Una vuelta al mundo a través del lenguaje y la nieve
Cada idioma tiene sus propias palabras para los mágicos e hipnóticos copos que caen del cielo. En esta exquisita exploración de la nieve, la escritora y viajera ártica Nancy Campbell, autora de la elogiada La biblioteca de hielo, profundiza en los significados de cincuenta palabras para designar la nieve.
En japonés nos encontramos con yuki-onna, una «mujer de nieve» que recorre a la deriva la tierra escarchada. En islandés tenemos hundslappadrífa, «copos de nieve tan grandes como la pata de un perro». Y en maorí hablan de Huka-rere, «uno de los hijos de la lluvia y el viento».
Desde las cimas de las montañas y los mares helados hasta los parques urbanos y las colinas desérticas, cada uno de estos cristales de nieve lingüísticos ofrece todo un mundo de mitos e historias.
«America, land of opportunity», ¿cuándo se forjó la leyenda? ¿Qué empujó a hombres, mujeres y niños a emigrar por miles a la costa del Pacífico? ¿Le suenan los nombres de Jesse James, Toro Sentado y Buffalo Bill? ¿Cómo prosperaron Luzena Wilson o Belinda Mulrooney? ¿Qué se escondía tras el oro de las minas de Colorado? ¿Cuál era realmente la ley de la frontera? ¿De qué modo defendieron los lakota las Colinas Negras frente a los crow y los invasores blancos? ¿Sabía que aquí nació la barbacoa moderna y que un español fue el primer foráneo en hablar de ella? ¿John Wayne o Clint Eastwood: qué hay de cierto en la imagen que nos ha llegado de los vaqueros? Además de la afición al póquer y los rodeos, ¿qué legó el Oeste a los Estados Unidos?
La historia del lejano Oeste permanece envuelta en las brumas del mito y la ficción, y la naturaleza turbulenta y salvaje de este tiempo de asaltos a trenes, violentos tiroteos, peligrosos arreos de ganado y mortales emboscadas indias no parece alejarse mucho de esa idea literaria. Pero ¿qué fue de verdad aquel mundo aparte más allá del Misisipi? Nada más y nada menos que la tierra donde hundió sus raíces el sueño americano.
Joachim Fest reconstruye en este impresionante ensayo, centrado en los últimos días de Hitler en el búnker, unos acontecimientos que significaron el completo hundimiento de una nación, en términos históricos, políticos y humanos. La caída del Tercer Reich en 1945 supuso la culminación de una catástrofe que acabó con innumerables vidas y convulsionó la historia de la humanidad, con una magnitud jamás alcanzada hasta entonces. Lo que sufrieron y soportaron quienes vivieron aquellos tiempos no fueron sólo los inevitables horrores de la derrota. Hitler se empecinó en que su fin conllevara la destrucción de todo el país, sentenciando: «Podemos hundirnos. Pero nos llevaremos a un mundo con nosotros».
«En nuestros días, después de subir las cuestas del Palatino y atravesar el caos de ruinas de lo que un dpia fue el palacio de los emperadores romanos, se llega a una angosta plataforma que domina el valle del Tíber. Ésta, antiguamente cubierta por tierra que traían las lluvias y por toda clase de desechos, hoy está despejada, y en el suelo aparecen los vestigios de una singular aldea que se levantaba en este lugar hace casi tres mil años. Esta aldea, que quizá comprendiera unas decenas de modestas cabañas hechas con ramas entrelazadas y sostenidas por postes de madera, es todo lo que queda de la Roma más antigua.»
Eugenio o proclamación de la primavera, novela plena de violencia e idealismo, constituye el canto a una juventud considerada heroica y llamada al sacrificio, tanto si esos jóvenes llevaban camisa azul u ondeaban rojas banderas. Para entenderlo con nuestra mentalidad actual, hay que conocer las circunstancias que engendraron el fenómeno y las lecturas que alimentaron a una generación autopredestinada a luchar sin cuartel en los campos de batalla de la piel de toro por considerar que las opciones intermedias, democráticas, habían cumplido indecorosamente su ciclo y debían dejar paso a soluciones extremas, buscando atajos que en la Historia suelen desembocar en precipicios.
Una obra que renace del olvido y se enriquece con unas ilustraciones oníricas que buscan aliviar sus más duros pasajes.
Una oda al océano y a las generaciones de mujeres bosquejadas por sus olas.
El océano ha inspirado, fascinado y aterrorizado a generaciones enteras y Charlotte Runcie vuelve a todas ellas para explicar cómo acabó por enamorarse del mar. ¿Qué es el mar para nosotros? ¿Cuánto de él nos conforma, nos define y nos marca?
Este libro es un paseo por la playa en compañía de Turner, de Shakespeare, de los poetas románticos y los cantantes de taberna. Es una oda a nuestros océanos, a los marineros que se adentraron en sus aguas y a las mujeres que perdieron en ellas a sus seres queridos, a las criaturas que se ocultan en sus fondos y a quienes se acercan a sus playas y costas. Mitos, poemas, leyendas y canciones se alternan en este bello ensayo sobre cómo las olas más indómitas pueden ayudarnos a entender qué significa ser humano.