En 1937, tras un año de Guerra Civil, el Gobierno de la República activó la Operación Schulmeister con el objetivo de lograr la retirada de la ayuda de Hitler y Mussolini al bando nacional, para lo cual se planteó la cesión de territorios como las Baleares, Canarias o el Marruecos español. Dada la importancia del botín en juego, las grandes potencias desplegaron una estrategia diplomática con espías, empresas pantalla y testaferros destinada a controlar el Mediterráneo occidental. A pesar de la posterior oposición de Franco a la enajenación de Mallorca, Mussolini compró la tercera finca en extensión de la isla con el fin de colonizarla y establecer en ella una cabeza de puente para el futuro.
Pocas naciones insulares han conmovido tanto como Cuba. Desde la embriagadora Habana de Hemingway hasta el Buena Vista Social Club de Ry Cooder, Cuba ha fascinado persistentemente a sus visitantes por su música (del jazz a la rumba), su rica literatura, su arte y danza y quizás, sobre todo, por su audaz experimento de una revolución socialista.
Antoni Kapcia muestra cómo el deshielo en las relaciones entre Cuba y EE. UU. exige ahora una nueva valoración del país y de su historia moderna. Explora con autoridad la "esencia" de la revolución cubana, mostrándola como un fenómeno inconformista ligado no tanto al socialismo o al comunismo sino a una visión idealista del nacionalismo poscolonial. Reevaluando la Crisis de los Misiles Cubanos de 1962, el autor examina las personalidades centrales: no sólo el famoso trío del Che Guevara, Fidel y Raúl Castro y su papel en la formación de las ideas de la revolución sino, aún más atrás, la ideología visionaria de José Martí. El libro de Kapcia reflexiona sobre el futuro de la revolución cuando su gobierno comenzó a ceder el poder a una nueva generación.
En un ejercicio por comprender el origen de las heridas aún abiertas de América Latina, Marie Arana narra con maestría las biografías de tres latinoamericanos contemporáneos cuyas vidas representan las tres fuerzas motrices que han moldeado, desde hace siglos, el carácter de una región: la explotación, la violencia y la religión. Así pues, conocemos a Leonor Gonzáles, una minera que vive en una pequeña comunidad situada a cinco mil metros de altitud en la cordillera andina del Perú y que, como sus antepasados desde tiempos inmemoriales, trabaja escarbando las entrañas de la tierra para extraer pepitas de oro. A su alrededor, el analfabetismo, la desnutrición y las enfermedades se extienden como hace quinientos años. Y ahora, igual que entonces, la supervivencia de su gente depende de un vasto mercado mundial cuyas fluctuaciones se controlan en lugares remotos. A Carlos Buergos, un cubano que luchó en la guerra civil de Angola y que ahora vive en una tranquila comunidad a las afueras de Nueva Orleans. Carlos fue uno de los cientos de delincuentes que Cuba deportó a Estados Unidos en 1980.
María Luisa de Parma bautizó como "la trinidad" al singular triángulo que formó con Carlos IV y Manuel Godoy. Triángulo entre cuyos vértices se dirimieron las dinámicas de poder, traiciones y, sobre todo, ambiciones desmedidas y fallos de cálculo que terminarían por entregar el país a un oportuno cuarto en discordia: Napoleón Bonaparte. Con un rigor impecable y apoyándose en el estudio minucioso de las fuentes directas, Antonio Elorza recompone en este ensayo la secuencia frenética de acercamientos estratégicos, desafecciones y puñaladas entre los cuatro, pero especialmente entre Godoy y Napoleón, con los que el primero intentaba ganar para sí la legitimidad de un poder que ya ejercía de facto, y el segundo buscaba expandir su imperio. Y demuestra que, gracias a la ambición de Godoy, Napoleón pudo llevar a cabo pacíficamente la ocupación militar de España. Las consecuencias catastróficas de este juego de tronos castizo incluyen la derrota de Trafalgar, que ya hace inevitable la pérdida del imperio americano, y la posterior Guerra de Independencia, trágica destrucción de un país que reflejó Goya en sus Desastres. De otra parte, supuso también la ruina de Napoleón, quien terminó por reconocer que "los españoles se comportaron en masa como un hombre de honor" y que, después de todo, "merecían algo mejor".
9 de agosto de 378. En las llanuras al noroeste de la ciudad de Adrianópolis, en la provincia romana de Tracia -actualmente Turquía- se desarrolló una batalla decisiva para el Imperio Romano. Las legiones del emperador Valens se enfrentaron a las hordas godas que habían atravesado la frontera más oriental del imperio y sufrieron la más severa derrota desde la victoria de Aníbal en Cannae seiscientos años antes. El imperio sobrevivió todavía un siglo a la sangrienta batalla de Adrianópolis, pero ese día marcó un punto de inflexión: fue el inicio de su fin.
Alessandro Barbero ofrece al lector un apasionante y minucioso relato de esta batalla legendaria y plasma el mundo cambiante en el que se produjo. El resultado es la prodigiosa recreación de una derrota que marcó el inicio de la decadencia del Imperio Romano.
Un piolet y un grito desgarrador son los elementos que cargan
de dramatismo el instante en el que Ramón Mercader
acabó con la vida de Trotsky, una historia que se ha convertido
en uno de los mitos de nuestro tiempo. Este es sólo un
episodio más del increíble devenir de la familia Mercader,
narrado aquí como si de una novela se tratara, y en el que
no es Ramón, sino su madre Caridad, quien emerge como la
figura principal de esta convulsa crónica del siglo xx.
Caridad fue una mujer deslumbrante y seductora, una Lady
Macbeth capaz de mover los hilos de la historia y una agente
al servicio del espionaje soviético. Su misión más importante:
lograr que su hijo se fugara de la prisión en la que había
sido recluido por su crimen.
Compleja y fascinante, Caridad Mercader es el hilo conductor
de este libro por el que se cruzan algunos de los
personajes y sucesos más relevantes del siglo pasado y
que nos permite reflexionar sobre las paradojas de la condición
humana.