«Quizás, aunque esto es solo una suposición, la única respuesta válida frente al desamor la ofrece el camino del arte».
El desamor causa sufrimiento, desubicación, incluso ira. Y esto nos ocurre a todos, pero hay una serie de personas, todas ellas artistas (escritores, pintores, escultores, actores, músicos) que encontraron en el dolor que provoca una ruptura la mecha que encendió su creatividad.
En esta edición revisada y ampliada de El amor después del amor, la literatura de Laura Ferrero conversa con las ilustraciones de Marc Pallarès en el retrato de esos personajes privilegiados que supieron convertir la tristeza en genio creador. Desde Sylvia Plath y Ted Hughes, Camille Claudel y Auguste Rodin, o Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti, hasta Taylor Swift y Jake Gyllenhaal, Madonna y Jean-Michel Basquiat, o Amy Winehouse y Blake Fielder-Civil, en todas las historias reales de este libro el arte aparece como elemento clave a la hora de superar la disolución del amor y poder seguir adelante.
El testimonio de los que estuvieron allí: un documento imprescindible para comprender la conquista de México.
Bernal Díaz del Castillo fue uno de los descubridores y conquistadores de la Nueva España, sus provincias y del cabo de Honduras. Ya viejo y retirado escribió esta crónica de las proezas en que, al mando de Hernán Cortés, fue parte y testigo.
«En el asombroso panorama de las crónicas de Indias, la obra de Bernal Díaz del Castillo es reconocida como la más singular en cuanto a espontaneidad, fuerza expresiva y capacidad para atraer por medio de estrategias que se suponen primarias, de un estilo sabrosamente tosco.»
UN DEBATE SOBRE LA CRUELDAD HUMANA A TRAVÉS DE LOS TEXTOS GRIEGOS
La antigua Grecia conoció la violencia en todas sus formas: guerras, matanzas, mitos crueles... Sin embargo, esta amenaza constante siempre se vio contrarrestada por escritores y filósofos helenos, que percibían su carácter inaceptable y alzaron sus voces para condenarla sin paliativos. Junto a estos alegatos contra la violencia, se defendieron otros ideales de humanidad, de justicia, de tolerancia y de solidaridad.
A través de numerosos testimonios antiguos, Jacqueline de Romilly analiza la mentalidad griega en relación con las diferentes formas de violencia y, sobre todo, muestra la indiscutible actualidad de una herencia que nos empuja a combatir contra ella.
Barcelona, 1958. La Policía detiene a la puerta de un hotel a Georges Laurent Rivara, agente de la banca suiza, que lleva años entrando al país sin que hasta entonces haya ocurrido nada. Pero esta vez es distinto. Su caída precipitará el mayor escándalo financiero internacional en lo que va de dictadura y pondrá en jaque a banqueros, empresarios, inversores y políticos en la España varada, y a la vez cambiante, de finales de los años cincuenta. El agente suizo es la historia de esa captura fundamental y de todo lo que vino despues: clientes desconcertados, multas millonarias, policías que se embolsan una buena recompensa, falangistas combativos, jueces desbordados y diplomáticos que no se creen lo que están viendo. Y es tambien la reconstrucción minuciosa, a partir de una docena de archivos suizos y españoles, de la peripecia trágica de Georges Rivara, empleado de la Societe de Banque Suisse, arrojado de pronto al centro de un huracán que le cambiará la vida. Apoyada en elementos genuinos de la novela negra, esta investigación retrata de primera mano los mecanismos de fuga de capitales en la España de mitad del franquismo, donde aún era ilegal poseer cuentas corrientes en el extranjero sin permiso del Estado. Por eso los cientos de ahorradores que se han saltado la ley deben.
Durante la posguerra las presas políticas —condición que nunca se les reconoció oficialmente— fueron algo más que simples cautivas: tuvieron que soportar un asedio humano premeditado que alcanzó una crueldad extrema: el concepto de redención se manifestó con toda su crudeza en los presidios de mujeres. En Irredentas el profesor Ricard Vinyes relata con una profusión de datos hasta ahora inéditos el poco conocido universo de las cárceles femeninas durante la dictadura del general Franco.
Los elocuentes testimonios, en primera persona, de las propias protagonistas, desvelan un colectivo de mujeres que, pese al sufrimiento inflingido por un sistema penitenciario brutal, se esforzaron por conservar lo único que las mantenía vivas: su identidad humana y política.