Con el nombre de La guerra de las Galias se conocen los siete libros de Julio César (100 a.C.-44a.C.) dedicó a contar las campañas desarrolladas durante siete años (del 58 al 52) para someter la Galia Transalpina, realizar una expedición a Britania y reforzar las fronteras con los germanos. A cada año le corresponde un libro escrito con su habitual prosa sobria y cuiadada.
Valiéndose de esta obra, Julio César pretendía extender la aureola de su fama explicando de una forma aparentemente aséptica la importancia y dificultad de sus hazañas. Y en este sentido, el hecho de no regatear elogios a sus lugartenientes ni rebajarles los méritos era un medio más de incorporarlos a su causa manteniendo su espíritu de colaboración. Sin embargo, estas pinceladas justificativas tienen poco o nada que ver con la auténtica finalidad de la obra, que no era otra que ensalzar y magnificar unos logros bélicos que le permitieran ponerse a la altura de Pompeyo.
Entre 1914 y 1918 se libró la mayor guerra que el mundo había conocido, y los ejércitos de Europa se desangraron a una escala inédita mientras en el frente se revolucionaba la forma de combatir: los ejércitos se atrincheraron y, en Francia y Bélgica, la región fronteriza entre los Aliados y las Potencias Centrales se convirtió en una letal tierra de nadie surcada de alambre de espino, castigada por los proyectiles y sembrada de cadáveres. En el Frente Occidental, como se llamó a este teatro de la guerra, los soldados decidieron el destino de Europa y el mundo.
Con firme pulso narrativo, y respaldado por una profunda investigación que ofrece nuevas perspectivas sobre la Primera Guerra Mundial, Ismael López acomete una auténtica hazaña y nos sumerge en cuatro años de combates para conocer la historia completa del Frente Occidental, desde el empuje inicial alemán y el terror francés hasta la precaria paz de Versalles, pasando por la heroica resistencia belga y las grandes batallas y ofensivas, como el Marne, Verdún, el Somme o la Kaiserschlacht. Todo ello, sin perder jamás de vista el componente social del conflicto, pues la Gran Guerra también se libró en los hogares, ciudades y fábricas del continente, con consecuencias que se dejan sentir hasta nuestros días.
La guerra de las trincheras es la obra de referencia sobre la brutal trituradora de carne que fue el Frente Occidental.
Al mismo tiempo que permanecía estrechamente alineado con Hitler, Mussolini se mantuvo cuidadosamente neutral hasta el verano de 1940. Entonces, a raíz del hundimiento repentino y totalmente inesperado de los ejércitos franceses y británicos, el Duce declaró la guerra a los Aliados con la esperanza de obtener ventajas territoriales en el sur de Francia y en África. Aquella decisión resultó ser un terrible error de cálculo, que abocó a Italia a librar una guerra prolongada e imposible de ganar, y la condenó a sufrir ingentes bajas y una invasión de los Aliados en 1943 que inauguró una espantosa nueva era para el país.
Este nuevo libro de John Gooch es la crónica definitiva de la experiencia de Italia en la guerra. Empezando por la invasión de Abisinia y terminando con la detención de Mussolini, Gooch describe brillantemente la pesadilla de un país con un sector industrial demasiado pequeño, con unos líderes demasiado incompetentes, y con demasiados frentes en los que combatir.
En el año 82 a.C., Quinto Sertorio, miembro del partido de los populares de Roma, llegaría a Hispania como procónsul con la misión de asegurar la provincia para una Roma atenazada por el poder de Lucio Cornelio Sila.
Desde una posición de poder, Sertorio desafiaría la dictadura y el nuevo modelo de república de Sila, en lo que se convertiría en el epílogo de la cruenta primera guerra civil de Roma, y que vería aparecer un nuevo genio militar: Cneo Pompeyo Magno.
Este riguroso ensayo pretende arrojar luz sobre el periplo de Quinto Sertorio en Hispania, reconstruyendo hechos, movimientos tácticos y estrategias, y analizando el porqué, el quién, el cómo y cuándo de cuanto conocemos, a partir de las dos fuentes principales fuentes de información como son los textos clásicos y la arqueología.
Del mismo modo desentraña los factores que han ayudado a forjar el mito de Sertorio durante las épocas moderna y contemporánea, en un ejercicio de diferenciación entre Pasado —los hechos que realmente ocurrieron— y cuanto sabemos de ello y transmitimos, aquello que llamamos Historia.
Vietnam fue el conflicto moderno más divisivo del mundo occidental. Max Hastings ha pasado los últimos tres años entrevistando a decenas de participantes de todos los bandos, investigando documentos y memorias estadounidenses y vietnamitas para crear una narrativa épica de una lucha épica. Retrata las escenas de Dien Bien Phu, el ataque aéreo de Vietnam del Norte y batallas menos conocidas, como el baño de sangre en Daido. Aquí están las realidades vividas de la lucha en medio de la selva y los arrozales que mataron a dos millones de personas.
Muchos han tratado esta guerra como una tragedia para los Estados Unidos, sin embargo, Hastings no olvida a los vietnamitas: en esta obra hay testimonios de guerrilleros Vietcong, paracaidistas del sur, chicas de alterne de Saigón y estudiantes de Hanói, junto con soldados de infantería de Dakota del Sur, infantes de marina de Carolina del Norte y pilotos de Arkansas. No hay otra obra sobre la guerra de Vietnam que haya mezclado una narrativa política y militar del conflicto con experiencias personales conmovedoras: el sello de Max Hastings que los lectores conocen tan bien.
La guerra en casa no nos habla únicamente de la guerra de los Balcanes, sino de su relación con nosotros, tan próximos y, al mismo tiempo, lejanos. Y lo hace con una escritura en la que el espíritu del escritor y del periodista se integran de manera perfecta.
Este es un libro de Historia y de historias. La del francotirador, verdugo por excelencia, y sus intentos por empezar una nueva vida fuera de Yugoslavia. La pesadilla de Izmet, detenido por la policía estatal un día cualquiera y machacado a golpes solo por ser musulmán. El relato de Sead y Esad, hermanos enfrentados, y de lo que vieron en los campos de exterminio. La sórdida epopeya de los generales y soldados de las Naciones Unidas, y el fracaso de la ideología humanitaria. Pero también la acogida en Turín de centenares de prófugos y la apasionada implicación de muchas personas corrientes. Una obra que nos ofrece una visión humanística de la guerra.