Durante dieciséis años, Angela Merkel asumió la responsabilidad de gobernar Alemania y dirigió el país a través de numerosas crisis, moldeando la política nacional, europea e internacional con su actitud y sus decisiones. En sus memorias, la política recuerda su vida en dos Estados alemanes: en la RDA hasta 1990, y luego en la Alemania reunificada. ¿Cómo logró ella, una mujer del Este, llegar a la cima de la CDU y convertirse en la primera canciller de una Alemania unida? ¿Y cómo llegó a convertirse en una de las jefas de gobierno más poderosas del mundo occidental? ¿Qué la guio?
En Libertad, Angela Merkel nos habla de la vida cotidiana en la Cancillería, así como de los dramáticos días y noches en que tomó decisiones trascendentales en Berlín, Bruselas y otros lugares. Traza las largas líneas de cambio en la cooperación internacional y revela la presión que soportan los políticos hoy en día cuando se trata de encontrar soluciones a problemas complejos en un mundo globalizado. Nos lleva entre bastidores de la política internacional y muestra la importancia que pueden tener las conversaciones personales, así como sus límites. Merkel reflexiona sobre las condiciones para la acción política en una época de creciente confrontación. Sus recuerdos ofrecen una visión única de los entresijos del poder y constituyen un decidido alegato en favor de la libertad.
Hace poco tiempo, en la ciudad de Valdivia, Roger Chartier fue invitado a publicar uno de sus trabajos en la flamante editorial de la Universidad Austral de Chile. Su respuesta fue insólita: no quería escribir ni reeditar un libro al uso, quería materializar un volumen íntegramente «contado» desde su memoria, es decir, oralizar en forma de diálogo una nueva obra. Nada más ni nada menos que un diccionario sobre el libro y la lectura que abordara, para un amplio público, los principales hallazgos de sus investigaciones sobre la cultura escrita. Animados por esta inusual propuesta, dos antropólogos chilenos fueron capturando y modulando este «diccionario oral» a través de múltiples entradas y voces que el historiador iba proponiendo, ensayando y definiendo. El resultado es este excepcional lexicón, vocalizado bajo el signo del abecedario, y que compendia la vasta y lúcida obra de Roger Chartier.
Los libros, su escritura, difusión y lectura, desempeñaron un papel crucial en los primeros grupos de seguidores de Jesús. El nacimiento del cristianismo, su expansión y su arraigo, así como su posterior consolidación influjo cultural.
Los años 1857-1858 fueron particularmente vibrantes y fecundos en la evolución intelectual de Marx. Fue en la década de 1850 –que arrancó, tras las revoluciones frustradas de 1848, con el exilio y la radicación definitiva de Marx en Londres y en la British Library– cuando profundizó en el estudio de la economía política y cimentó su trayectoria posterior, comenzando por la que a la postre sería su obra más influyente publicada en vida, el libro I de El Capital (1867).
A pesar de no gobernar el Imperio romano directamente, Livia ha sido una de las mujeres más poderosas del mundo. Esposa del primer emperador romano, Augusto, y madre del segundo, Tiberio, se posicionó de forma determinante en el centro de la política romana.
En esta biografía de Livia, considerada unánimemente la más completa desde cualquier punto de vista, Anthony Barrett recurre a las fuentes antiguas para ir mucho más allá del retrato parcial de una maquiavélica conspiradora y nos descubre a una Livia compleja cuya prolongada influencia política contribuyó a dar forma al gobierno romano, dejando sentir su ascendencia mucho después de su muerte.
La vivienda es todo menos un asunto privado. Como expresión de las condiciones objetivas y como conflicto social permanente goza de centralidad política. En el campo de tensión entre el mercado, el Estado y las prácticas cotidianas, las encrucijadas principales de nuestra sociedad se reflejan en el acceso a la vivienda. En 1872, Friedrich Engels publicó Sobre la cuestión de la vivienda desde una perspectiva de la economía política. El texto subraya la imposibilidad del derecho a la vivienda sin cambios revolucionarios. 150 años después, sorprende la vigencia de sus análisis, que permiten reconocer cuestiones aparentemente específicas del desarrollo urbano como principios estructurales del capitalismo.
Sin embargo, abordar la cuestión de la vivienda en el siglo XXI significa pensar más allá de Engels. Los planteamientos feministas sobre la reproducción de los roles de género, los retos ecológicos, o el alcance de la regulación e intervención estatal en el sector, han añadido nuevos elementos a la cuestión. Ahora bien, ¿dónde queda la revolución, la propuesta engelsiana definitiva, también en el ámbito de la vivienda?
En Lo que Engels no podía saber. La vivienda como bien de inversión Andrej Holm actuliza las hipótesis intermedias de Engles, y plantea distintas posibilidades para la resolución de los problemas de acceso a la vivienda. Lo llama reformismo radical, una vía de propuestas concretas que, conjuntamente, representarían una alternativa cargada de potencia revolucionaria. En algún lugar, entre Engels y Holm, hay unas cuantas respuestas.
Luis XIV gobernó Francia desde su dormitorio. Durante la segunda Guerra Mundial Winston Churchill gobernó Gran Bretaña desde el suyo. Los viajeros acostumbraban acostarse con extraños y familias enteras compartían la cama en muchos hogares preindustriales. Las camas era artículos caros y, a menudo, de exhibición. A Tutankamón lo enterraron en un lecho de oro; los griegos acaudalados partían al más allá en camas-comedor y a los victorianos de clase media fallecidos se les reclinaba sobre una cama en el salón.
En esta amplia historia social, que cubre los últimos 70000 años, Brian Fagan y Nadia Durrani analizan el papel infinitamente variado a lo largo del tiempo. Este era un lugar para el sexo, la muerte, el parto, la naración de historias y la socialización, así como para dormir. ¿Pero quién hacía qué con quién, por qué razones, y como era que esto podía variar increíblemente según el momento y el lugar? Es apenas en la era moderna que la cama se ha transformado en una zona privada y oculta, y en gran medida su rica historia social ha quedado en el olvido.
El relato histórico del sionismo sobre Israel está construido sobre numerosas falacias y mentiras. Relatos ficticios que nos impiden entender los orígenes y la realidad actual del conflicto y que sutilmente arrojan dudas sobre el derecho moral de los palestinos a la tierra que ocupan.
En este innovador y polémico libro, el mundialmente reconocido historiador israelí Ilan Pappé examina los mitos esenciales que asientan el dominio sionista sobre la tierra palestina y que configuran la identidad del estado contemporáneo de Israel. Los relatos que explora Pappe –repetidos hasta la saciedad por los medios de comunicación, impuestos por el ejército de Israel, aceptados sin cuestionamiento por los gobiernos del mundo– refuerzan el statu quo regional. El autor explora de forma incisiva la afirmación de que Palestina era una tierra vacía en el momento de la Declaración de Balfour, así como la formación del sionismo y su papel en las primeras décadas de la construcción de la nación. Se pregunta si los palestinos abandonaron voluntariamente su patria en 1948 y si la guerra de junio de 1967 fue «inevitable». En cuanto a los mitos que rodean los fracasos de los acuerdos de paz y las razones oficiales de los ataques a Gaza, Pappe explica por qué la solución de dos Estados ya no es viable.
Los días de la Kenia colonial, inmortalizados por Karen Blixen en Memorias de África, fueron célebres gracias a un excéntrico y fascinante personaje de la alta sociedad: lady Idina Sackville, gran dama de una singular comunidad de hedonistas expatriados blancos que, entre las dos grandes guerras del siglo XX, se instalaron en las tierras altas llamadas Happy Valley. Esa era de lujo y excesos culminó con el misterioso asesinato del conde de Erroll en 1941, cuya investigación exhibió la decadencia y disipación de toda una pequeña sociedad de privilegiados. Pero ¿qué queda ahora de todo aquello? En el curso de una búsqueda excepcional, Juliet Barnes se propuso explorar Happy Valley para localizar las mansiones y guaridas de este extraordinario grupo de personas. Con la ayuda de un pintoresco guía africano, Solomon, representante de una sabiduría ancestral, y los recuerdos de los antiguos colonos y sus empleados, Barnes encuentra al pie de las imponentes montañas los restos de un estilo de vida irrepetible que la literatura y el cine han convertido en mito. En parte libro de viajes, en parte historia social, pero también indagación en la propia memoria, «Los fantasmas de Happy Valley» constituye una insólita y cautivadora evocación de la extraña aventura colonial de África, en la que espacios y personajes adquieren dimensiones casi épicas.
Autor del polémico Breve tratado sobre la estupidez humana, RicardoMoreno nos presenta en Los griegos y nosotros un entusiasta alegato en favor de una educación de horizonte y empeño humanistas, últimamente«tan amenazada por una pedagogía de retórica populista y mediática»,en palabras de Carlos García Gual. Moreno aboga por un tenaz elogiodel valor educativo de la cultura y la lengua de Grecia y Roma,alertándonos sobre el suicidio que supone el olvido de los clásicos.Supone, pues, una apología razonada y apasionada de los estudios delgriego y el latín y las Humanidades de raigambre clásica, que desdehace años están siendo ahogados y marginados por mezquinos y menguados programas oficiales tanto en la Enseñanza Secundaria como en laUniversidad.