poemas, algo eróticos y muy clásicos, sobre los gozos y riesgos del banquete.
Karel Holemans fue un pintor flamenco que soñaba con la independencia de Flandes. Espió en España durante la Guerra Civil, en el lado republicano. En la invasión nazi de Bélgica trabajó como espía doble. O tal vez triple. Fue agente de la inteligencia alemana, estuvo casado con una agente de la Resistencia y, en secreto, era Caballero Comendador de los templarios. Se enroló en los servicios secretos alemanes para poder sacar de Bélgica los archivos históricos de la orden del Temple y evitar que cayeran en manos de la Gestapo. Llevó los archivos a Portugal y con ello salvó las vidas de 238 templarios belgas y franceses. Como pintor conoció el éxito y la pobreza, y sus obras cuelgan hoy en varios museos europeos, entre ellos, el Reina Sofía de Madrid.
Fue condenado a muerte en Bélgica y se exilió en España, donde pasó el resto de su vida. Se casó con la pubilla de una rica familia de cavistas de Sant Sadurní d’Anoia. Su suegra nunca aprobó la boda y le persiguió con una falsa acusación de bigamia que casi le cuesta la extradición y la vida. En 1974, estuvo presente como traductor en la ejecución de Heinz Chez en Tarragona, condenado por Franco a morir por garrote vil el mismo día y a la misma hora que Puig Antich en Barcelona. Su hijo Carlos ha dedicado más de diez años a desenterrar y recomponer lo que nunca contó.
Durante los primeros meses de la Guerra Civil, cuando los ánimos estaban más caldeados que nunca entre la juventud revolucionaria, Tomás Martínez Negro, padre de familia y sacristán, fue asesinado a sangre fría a manos de cinco de sus vecinos en Mejorada del Campo. En los documentos pertenecientes a un juicio sumarísimo de las tropas franquistas se atestiguaba la condena de cuatro de sus verdugos, pero el quinto figuraba como huido: era Eladio Pampliega.
En este emotivo testimonio, el periodista Antonio Pampliega emprende un viaje por su propia historia familiar para descubrir la verdad sobre el asesinato de Tomás Martínez Negro. Un relato conmovedor que narra la historia de muchos de los asesinados de la Guerra Civil y que aspira a descubrir la verdad por incómoda que sea.
Los piratas tienen una larga trayectoria en la cultura popular, que abarca desde los cuentos infantiles de la isla del tesoro hasta las innumerables películas sobre los piratas del Caribe. En este libro, Rediker nos ofrece una perspectiva propiamente histórica acerca del capítulo que constituye la principal fuente de inspiración de estas imágenes: las tripulaciones piratas que se forman entre el final de la Guerra de Sucesión española en 1714 y el final de la década de 1720, cuando la mayor parte de los barcos pirata son hundidos o capturados y sus tripulantes exterminados o dispersados.
Lejos, sin embargo, de ofrecer una imagen más sobria y menos excitante, la investigación histórica aporta materiales sorprendentes sobre una experiencia que se muestra netamente popular y rebelde. Villanos de todas las naciones presenta y analiza, de forma rigurosa y amena, las razones de la piratería: la revuelta y el motín contra la disciplina del barco transatlántico, la estricta democracia en el gobierno del barco pirata, el internacionalismo de sus tripulaciones y la exaltación de una «vida alegre y breve», frente a la miseria y la brutal explotación de este primer proletariado marítimo.