Una relectura de la intimidad en la Edad Media a través del arte románico.
Vulvas, partos, penes erectos y parejas en pleno coito pueblan las iglesias románicas de nuestra geografía repartidos por portadas, capiteles y canecillos. Estas imágenes sexuales, algunas de ellas muy explícitas, han generado estupor, sorpresa e incluso rechazo en nuestra contemporaneidad, dando lugar a todo tipo de explicaciones sobre sus intenciones y significado. Sin embargo, su proliferación y espontaneidad indican que, lejos de tratarse de una representación del pecado, como a menudo se han interpretado, mostraban una sexualidad mucho más abierta y acorde con la mentalidad de quienes promovieron la construcción de estos templos.
El libro demuestra cómo, entre los siglos XI y XIII, tuvo lugar una intensa lucha por el poder político en la que el sexo (o su ausencia) se convirtió en uno de los principales argumentos legitimadores de las élites sociales. Una batalla ideológica que dejó su huella en las imágenes sexuales románicas que desafían nuestra lógica actual.
El gran historiador de Europa oriental Karl Schlögel escribe sobre el desaparecido universo soviético a lo largo de su siglo. Él mismo presencia la inauguración de las megaconstrucciones del comunismo y la apertura de las fosas comunes del terror estalinista. Explora la vastedad del país ferroviario y las estrecheces de la vivienda comunitaria. Su labor arqueológica nos descubre lugares cotidianos para la supervivencia, como la cocina moscovita o las colas. Tampoco faltan los espacios para la felicidad o las pequeñas libertades. Cien años después de la revolución de 1917, nos presenta la imagen panorámica de una civilización que sobrepasaba el sistema político. Imprescindible para comprender 'el tiempo posterior' que estamos viviendo.
Este singular libro parte de un breve viaje de su autor, y de un largo periplo como lector (el viaje a otros viajes) con el que Alejandro J. Ratia teje un cuadro polifónico en el que los caminos de sus personajes se entrecruzan. Se trata de un periodo (primera mitad del siglo XX) en que convivían la exaltación del exotismo y la crítica al modelo colonial, tiempos en que viajar hasta Tahití o Bora Bora no era ya aventura alguna, nada comparado a los relatos fundacionales de Bougainville, Cook y Wallis, cuando aquel país (anticipado por fabulaciones y poemas) apareció de repente como un sueño hecho realidad, una maravilla que corría el peligro de esfumarse al tocarla. Era el destino perfecto, paraíso del sexo, donde se vivía sin trabajar y la comida brotaba de los árboles.
De la cultura tahitiana aún quedaban los rescoldos cuando recalaron por allí Stevenson, Gauguin o Pierre Loti, pero el sueño polinesio se había reconvertido ya en un mito paradójico, respecto al espíritu explorador o el impulso predatorio. El universo mítico que rodea a Tahití, como viaje de ida y vuelta, será el destino perfecto no tanto del emprendedor aventurero como del soñador disoluto, preso de la tentación de la indolencia. Pocos de los personajes retratados por Ratia se decidieron a morir allí. Todos llegaron a tiempo de abordar una arqueología de la aventura. Tahití es ese lugar al que se planea viajar para encontrarse de vuelta en casa.
El Mediterráneo es un mar aparentemente plácido sobre el que a menudo se ciernen negros nubarrones, un lugar de encuentro y a la vez de conflicto, cuna de los mitos clásicos y de las grandes religiones monoteístas, escenario de algunas de las más deslumbrantes creaciones de la humanidad y campo de batalla de terribles guerras. Con extraordinaria amenidad, José Enrique Ruiz-Domènec construye un elegante retrato del mundo mediterráneo desde la Antigüedad clásica hasta nuestros días que integra ideas y acontecimientos, figuras históricas y literarias, intrigas políticas y pasiones humanas, obras de arte y libros de una biblioteca del conocimiento universal.
De la muerte de Sócrates a Carlomagno, de Marco Polo a Napoleón y los sabios de Egipto, de Trieste a Israel, de la Barcelona olímpica a la guerra de los Balcanes,El sueño de Ulises es la gran obra de un maestro de la historiografía que, después de cuarenta años de estudio sobre el Mediterráneo y de diversos libros de éxito, presenta la síntesis definitiva de un crisol de civilizaciones que ha marcado el curso de la historia de forma indeleble a lo largo de tres mil años.
Con una habilidad narrativa fascinante, el autor ofrece una iluminadora reflexión sobre la importancia del legado mediterráneo en la cultura mundial, desde la guerra de Troya, que inspiró la poesía épica de Homero, hasta las pateras, que llegan hoy a nuestras costas y constituyen la imagen de nuestras peores decisiones. Un libro de historia para viajar al pasado, entender el presente y pensar el futuro.
La historia de la humanidad es la historia de los tejidos, tan antigua como la propia civilización. Desde que se hiló la primera hebra, la necesidad de obtener tejidos ha servido de impulso para la tecnología, los negocios, la política y la cultura. En El tejido de la civilización, Virginia Postrel ha llevado a cabo una investigación única en su género que sintetiza arqueología, cultura, economía y ciencia para construir una historia sorprendente. El negocio de los textiles financió el Renacimiento italiano y el Imperio mongol nos dio la contabilidad de partida doble y las letras de crédito, e hizo posible la creación de obras tan significativas como el David y el Taj Mahal. Desde los pueblos minoicos, que exportaban a Egipto telas de lana teñidas de un preciado púrpura, hasta los romanos que vestían seda china de un valor exorbitante, el negocio y la producción de textiles puso los cimientos para que el mundo antiguo recorriera los caminos de la cultura y la economía. La búsqueda de tejidos y tintes tal y como sucedía con las especias y el oro llevó a los marineros a atravesar mares extraños y a la forja de una economía global. El tejido también ha sido la fuerza motriz que se esconde tras el desarrollo tecnológico: los orígenes de la química se encuentran en el tinte y en el acabado de las telas. Los albores del código binario y quizá de todas las matemáticas se hallan en la tejeduría. La cría selectiva para la producción de fibras dio paso al nacimiento de la agricultura. La correa de transmisión llegó de la mano de los productores de seda. Igual que la microbiología. Ampliamente documentado y narrado con extraordinaria maestría, El tejido de la civilización cuenta la suntuosa historia del producto más influyente del mundo.
La deslumbrante historia la creación del imperio soviético que partió Europa por la mitad durante medio siglo.
Al final de la Segunda Guerra Mundial la Unión Soviética controlaba una inmensa extensión de territorio en Europa oriental. Stalin y su policía secreta emprendieron la conversión de doce países radicalmente diferentes a un sistema político y moral totalmente nuevo: el comunismo.
La historiadora Anne Applebaum (que obtuvo el premio Pulitzer por Gulag) presenta en estas páginas la obra definitiva sobre cómo surgió el Telón de Acero y cómo era la vida al otro lado. Applebaum describe con pavoroso detalle cómo los partidos políticos, la Iglesia, los medios, las organizaciones juveniles, en suma, todas las instituciones de la sociedad civil, fueron rápidamente desmanteladas. Explica cómo se organizó la policía secreta y cómo se atacaron y destruyeron todas las formas de oposición. Como resultado, en un periodo de tiempo asombrosamente breve, Europa oriental fue estalinizada por completo. A partir de documentos inaccesibles hasta hace poco y fuentes desconocidas en Occidente, Applebaum sigue la táctica comunista en su camino al poder, las amenazas, los abusos y los asesinatos.
«Hasta ahora, una de las grandes incógnitas de la política española ha sido la trayectoria histórica del Partido Comunista de España tras la guerra civil: ¿Por qué el partido que hizo de la reconciliación nacional su bandera y cuya legalización condicionó la Transición dilapidó en muy poco tiempo el capital político acumulado durante décadas? ¿Qué tensiones desarbolaron a aquel colectivo humano, capaz de la mayor abnegación en la lucha antifranquista, al llegar a la estación término de la democracia? Este libro trata de explicarlo».
La fascinante persecución a los asesinos de Julio César.
Muchos hombres acabaron con la vida de Julio César, pero solo uno daría caza a los asesinos. A partir de la primavera del 44 a. C., el hijo adoptivo de César, el futuro emperador Augusto, se cobraría su terrible venganza: estaba decidido a acabar con los asesinos de los idus de marzo; y no solo con Bruto y Casio, sino con todos y cada uno de los diecinueve hombres que habían conspirado contra el dictador.
Tras más de una década de violenta persecución a través de varios continentes, el último de los conspiradores en morir fue Casio de Parma, un poeta, dramaturgo y marinero casi desconocido que luchó en todos los bandos durante las guerras civiles que asolaron a la moribunda República, salvo en el ganador. Durante catorce años, los asesinos de César trataron de escapar a los cazadores enviados por Octaviano, pero, uno por uno, fueron cayendo hasta que solo Casio permaneció en pie. Su apasionante huida, que hasta ahora no ha sido más que una nota a pie de página en los anales, se convierte en esta obra en un tapiz que retrata el convulso final de la República romana.
El último asesino es el relato épico de una caza que un emperador quiso ocultar, una historia trepidante de torturas y terror, de política y poesía. Es, en definitiva, una vívida narración de uno de los periodos más turbulentos de la historia de Roma en el que se enfrentan la venganza y el instinto de supervivencia.
La apasionante historia del último juicio por combate celebrado en París. En 1386, pocos días después de Navidad, una multitud, que incluía al mismo rey de Francia, se congregó en un monasterio de París para presenciar un juicio por combate cuyos contendientes, el caballero Jean de Carrouges y el escudero Jacques Le Gris, se habían hecho famosos en todo el país. Solo unos meses antes, a su regreso de una campaña en Escocia en medio de la guerra de los Cien Años, Carrouges había recibido una terrible noticia: su esposa, la hermosa Marguerite, había sido víctima de una brutal violación a manos del que había sido su amigo, Le Gris, quien negaba los hechos. Carrouges llevó su pleito al Parlamento de París, que decretó un juicio por combate: el caballero y el escudero lucharían a muerte en una emocionante lid que demostraría quién mentía y quién decía la verdad. Pero si vencía Le Gris, Marguerite sería también ejecutada por haberlo acusado. En este ensayo, basado en fuentes primarias y narrado con el pulso de una novela, Eric Jager, especialista en literatura medieval, da vida a una Edad Media colorida y turbulenta y a tres personajes inolvidables que se vieron atrapados en un triángulo de intrigas, crímenes, escándalos y venganza. Sin duda, El último duelo es al tiempo un relato apasionante y una investigación absorbente sobre la justicia, el honor y la situación de la mujer en la Edad Media.