En estos tiempos en los que la política se ha convertido en un espectáculo que se contempla desde la comodidad del sofá, cuando las tertulias y los tuits han reemplazado la lucha en las calles, surge la necesidad de hacer memoria y reflexionar críticamente sobre el estado de nuestra democracia.
A través de una mirada introspectiva y analítica, el antropólogo Javier Aroca nos propone un viaje por el tiempo desde una época en que la política se vivía intensamente, se discutía en asambleas y se asistía a mítines con fervor, hasta la actualidad, donde el poder de las élites alimenta la desinformación para menoscabar los pilares de la democracia.
Democracia en alerta es una invitación a abrir los ojos para entender cómo se ha desvirtuado la esencia de lo democrático, así como también un llamamiento al pueblo para que se levante del sofá y vuelva a vivir la política no como mero espectador, sino como protagonista activo.
Democracia para realistas arremete contra la romántica teoría vulgar en la que se asienta el pensamiento contemporáneo sobre política y gobierno democráticos, ofreciendo una provocadora visión alternativa centrada en la naturaleza humana de los ciudadanos democráticos. Gracias a una amplia variedad de pruebas procedentes de las ciencias sociales, incluidos ingeniosos e inéditos análisis sobre temas que abarcan desde el aborto y los déficits presupuestarios hasta la Gran Depresión y los ataques de tiburón, Christopher Achen y Larry Bartels desmienten la imagen generalizada de ciudadanos concienciados que dirigen el rumbo del Estado desde las urnas de votación. Argumentan que los votantes -incluso los mejor informados y más implicados- eligen partidos y candidatos en función sobre todo de sus identidades sociales y lealtades partidistas, no de cuestiones políticas. Además, demuestran que los electores ajustan sus opiniones políticas e incluso sus propias percepciones sobre asuntos objetivos para que se correspondan con dichas lealtades. Cuando los partidos están más o menos igualados, las elecciones a menudo dependen de consideraciones irrelevantes o engañosas, como repuntes económicos o recesiones que escapan al control de los gobernantes; en esencia, los resultados son aleatorios. Así pues, los electores no dirigen el rumbo de las políticas públicas, ni tan siquiera de forma indirecta.
La democracia griega se ha transformado en un monumento, un arquetipo inmóvil, un modelo evanescente que puede ser colonizado por las «verdaderas» democracias, las modernas. Este libro nace de la necesidad de excavar en las profundidades de la historia monumental para dejar emerger un elemento reprimido durante siglos: la anarquía. Capas de esmerada historiografía y de tradición polvorienta la relegaron al olvido del archivo. Sin embargo, escrutada en su raíz, la democracia revela su vínculo indisoluble con la anarquía. Todos los adjetivos utilizados para evocar el conflicto ―democracia salvaje, indomable, insurgente, original― se ven desplazados por ese único adjetivo que, en lugar de definirla, remite a la indeterminación de fondo. La democracia es, en esencia, anárquica. En estrecho diálogo con Hannah Arendt, Claude Lefort, Cornelius Castoriadis, Reiner Schürmann o Miguel Abensour –pensadores de la democracia tras la deriva totalitaria–, Donatella Di Cesare saca a la luz una represión secular y abre una perspectiva de investigación sin precedentes sobre el nuevo anarquismo.
La controversia sobre las diferencias entre la democracia de los antiguos y la de los modernos y, en especial, a propósito de si es deseable la apropiación contemporánea de los modelos clásicos, perdurará entre nosotros mientras siga vivo el debate sobre cuál es el mejor gobierno.
Sin duda, en el surgimiento de esta cuestión fue decisivo el florecimiento renacentista de la filología clásica, reforzado más tarde por la incorporación de la historia a la nómina de las ciencias. Este libro asume el punto de partida analítico, desapasionado, neutral, que es consustancial a ambas disciplinas, y en este sentido está muy lejos de los acalorados partidismos que suscita con frecuencia la dicotomía entre lo antiguo y lo moderno.
La obra conjuga dos tipos netamente diferenciados de aproximación. Por un lado, se analizan distintos aspectos de la democracia antigua en su contexto histórico. Por otro lado, se estudian distintos casos del uso político y retórico que se hizo de las formas políticas de la Antigüedad durante la Modernidad.
Este libro advierte de que la historia de la contraposición entre antiguos y modernos es parte insoslayable de la controversia política desatada en los términos de B. Constant.
Este libro analiza la crisis de los fundamentos del derecho penal expresada en la profunda falta de correspondencia que existe entre el sistema normativo de las garantías y el funcionamiento efectivo de las instituciones punitivas. Hace un recorrido teórico por las raíces del modelo garantista recogido por la tradición ilustrada, así como por la oposición que contra dicho modelo han ejercido desde finales del siglo XIX la continua emergencia de arquetipos penales premodernos y la interminable tentación de autoritarismo. Ilustra las múltiples formas de ilegitimidad e injusticia provocadas por la inadecuación del modelo o por las lesiones contra las garantías individuales. Frente a la crisis del modelo, propone una reformulación y política en el marco de una teoría general del garantismo.
Jacques Derrida fue un filósofo. Sin embargo, nunca escribió nada directamente filosófico. Su obra ha sido calificada como la más significativa del pensamiento contemporáneo. Pero también denunciada como la corrupción de todos los valores intelectuales. Derrida se ha vinculado de forma célebre con algo denominado DECONSTRUCCIÓN. Sin embargo, de todos los desarrollos de la filosofía contemporánea, puede que la deconstrucción sea la más difícil de resumir...
José Carlos Ibarra, autor de este volumen, breve pero henchido de sugerentes reflexiones, ha optado por titularlo Desencanto y no Desencantamiento, porque se ha percatado de que la crisis producida por la razón instrumental ha conducido no tanto al desencantamiento del mundo como al desencanto del individuo.
Ibarra nos muestra cómo la decepción que produjo el fracaso del paradigma progresista, impulsado por la burguesía y heredado por el proletariado, centrado en el ideal del avance científico-tecnológico y en las promesas de un cambio en el terreno sociopolítico, se saldó en Alemania con la aparición de la desencantada escuela filosófica pesimista.
Pero más allá de una querella sobre escuelas, definidas por unos principios filosóficos comunes a sus representantes, lo decisivo de este libro es que muestra el caldo de cultivo en el que surge algo que trasciende el típico escolasticismo filosófico: ni más ni menos que un modo muy concreto de pensar, el pesimista.
Este libro, continuación de lo narrado en 1177 a. C. El año en que la civilización se derrumbó, nos habla de un periodo en el que muchas de las civilizaciones de la Edad del Bronce Final del Egeo y del Mediterráneo oriental yacían en ruinas a causa de los invasores, las revueltas, los desastres naturales, las hambrunas y el fin del comercio internacional. Un mundo interconectado de grandes imperios y sociedades, relativa paz y con un comercio robusto y una arquitectura monumental se perdió y comenzó la llamada primera edad oscura.
Ahora, en Después de 1177 a. C., Eric H. Cline retoma esta cautivadora historia para contarnos qué sucedió a continuación, durante cuatro siglos, en el Egeo y el Mediterráneo oriental. Esta es una historia de resistencia, transformación y éxito, así como también de fracasos, en una época de caos y reconfiguración. Asistiremos al relato de cómo las sociedades que no lograron adaptarse desaparecieron, mientras que las que se transformaron dieron lugar a un nuevo orden mundial que incluía a Fenicios, Filisteos, Israelitas, Neohititas, Neoasirios y Neobabilonios. También revela las innovaciones surgidas en medio de este contexto caótico que cambiaron el mundo, como el uso del hierro y el alfabeto.
Lleno de lecciones para el mundo actual sobre cómo y por qué algunas sociedades sobreviven mientras otras no son capaces de hacerlo, Después de 1177 a. C. cuenta por qué este período, lejos de ser la primera edad oscura, fue una era de grandes innovaciones y nuevas oportunidades.
Las Leyes es, con mucho, el diálogo platónico más extenso que conocemos. Y no solo eso, sino que además es el que supone los más exhaustivos estudios: historia, teoría, política, educación, códigos penales, sistemas constitucionales, teología, física, medicina, etc. Es el intento más antiguo que ha llegado hasta nosotros de organizar el sistema jurídico de acuerdo con principios racionales. En este segundo volumen de la obra se recogen los libros VII-XII, en los que se establecen las normas que regularán la educación de la juventud, el culto religioso y la economía, se propone un código penal y un civil y comercial, se define la administración del Estado y se describe sus sistema monetario.
El 3 de marzo de 2016, el padre Antonio Spadaro se reunió en Nueva York con Martin Scorsese para hablar de Silencio, la película que Scorsese dedicó a las persecuciones que sufrieron los jesuitas en Japón, y de la íntima relación del director con la fe. Esa primera conversación, rica en estímulos e inspiradora para ambos, dio inicio a un diálogo que continúa hasta hoy y que, a través de varios encuentros, aborda temas fundamentales para Scorsese, como su infancia en Nueva York o sus reflexiones sobre la fe y la gracia, que, de una u otra manera, han estado siempre presentes en sus películas.
Spadaro y Scorsese recorren en estas páginas la carrera del premiado director, sus miedos e inspiraciones, brindando al lector un retrato nuevo e inédito de uno de los principales exponentes contemporáneos del séptimo arte, así como el encuentro que mantuvo con el papa Francisco, que dio pie a la escritura de un primer guion para llevar a la pantalla la vida de Jesús.