En 1614, Tokugawa Ieyasu prohibió definitivamente el cristianismo en todo su imperio y ordenó la expulsión de los misioneros y la condena a muerte de miles de cristianos.
¿Cuáles fueron las causas de la persecución a los cristianos en Japón? ¿Llegó el cristianismo a desaparecer? ¿Por qué nunca alcanzó gran relevancia entre las religiones practicadas en Japón? Responder a estas preguntas exige volver la mirada cinco siglos atrás –cuando los primeros cristianos llegaron al archipiélago– e intentar comprender el modo de pensar y vivir de aquellos japoneses.
A finales de 1596, un galeón español procedente de Manila, con rumbo a Acapulco, encalló en las costas de Japón. Los españoles confiaban en que los japoneses les facilitarían continuar su viaje, amparados en las buenas relaciones entre el gobernador de Filipinas y el caudillo militar nipón, Totoyomi Hideyoshi. Sin embargo, Hideyoshi confiscó la carga del galeón y condenó a los misioneros, y a varios cristianos laicos japoneses, a morir crucificados. La condena se ejecutó el 5 de febrero de 1597.
Los veintiséis cristianos condenados, que pasaron a la historia como mártires de Nagasaki, no fueron los primeros ni serían los últimos. Con la llegada al poder de Tokugawa Ieyasu, sucesor de Hideyoshi, se ordenó la prohibición definitiva del cristianismo en el país y la expulsión de todos los misioneros. Los cristianos –sacerdotes, religiosos o laicos; europeos, asiáticos o japoneses–, fueron quemados o decapitados.
UN RELATO DE LO QUE FUE EL JUICIO DE NÚREMBERG, DESDE SU GÉNESIS, AL INICIO DE LA GUERRA, HASTA SUS LEJANAS REPERCUSIONES EN LA CREACIÓN DE LA JUSTICIA INTERNACIONAL.
Alemania, octubre de 1945. Los Aliados, vencedores de la Segunda Guerra Mundial, se preparan para juzgar los crímenes cometidos por el Tercer Reich.
Durante un año, bajo la atenta mirada de la prensa de todo el mundo, una veintena de altos dignatarios del régimen nazi tendrán que responder de sus actos ante los magistrados del Tribunal Militar Internacional.
A partir de las actas del juicio y los testimonios, Annette Wieviorka relata Núremberg, este gran acontecimiento del siglo XX, desde su génesis, al inicio de la guerra, hasta sus lejanas repercusiones en la creación de la justicia internacional.
Ésta es la historia del siglo XX a través de su música, desde la Viena de antes de la Primera Guerra Mundial hasta el París de los años 20; desde la Alemania de Hitler o la Rusia de Stalin al Nueva York de los años 60. Transportando a los lectores por el laberinto del sonido moderno, Alex Ross nos descubre las conexiones entre los acontecimientos más importantes y los compositores más influyentes, hombres que se rebelaron contra el culto al pasado clásico, lucharon contra la indiferencia del gran público y desafiaron a dictadores.
Con sabiduría y amenidad, Rüdiger Safranski traza en esta obra la biografía del Romanticismo -ese excepcional movimiento que eclosionó en el paso del siglo XVIII al XIX- a través del retrato y del análisis de autores como Herder, Fichte, Schelling, Hoffmann o Schiller. A continuación explora la continuidad y pervivencia hasta la actualidad de «lo romántico». Safranski nos descubre que si el movimiento romántico nos sigue fascinando en la actualidad es porque sus autores ya intuyeron las tensiones a las que hoy debemos enfrentarnos: el imperio de la técnica y la nostalgia del retorno a la naturaleza, la desdivinización del mundo y la ironía como consuelo ante el dolor de la existencia.
Examinando retórica, normas políticas, literatura popular y las teorías científicas a lo largo de 400 años, Nancy Isenberg rechaza las suposiciones sobre la sociedad libre de clases de Estados Unidos, donde la libertad y el trabajo duro te garantizan una verdadera movilidad social. Los blancos pobres miserables y sin tierra han existido desde la época del primer asentamiento colonial británico hasta los actuales 'hillbillies'. Marginados como clase, la escoria blanca siempre ha estado en el centro de los principales debates políticos sobre el carácter de la identidad estadounidense. Reconocemos la injusticia racial como una mancha desagradable en la historia de Estados Unidos. Con este libro tendremos que enfrentar la verdad sobre la naturaleza duradera y malévola de la clase también.
Erika Fatland nos conduce en esta obra a las alturas vertiginosas del legendario Himalaya, la vasta cordillera que serpentea a través de cinco países en los que el islam, el budismo y el hinduismo se mezclan con ancestrales creencias chamánicas. Innumerables lenguas y culturas muy distintas entre sí cohabitan en los recónditos valles del llamado techo del mundo.