El artista holandés Constant Nieuwenhuys (1920-2005), conocido simplemente como Constant, concibió entre 1956 y 1974 una de las utopías más audaces del siglo XX. Su proyecto "New-Babylon" esbozaba el sueño de un hábitat artificial para una humanidad nómada, completamente libre para vivir donde quisiera y como quisiera. En esa sociedad liberada de la necesidad de trabajar gracias a las máquinas, los neobabilonios podrían dedicar todo su tiempo al juego y al desarrollo pleno de su creatividad. Con este nuevo diseño se superarían los problemas derivados de la concepción de las ciudades y de los dos sistemas económicos enfrentados del capitalismo y el "socialismo real". Esta original utopía, que desafiaba todas las convenciones del urbanismo y de la arquitectura de su época, creció en el clima idealista de los años sesenta y tuvo mucho que ver con los intelectuales que inspiraron la revuelta estudiantil de Mayo del 68. Constant plasmó su idea en una extensa obra artística; pero también en un manuscrito que había permanecido inédito hasta ahora y que se publica por primera vez, en castellano, con un estudio introductorio que lo sitúa en las coordenadas de su tiempo. Sin duda, muchas de las ideas que plantea siguen siendo válidas en nuestros días.
La historia de la humanidad es la historia de los tejidos, tan antigua como la propia civilización. Desde que se hiló la primera hebra, la necesidad de obtener tejidos ha servido de impulso para la tecnología, los negocios, la política y la cultura. En El tejido de la civilización, Virginia Postrel ha llevado a cabo una investigación única en su género que sintetiza arqueología, cultura, economía y ciencia para construir una historia sorprendente. El negocio de los textiles financió el Renacimiento italiano y el Imperio mongol nos dio la contabilidad de partida doble y las letras de crédito, e hizo posible la creación de obras tan significativas como el David y el Taj Mahal. Desde los pueblos minoicos, que exportaban a Egipto telas de lana teñidas de un preciado púrpura, hasta los romanos que vestían seda china de un valor exorbitante, el negocio y la producción de textiles puso los cimientos para que el mundo antiguo recorriera los caminos de la cultura y la economía. La búsqueda de tejidos y tintes tal y como sucedía con las especias y el oro llevó a los marineros a atravesar mares extraños y a la forja de una economía global. El tejido también ha sido la fuerza motriz que se esconde tras el desarrollo tecnológico: los orígenes de la química se encuentran en el tinte y en el acabado de las telas. Los albores del código binario y quizá de todas las matemáticas se hallan en la tejeduría. La cría selectiva para la producción de fibras dio paso al nacimiento de la agricultura. La correa de transmisión llegó de la mano de los productores de seda. Igual que la microbiología. Ampliamente documentado y narrado con extraordinaria maestría, El tejido de la civilización cuenta la suntuosa historia del producto más influyente del mundo.
Con un enfoque doble, de historiador y de restaurador, con detalle pero también con la intención de llegar a todos los lectores interesados en el Renacimiento, Antonio Forcellino nos hace revivir el prodigioso proyecto de pintar la Capilla Sixtina, reconstruyendo las voluntades y las intenciones de sus artífices -los papas y los artistas- y la historia material, las técnicas y los estilos que reúne esta extraordinaria obra maestra.
Historia cronológica de la creación de la Capilla Sixtina, uno de los espacios pictóricos más famosos de la historia del arte. Desde su primera impulso, con el papa Sixto IV, para responder a la puesta en cuestión de su liderazgo planteada por Mohammed II, y posteriormente con Julio II, la Capilla Sixtina muestra cómo la política se aprovecha plenamente del potencial comunicativo y propagandístico del arte.
Si la decoración de la parte inferior de la Capilla Sixtina muestra la máxima expresión del dominio de los talleres toscanos durante el siglo XV; desde en 1505, es Miguel Ángel quien señala la evolución hacia la idea de genio creativo moderno, cuando la obra de arte comienza a ser reconocida como producto de puro ingenio.
Con un enfoque doble, de historiador y de restaurador, con detalle pero también con la intención de llegar a todos los lectores interesados en el Renacimiento, Antonio Forcellino nos hace revivir el prodigioso proyecto de pintar la Capilla Sixtina, reconstruyendo las voluntades y las intenciones de sus artífices -los papas y los artistas- y la historia material, las técnicas y los estilos que reúne esta extraordinaria obra maestra.
Un relato ácido, divertido, personal y poco ortodoxo de Arturo Pérez-Reverte sobre la historia de España.
A lo largo de los 91 capítulos más el epílogo de los que consta el libro, Arturo Pérez-Reverte narra los principales acontecimientos ocurridos desde los orígenes de nuestra historia y hasta el final de la Transición con una mirada subjetiva, construida con las dosis exactas de lecturas, experiencia y sentido común. «La misma mirada con que escribo novelas y artículos -dice el autor-; no la elegí yo, sino que es resultadode todas esas cosas: la visión, ácida más a menudo que dulce, de quien, como dice un personaje de una de mis novelas, sabe que ser lúcido en España aparejó siempre mucha amargura, mucha soledad y mucha desesperanza.»
«En nuestros días, después de subir las cuestas del Palatino y atravesar el caos de ruinas de lo que un dpia fue el palacio de los emperadores romanos, se llega a una angosta plataforma que domina el valle del Tíber. Ésta, antiguamente cubierta por tierra que traían las lluvias y por toda clase de desechos, hoy está despejada, y en el suelo aparecen los vestigios de una singular aldea que se levantaba en este lugar hace casi tres mil años. Esta aldea, que quizá comprendiera unas decenas de modestas cabañas hechas con ramas entrelazadas y sostenidas por postes de madera, es todo lo que queda de la Roma más antigua.»
Eso no estaba en mi libro de Historia de Roma es un texto ameno, divulgativo y riguroso que rescata los episodios menos conocidos del mayor imperio de la historia. Una obra que recoge las más fascinantes anécdotas sobre la civilización más poderosa de la Antigüedad. ¿Sabías que una mosca tuvo un funeral digno de un emperador?, ¿que el primer escrache de la historia lo protagonizaron unas mujeres romanas?, ¿que los maridos besaban a sus esposas para saber si habían ingerido alcohol o que unas ocas evitaron una invasión enemiga en la capital de la República?... Todo esto, y mucho más, es lo que nunca nos enseñaron: la Roma más fascinante, extravagante y divertida. «El objetivo primordial del autor se ha cumplido con creces: aproximarse a la historia del mundo romano desde otra perspectiva, desde un método más próximo a Suetonio que a Tácito, utilizando la anécdota (consabida unas veces, menos conocida, otras, pero interesante siempre) como punto de partida». Gonzalo Bravo, Universidad Complutense de Madrid «Un gran libro, un apasionante viaje por la Roma menos conocida. Sin duda, recomiendo su lectura». Yann Le Bohec, historiador y epigrafista
Soldado rojo. Las cosas que llevaban en el macuto los hombres que lucharon la Guerra Civil es una recopilación de textos patrióticos, revolucionarios, motivadores y ejemplarizantes que los dos ejércitos españoles de la Guerra Civil proporcionaban a los combatientes para enardecer su moral. Desde devocionarios católicos a cartillas antifascistas, desde credos militares a decálogos de milicianos, desde himnos marciales a las canciones más populares, todo está recogido en estas obras, que rescatan, ordenan y presentan al lector actual los textos que leyeron los soldados de 1936. Una pequeña joya que nos permite acceder sin intermediarios a la prosa propagandística de nuestra guerra civil.
Las tribus indígenas de Norteamérica se caracterizaron por vivir en armonía con su entorno, pero sus valores, costumbres y creencias chocaron con la ambición del «hombre blanco». La injusticia de su historia se ha transmitido a través de la palabra, como muestran los discursos que recogemos aquí.
En un itinerario que comienza a principios del siglo XIX, oímos a Casaca Roja rechazar la religión impuesta y al famoso jefe Seattle pronunciar el texto que fue para muchos el primer gran altavoz en defensa de la Naturaleza.
Escuchamos al jefe Joseph lamentar la pérdida de su gente y a la joven Ruth Muskrat reivindicar su cultura. Dado el momento actual, en el que se impone un cambio de paradigma, estos textos cargados de sabiduría se convierten en referentes necesarios para cambiar nuestra relación con el entorno.
A lo largo de los 91 capítulos más el epílogo de los que consta el libro, Arturo Pérez-Reverte narra los principales acontecimientos ocurridos desde los orígenes de nuestra historia y hasta el final de la Transición con una mirada subjetiva, construida con las dosis exactas de lecturas, experiencia y sentido común. «La misma mirada con que escribo novelas y artículos -dice el autor-; no la elegí yo, sino que es resultado de todas esas cosas: la visión, ácida más a menudo que dulce, de quien, como dice un personaje de una de mis novelas, sabe que ser lúcido en España aparejó siempre mucha amargura, mucha soledad y mucha desesperanza.»