La historia del mar es la historia de la curiosidad humana, durante siglos hemos explorado sus profundidades, pero seguimos sin descifrar todos sus misterios. Patrik Svensson entrelaza en este libro, mezcla de relato de aventuras, memorias e investigación científica, fascinantes episodios protagonizados por mujeres y hombres que consagraron su vida al mar: desde investigadores como Piccard y Walsh, que en 1960 exploraron por primera vez la fosa de las Marianas –el punto más profundo de la superficie terrestre–, hasta Enrique, el esclavo malayo de Magallanes y seguramente la primera persona que circunnavegó el planeta, o el panadero Robert Dick, que en 1863 encontró un fósil que sería clave en la teoría de la evolución de las especies. Pero la historia del mar es también la historia de su depredación, denunciada hace décadas por la bióloga, escritora y pionera del ecologismo moderno Rachel Carson, otra de las protagonistas de este libro.
Experimente un año extraordinario entre la gente real de la antigua Grecia viendo cómo se preparan para el evento más importante de su calendario.
Estamos en el año 248 a. C y los antiguos griegos esperaban con ansias los 133º Juegos Olímpicos. Celebrados cada cuatro años en honor a Zeus, rey de los dioses Olímpicos, los Juegos son el punto culminante del calendario antiguo y un evento tanto social como deportivo. En Un año en la vida de la antigua Grecia, pasearemos doce meses en compañía de un elenco diverso de personajes, entre ellos una esclava fugitiva, un diplomático, un velocista y una futura novia, asistiremos al drama y la emoción de la construcción olímpica a través de sus ojos y veremos como las ciudades-estado dejaban de lado sus diferencias políticas con la esperanza de ganar una corona olímpica.
Carlos D. Lechuga es un nieto de la revolución cubana. De pequeño soñaba con la muerte de su abuelo, embajador de Cuba en la ONU, interlocutor de John Kennedy en la crisis de los misiles de 1962. La razón era poder ver a Fidel en su entierro. Cuando crecemos vamos viendo nuestra realidad de una manera diferente a cómo nos la han contado. Las imágenes, los gestos, las palabras, las escenas nos despiertan de un cuento. Esta es tu casa, Fidel era una placa que se colocaba en la entrada de las casas de Cuba en 1959. Desde entonces hasta ahora han pasado muchas cosas, incluidos momentos de gran hambruna, como el llamado Período Especial. La familia, los amigos, la comunidad y la propia vida fueron destruidos para mantener un régimen. Carlos D. Lechuga comparte en esta memoria los domingos en casa de uno de los líderes de la Revolución, el miedo en la vida cotidiana de una casa compartida, el descubrimiento del cine y del sexo prohibido, los encuentros con García Márquez y sobre todo el dolor de una familia rota. Esta es tu casa, Fidel es una distopía real y contemporánea. El narrador de "Esta es tu casa, Fidel" es uno de los aciertos de este libro. La ingenuidad de un niño que se siente un auténtico pionero comunista y que tiene que descubrir la realidad del funcionamiento de su país en las comidas de domingo en casa de su abuelo. En ningún momento este narrador quiere alejarse de su país, en ningún momento quiere descubirir que vive una mentira, pero no puede dejar de recordar, una vez ha sido expulsado de su sociedad aquellos detalles que nunca lograba encajar: las pistolas fuera de lugar, las frases de García Marquez, las salidas a pescar en el yate, el trato de los hombres que amaban a Fidel al servicio. Carlos D. Lechuga crea una narración que conmueve por la sinceridad sin ninguna pretensión más que mostrar cómo el ser humano busca la vida por encima de todo, como si naciera para vivir y no para cumplir un papel como pueblo que lo convierte en una especie de zombi.
Escrita a una escala de proporciones homéricas, laHistoria de Heródoto es la primera y mayor obra en prosa que nos ha legado la Antigüedad griega. En ella el viajero de Halicarnaso explora toda una era y un universo con un espíritu indagador y profundamente humanista que cambiará para siempre la forma de concebir y narrar la Historia. Aunque su propósito principal es contar el colosal enfrentamiento entre griegos y persas, que se saldó con la inimaginable victoria del mundo heleno frente al invasor, en la trama de la Historia se entreveran asombrosas noticias y breves relatos que revelan a su autor no solo como historiador, sino como pionero de otras disciplinas, como la etnografía, y sobre todo como un narrador excepcional.
Con la destreza los más grandes creadores, Heródoto nos habla de los entresijos de la Historia, de cómo viven, mueren, aman o traicionan los memorables personajes de este relato fundacional.
Probablemente nunca se han reunido bajo un mismo techo tantos escritores de prestigio internacional como durante los juicios de Núremberg de 1946-1949, cuando se decidió albergar en el Castillo de Faber -perteneciente a la familia detrás de la famosa marca de lápices Faber-Castell- a los autores y periodistas internacionales que venían a informar sobre aquel juicio a las atrocidades de la guerra y el Holocausto. El castillo se convirtió en un lugar de frenética actividad periodística, pero sus huéspedes también convivieron, discutieron, bailaron, se desesperaron y bebieron (algunos hasta el delirium tremens).
Entre aquellos escritores, muchos de ellos aún poco conocidos, estaban Erich Kästner y Erika Mann, John Dos Passos y Martha Gellhorn, Augusto Roa Bastos, Victoria Ocampo y Xiao Qian. Como corresponsales de distintos medios, miraron a la cara a los criminales en el tribunal, fueron testigos del empleo de la más moderna tecnología (como la interpretación simultánea a todos los idiomas) y trataron de encontrar las palabras para narrar lo inenarrable, para hacer conocedor al mundo de aquel horror sin precedentes.
En el microcosmos del castillo Faber tuvieron lugar encuentros de antiguos exiliados con supervivientes del Holocausto, comunistas con representantes de grupos mediáticos occidentales, reporteros de primera línea con extravagantes y reputados reporteros. Dormían en catres y se reunían en el bar, el salón, la sala de juegos y el cine que los aliados habían instalado en aquel albergue global. Juntos se asomaron al abismo de la historia y reflexionaron sobre la culpa, la expiación y la justicia, algo que los cambió y cambió su escritura para siempre.
Para Enrique Krauze, la crítica al poder es un compromiso de larga data que se conecta con la aspiración de que logremos pasar de una presidencia imperial a una institucional. Al final, estas páginas vislumbran la posibilidad de reconstruir la concordia perdida en México, cuyo camino está en la convergencia entre los partidos de oposición y una valiente y activa sociedad civil.