A pesar de ser uno de los personajes que más ha influido en la Historia, hay muchos detalles de la vida de Cristóbal Colón que continúan velados por el misterio. ¿Cuál fue su verdadera patria? ¿En qué pruebas se basan los investigadores que lo hacen gallego, extremeño, catalán o balear? ¿Era Colón judío? Si nació en Génova, ¿cómo se explica que conociese imperfectamente el italiano? ¿Supo de la existencia de América por un náufrago predescubridor al que dio cobijo en su casa? ¿Cuáles fueron sus verdaderas relaciones con Isabel la Católica? ¿Realizó exploraciones secretas a espaldas de la Corona para descubrir yacimientos de perlas y minas de oro? ¿Dónde se encuentra la verdadera tumba de Colón? Este libro examina además los otros misterios que rodean el descubrimiento de América: ¿cuándo y por qué caminos llegaron allí sus primeros pobladores? ¿Conocieron América los fenicios? ¿Extrajeron del Perú los templarios sus fabulosos tesoros? ¿En qué circunstancia llegaron los vikingos al Canadá quinientos años antes del viaje de Colón?
Un libro fascinante en torno a un personaje de excepción: el emperador Haile Selassie de Etiopía, el Rey de Reyes, el León de Judá, el Elegido de Dios, el Muy Altísimo Señor, Su Más Sublime Majestad, descendiente directo de Salomón, que gobernó su país como monarca absoluto durante casi cincuenta años, hasta que en 1974 fue derrocado por un Consejo Revolucionario.
Ryszard Kapuściński viajó a Etiopía, se sumergió en un país azotado por una confusa guerra civil y, cautelosamente, superando desconfianzas y temores, logró entrevistar a los antiguos dignatarios de la corte imperial, así como a los servidores personales del Emperador, en su día dedicados a los más variopintos e insólitos menesteres.
La antigua Roma como nunca antes te la habían contado: lo que creías saber, lo que no sabías y mucho más que ni te imaginas.
Asociamos la antigua Roma con batallas, legionarios, acueductos, gladiadores. Emperadores sabios y emperadores locos. Rómulo y Remo, dioses y diosas, cristianos y leones, pan y circo. Señores con toga y señoras con peinados imposibles. Esclavos. Orgías. El Senado, las termas, alcantarillas, letrinas. Pompeya y Herculano, Marco Antonio y Cleopatra, Julio César. ¿Te suena? Pero, ¿seguro que fue como creías? ¿Y si hay mucho más?
En este libro tiramos del hilo para descubrir un montón de piezas poco conocidas, algunas perdidas, descabaladas o mal colocadas, de ese gran mosaico que fue Roma, sobre el que todos todavía caminamos. Te invitamos a reconstruirlo.
En abril de 1944, Rudolf Vrba se convirtió en uno de los primeros judíos en escapar de Auschwitz. Contra todo pronóstico, tras esquivar por poco las balas alemanas, él y su compañero de fuga escalaron montañas y cruzaron ríos para alcanzar la libertad. Vrba quería advertir a los últimos judíos de Europa del destino que les esperaba al final de la vía férrea. Brillante estudiante de ciencias y matemáticas, memorizó cada uno de los detalles de la maquinaria nazi y lo arriesgó todo para recopilar los primeros datos de la Solución Final. Tras su huida, sacó de contrabando el primer relato completo de cuanto acontecía en los campos de exterminio, un informe detallado que finalmente llegaría a manos de Franklin Roosevelt, Winston Churchill y el papa, y que acabaría salvando miles de vidas. El maestro de la fuga es la historia de un hombre que merece ocupar su lugar en la historia junto a Ana Frank, Oskar Schindler y Primo Levi, protagonistas todos ellos del capítulo más oscuro de nuestro pasado reciente.
Karel Holemans fue un pintor flamenco que soñaba con la independencia de Flandes. Espió en España durante la Guerra Civil, en el lado republicano. En la invasión nazi de Bélgica trabajó como espía doble. O tal vez triple. Fue agente de la inteligencia alemana, estuvo casado con una agente de la Resistencia y, en secreto, era Caballero Comendador de los templarios. Se enroló en los servicios secretos alemanes para poder sacar de Bélgica los archivos históricos de la orden del Temple y evitar que cayeran en manos de la Gestapo. Llevó los archivos a Portugal y con ello salvó las vidas de 238 templarios belgas y franceses. Como pintor conoció el éxito y la pobreza, y sus obras cuelgan hoy en varios museos europeos, entre ellos, el Reina Sofía de Madrid.
Fue condenado a muerte en Bélgica y se exilió en España, donde pasó el resto de su vida. Se casó con la pubilla de una rica familia de cavistas de Sant Sadurní d’Anoia. Su suegra nunca aprobó la boda y le persiguió con una falsa acusación de bigamia que casi le cuesta la extradición y la vida. En 1974, estuvo presente como traductor en la ejecución de Heinz Chez en Tarragona, condenado por Franco a morir por garrote vil el mismo día y a la misma hora que Puig Antich en Barcelona. Su hijo Carlos ha dedicado más de diez años a desenterrar y recomponer lo que nunca contó.
Hay ciudades que al nombrarlas estamos en ellas y las inventamos según la medida de nuestros deseos. José Carlos Llop ha ido a Vladivostok tantas veces como ha escrito su nombre; allí en tiempos finalizaba el Transiberiano; por ella se acuerda de Blaise Cendrars o de Miguel Strogoff, el correo del zar que, según Jules Verne, debía entregar su carta en Irkutsk y nunca llegó a Vladivostok. Puede ser una ciudad imaginaria, en la que se vean reflejados nuestros deseos, ensoñaciones y anhelos. La atmósfera literaria de estos artículos recogidos en Vladivostok, antología de sus «Terceras» publicadas en ABC entre 2006 y 2017, destaca por un estilo elegante y una ironía delicada e inteligente.