Desde Noruega hasta la Pampa y desde Canfranc hasta Madagascar recorriendo también la India, la Costa Este de EE UU, Irán y Uzbekistán y muchos otros fascinantes rincones del mundo, Paisajeros es un libro de crónicas escrito con la convicción de que viajar en tren es la mejor manera de conocer un destino a través de sus paisajes y su gente.
Paisajeros es la lectura perfecta para descubrir tanto lugares como personas, para curiosear y para filosofar y para sumergirse, en definitiva, en la experiencia de viajar a través de las páginas de un libro para disfrutar de la mejor literatura de viajes.
Una narración sencilla y natural de los acontecimientos de la Historia de España, buscando una relación entre nuestros orígenes y lo que hoy somos individualmente y como comunidad.
Un trayecto a través de etapas vitales de nuestra historia, persiguiendo siempre una conexión con la actualidad.
Desde los primeros homínidos, pasando por los marineros que descubrieron el Nuevo Mundo, hasta llegar a nuestros días, hemos recibido una herencia intangible que debemos hacer llegar a las futuras generaciones.
Sonia Taravilla es una profesional del sector cultural que desde hace una década gestiona la exitosa cuenta en redes sociales El Sereno de Madrid. A través de sus redes y bajo el seudónimo de “El sereno” da a conocer aspectos históricos, artísticos y sociales de Madrid a través de los siglos, haciendo hincapié en el XIX y XX.
En su primer libro a modo de crónica social homenajea a los habitantes de la Villa y Corte, representados por sus oficios y dando a conocer tanto a personajes ilustres como anónimos, quienes con sus vivencias y experiencia contribuyeron a dar a la ciudad su inigualable personalidad.
Publicada en plena Guerra Civil y no reeditada en España desde la década de 1970, El asedio de Madrid (1938) relata, desde una perspectiva apasionada e inequívocamente republicana, acontecimientos vividos en la capital desde los días anteriores al estallido de la contienda hasta mediados de 1937. A través de la integración de las peripecias de una serie de personajes ficticios en un fresco histórico en el que se reconocen lugares, acontecimientos y personas reales –entre otros, aparecen José Miaja, Cipriano Mera, Dolores Ibárruri «Pasionaria» o Margarita Nelken– se va narrando el devenir colectivo de la ciudad durante los meses en los que se fueron configurando los mitos de la resistencia y del «no pasarán». Sucesos integrados en el imaginario simbólico del Madrid bélico como el impacto de la muerte de Buenaventura Durruti, la presencia de los primeros batallones de brigadistas internacionales, los combates en la Ciudad Universitaria, los bombardeos aéreos o la caótica llegada de refugiados conviven en la novela con la convulsa cotidianeidad de una ciudad que, convertida a la vez en frente y retaguardia, pasó de la euforia, la pasión y la fe en la victoria de los primeros compases de la guerra al hambre, la miseria y el terror provocados por el contacto diario con la muerte y la destrucción.
Ibn Jaldún (1332-1406) “concibió y formuló una filosofía de la historia que posiblemente sea la obra más grande que jamás haya sido creada por una mente en cualquier momento y en cualquier país”. (Arnold Toynbee). Este historiador tunecino descubrió mecanismos sociales que se aplican a todas las civilizaciones. ¿Por qué sus ideas son ignoradas fuera de un pequeño círculo de especialistas? Sin duda porque perturban a muchos gobernantes.
Los imperios nacen cuando se forma una bolsa de prosperidad. Una población que se desarrolla atrae la codicia de los bárbaros que la rodean. Los productores y comerciantes no pueden competir militarmente con guerreros. Por tanto, son invadidos y sometidos. El guerrero adopta los modales más refinados de los conquistados e impone su organización social. Entonces puede confiar en la riqueza adquirida para fortalecerse, expandir sus conquistas y, salvo accidente, terminar creando un imperio.
Los ejércitos deben crecer para ocupar territorios cada vez más extensos mientras la población de la capital se multiplica por la absorción de las "élites" de los pueblos conquistados. El imperio se hace más rico, pero sus costes aumentan aún más rápido. El conjunto se derrumba bajo la presión externa cuando se debe reducir el gasto militar o bajo presión interna si se reduce el gasto social.
Wilfred Thesiger pasó cinco años vagando por los desiertos de Arabia para escribir este libro, «un monumento a un pasado desaparecido, un tributo a un pueblo en tiempos magníficos». Repelido por la suavidad y la rigidez de la vida occidental, se lanzó a explorar el vasto y reseco Territorio Vacío de Arabia, visitando pueblos donde nunca habían visto a un europeo y consideraban un deber matar a los infieles cristianos. Viajando entre los beduinos, experimentó los retos cotidianos del hambre y la sed, las largas marchas bajo el implacable sol, las noches de frío y el constante peligro de muerte si se descubría que era un «infiel». Fue el primer europeo en visitar la mayor parte de la región, y justo antes de abandonarla, había comenzado el proceso que la cambiaría para siempre: el descubrimiento de petróleo. Thesiger reflexiona sobre los cambios y el desarrollo a gran escala que se produjeron después de la Segunda Guerra Mundial y la subsiguiente erosión gradual de las formas de vida tradicionales de los beduinos, que habían existido inalteradas durante miles de años. Su relato tiene un valor incalculable para entender el Oriente Medio moderno.
ESTE LIBRO ES UNA HISTORIA DE LA VIOLENCIA, LA OPRESIÓN Y LA CRUELDAD SOCIALMENTE ACEPTADA CONTRA VÍCTIMAS DESARMADAS QUE NO CONSTITUÍAN UNA AMENAZA DIRECTA PARA EL AGRESOR.
El porqué de la violencia indiscriminada contra víctimas inocentes constituye todavía un enigma. Resulta incuestionable que es parte de la condición humana, aunque no esté presente en nuestra vida cotidiana. Intentamos tranquilizarnos pensando que es algo excepcional, una anomalía estadística. Pero ¿y si estuviéramos equivocados? El problema en realidad radica no en que se hayan dado ocasionalmente estos fenómenos, ni siquiera en el hecho de que hayan sido socialmente aceptables, sino en su ubicuidad en la historia humana.
LA INOLVIDABLE HISTORIA DE UN SOLDADO ADOLESCENTE EN LA GUERRA CIVIL
Una reivindicación de la memoria y el amor de nuestros abuelos, por «una de las 100 ilustradoras más influyentes del mundo» (Taschen).
«La visión de María Herreros es emotiva y contundente. A través de la memoria de su abuelo nos deja un relato sensible, de amor y desesperación, con imágenes potentísimas que se quedan en nuestra memoria y para recordarnos el horror que supuso la guerra».
Paco Roca
Mi abuelo tenía diecinueve años cuando estalló la Guerra Civil. Se encontraba haciendo el servicio militar y le faltaban unas pocas semanas para regresar al pueblo y casarse con su novia, pero en su lugar, tuvo que marchar al frente y luchar con el bando republicano. Yo siempre me había hecho la pregunta de por qué era tan reservado. Hasta que un día encontré una caja: en ella guardaba el diario de su paso por la guerra, donde contaba sus vivencias como miembro de un ejército formado por cientos de adolescentes que tuvieron que enfrentarse a las experiencias más aterradoras. También describía las escenas de compañerismo y la vida de campaña: comer ratones, afeitar a los compañeros, cuidar de las gallinas Libertad y Pasionaria, celebrar bailes al llegar a los pueblos y escribir cartas de amor a Rosa, mi abuela.
De ser el hito fundacional de la democracia española y modelo de cambio político exportable a otras latitudes, la transición ha pasado a ser juzgada por haber originado una democracia defectuosa, una especie de franquismo blanqueado. Ambas visiones antagónicas de la construcción de la democracia española esconden, sin embargo, una elevada funcionalidad política.
En La transición. Historia y relatos, Carme Molinero y Pere Ysàs argumentan que tanto los enfoques descalificadores como las apologías son instrumentalizaciones que subestiman la característica determinante del tránsito de la dictadura franquista a la democracia parlamentaria. Todos estos relatos olvidan, voluntaria o involuntariamente, que se trató de un proceso incierto en el que sus actores fueron definiéndose al hilo de los acontecimientos.