Juhee Mun nunca se imaginó que las cartas escritas a mano pudieran tener cabida en un mundo digital marcado por la prisa y la inmediatez. Pero cuando decoró su oficina de Seúl con notas manuscritas, su iniciativa gustó tanto que decidió transformar aquel espacio en una tienda de cartas, a la que llamó Geulwoll, que en coreano significa «carta».
Fundada en 2019, su éxito fue inmediato, y enseguida se dio a conocer como un lugar apacible donde la gente podía escribir y enviar cartas, comprar papeles y bolígrafos preciosos o participar en una actividad de amigos por correspondencia muy especial. Testigo privilegiado de ese momento mágico en que alguien pone la pluma sobre el papel, Juhee Mun ha querido compartir esa alegría en un libro inspirador, que nos anima a reconectar en un mundo acelerado, a hacer una pausa para prestar atención a nuestro interior y a las personas más cercanas.
Dividido en dieciocho capítulos breves y bellamente ilustrados, desde «El mejor momento para escribir una carta» hasta «Consejos para escribir una carta» o «Papel y sobre», El encantador arte coreano de escribir cartas ofrece consejos claros y accesibles, entrelazados con historias personales y la sabiduría de grandes autores de cartas, que invitan a acercarnos de verdad a quienes más queremos.
El enigma de Dios es un libro repleto de sinceridad y erudición que explora una gran duda existencial, así como también el sufrimiento que acompaña a la muerte y la búsqueda de sentido en un mundo lleno de incertidumbre. A través de un doble recorrido tanto personal como filosófico -en el que conoceremos las opiniones sobre la existencia de Dios de pensadores como Platón, Wittgenstein o Kierkegaard, entre muchos otros; este libro es una verdadera historia de la filosofía-, el autor pone a prueba nuestras ideas preconcebidas y nos estimula para pensar con libertad sobre el sentido de la vida y la relación inherente de esta con Dios.
Venimos al mundo para habitar un escenario y representar como actores un guion escrito mucho tiempo atrás, en un pasado que nunca es definitivamente pasado. El escenario de nuestra vida es el mundo interpretado a través del lenguaje y de unos rituales y gestos heredados, y en el que la presencia espectral de los ausentes nos acerca al vértigo de un abismo que a la vez nos atrae y nos repele. A pesar de nuestro empeño por aferrarnos a certezas, y a toda suerte de referencias vitales fijas y estables, siempre nos acecha la experiencia de lo sombrío y lo inhóspito. Porque tal vez no seamos otra cosa que la trama de historias y relatos que nos contamos a nosotros mismos, Joan-Carles Mèlich reivindica en este espléndido ensayo la vida entendida como representación o drama, es decir, abierta al dolor y el abandono, pero también a la transformación constante y a la sorpresa de lo imprevisible. Y más allá del Sentido, la Razón y el Logos que la metafísica tradicional nos proponía como consuelo y guía, esta obra nos habla de un yo corpóreo, vulnerable y de naturaleza ficcional, pero que, como Molly Bloom al final del Ulises, se atreve a decir, incuestionablemente, sí.
Frente a las teorías de la democratización, en América Latina se asiste a la neooligarquización del Estado con coro electoral. La multiplicación de consultas electorales bajo la preeminencia de formas procedimentales, hace que los votos estén lejos de incidir en las decisiones centrales del poder político en la región. Los proyectos de transformación del orden existente reclaman atender los problemas del poder; de ahí que sea necesario discutir diversas nociones sobre la sociedad civil y dar una amplia exposición conceptual de las principales nociones referidas al análisis del Estado, del poder y de la política.
¿Cuál es el secreto de la felicidad duradera? ¿Cómo desarrollar la resiliencia necesaria para enfrentar las tormentas de la vida? ¿Qué hacer cuando te sientes ansioso, deprimido, estresado o agotado? Para los antiguos filósofos como Sócrates, Marco Aurelio, Zenón y Epicteto, estas preguntas eran centrales en su escuela de pensamiento: el estoicismo.
En El estoicismo paso a paso, aprenderás cómo pensar como Sócrates y utilizar el método socrático de cuestionamiento para identificar lo que realmente importa en tu vida y desarrollar la resiliencia para perseguirlo. Combinando sabiduría filosófica con psicología moderna, este cuaderno práctico te ayudará a pensar de manera flexible, mantener la paz interior, adaptarte a situaciones difíciles y mejorar tu bienestar mental. Además, descubrirás cómo las virtudes estoicas ―sabiduría, justicia, valor y templanza― pueden servirte de brújula en un mundo cada vez más incierto.
El estoicismo no implica reprimir las emociones ante el dolor o el sufrimiento, sino aprender a reflexionar antes de reaccionar. Se trata de encontrar oportunidades en los desafíos diarios, lo que te hará más fuerte y resistente, y de ejercer el poder de decidir cuánto te afectan la tristeza, el dolor y la ira.
Estas son las claves para una felicidad duradera. Usa este cuaderno de ejercicios para aplicar esta antigua sabiduría cada día.
Jürgen Habermas es el rostro intelectual de una época. Desde la revuelta estudiantil hasta la reunificación alemana, desde la disputa de los historiadores hasta los conflictos del presente, su figura ha determinado como ninguna los debates de ideas y políticos en Alemania y en Europa. La crisis actual, ¿hace obsoleto su pensamiento o le otorga una nueva relevancia?
Habermas declara su temor de que todo aquello a lo que ha dedicado su vida se esté perdiendo paso a paso. Un temor que no es solo una constatación sobre sí mismo, sino un diagnóstico del presente. Construido a partir del legado del filósofo, en especial de su correspondencia, este ensayo-relato permite medir su figura en la encrucijada de teoría, historia y memoria.
Las guerras pueden poner fin a disputas, derrocar tiranos y cambiar el curso de una civilización? o destruirla por completo. Desde Troya hasta Hiroshima, hay momentos en que la guerra ha llevado al fin de sistemas políticos, culturas e incluso eras. Aunque la humanidad ha evolucionado, es un error creer que las sociedades modernas están a salvo del horror de una guerra de exterminio.
En El fin de todo, Victor Davis Hanson, célebre historiador militar, nos acompaña en un viaje épico a través de la historia para analizar la caída de cuatro grandes civilizaciones: la Tebas clásica, la poderosa Cartago, la majestuosa Constantinopla y el imponente Imperio azteca. Este es un relato de asedios y conquistas, y de las decisiones de los líderes que llevaron a sus sociedades a una guerra de exterminio. La obra acompaña a Alejandro Magno, Escipión Emiliano, Mehmed II y Hernán Cortés en sus campañas, y observa cómo sus ambiciones y su visión única del mundo cambiaron el curso de la historia para siempre.
Al día siguiente de la primera investidura presidencial de Trump, su jefe de prensa afirmó que el acontecimiento había congregado a la mayor audiencia de la historia; a la hora de defender lo que era una falsedad demostrable, una asesora de la Casa Blanca afirmó que se trataba de «hechos alternativos». En este lúcido y perspicaz ensayo, Máriam Martínez-Bascuñán defiende que en aquel momento se acabó una era de la política y empezó otra.
Con la experiencia que le brinda su trayectoria como profesora de Ciencias Políticas y como columnista y directora de Opinión de El País, la autora arroja luz sobre este nuevo paradigma asistida por la presciente inteligencia de Hannah Arendt. El problema de la aparición de hechos alternativos, posverdades y prementiras no es que estos eliminen la verdad –al fin y al cabo, la verdad no es un valor absoluto en política–, sino quedan al traste con el mundo común que de un tiempo a esta parte venía permitiendo la deliberación democrática. Sin una imagen compartida del mundo, se hace inviable un debate acerca de las cuestiones que nos preocupan y nuestra condición de ciudadanos deja de tener sentido. La pluralidad de miradas solo se puede ejercer si todos miramos lo mismo.
Las ideas de Arendt, de una impactante actualidad, y su contraste con las de otros pensadores como Orwell, Foucault o Platón sirven de guía para el análisis de esta nueva realidad, cuya complejidad no puede conducir a la desesperanza.
Pocos acontecimientos históricos ilustran la fragilidad de la democracia de una manera tan evidente como el que se relata en El fracaso de la República de Weimar, uno de los mayores dramas de la historia mundial, que el prestigioso historiador alemán Volker Ullrich explica como nunca antes se ha contado: de una forma vívida, emocionante y tan minuciosamente contextualizada que los paralelismos con la actualidad emergen de manera sorprendente.
Es cierto que el nacimiento de la república se había producido en un contexto desfavorable: el Imperio alemán había sufrido una aplastante derrota y el país tuvo que aceptar las durísimas condiciones del Tratado de Versalles, a las que se sumó una interminable sucesión de crisis económicas (solo interrumpidas por una fase de aparente estabilización a mediados de los años veinte). Pero, a pesar de todas las penurias por las que transitó, la recién esbozada primera democracia alemana no nació predestinada a un final estrepitoso: desde la fase fundacional de la república hasta enero de 1933 hubo repetidas oportunidades de marcar un rumbo diferente. ¿Por qué no se logró? Entonces, igual que ahora, la realidad de un país dependía de las acciones concretas de los individuos. En cada página de este apasionante libro, Ullrich nos lanza un recordatorio urgente: está en nuestras manos que la democracia triunfe o fracase.
Las grandes ideas de los entrenadores de fútbol más sabios del mundo.
El fútbol es una batalla de ideas. Los equipos se enfrentan a partir de conceptos pensados por sus entrenadores y buscan “convencer” al contrario del modo más rotundo: venciéndole e imponiendo su idea propia.
Desde sus orígenes, el fútbol ha desarrollado grandes ideas que han evolucionado, han chocado entre sí, se han hibridado y mutado por deseo o necesidad, generando grandes escuelas de pensamiento futbolístico.
El fútbol no ha hecho más que emular a la filosofía, como si se tratara de universos paralelos, tal como dijera en su día Zlatan Ibrahimovic sin percatarse de que su afirmación no era ningún insulto sino una definición exacta de este deporte, detrás del que se ocultan grandes ideas.