Agosto de 1944. Treinta y siete oficiales de inteligencia aliados, condenados a muerte, entran en el Bloque 17 del campo de concentración de Buchenwald. Entre ellos, el comandante Forest Yeo-Thomas, enviado especial de Churchill como enlace con los líderes de la Resistencia; el capitán Harry Peulevé, responsable de la SOE (red creada para sabotear y espiar a los nazis), y el teniente Stéphane Hessel, agente de los servicios secretos de la Francia Libre (y posteriormente célebre autor de ¡Indignaos!). Tres semanas después de su llegada, el jefe del bloque recibe una primera lista de hombres que van a ser ejecutados. Pronto les tocará a esos tres oficiales. Con la complicidad de la resistencia clandestina del campo, los tres trazarán un plan arriesgado: entrar en los mortíferos barracones donde se experimenta con una vacuna contra el tifus. Una carrera contrarreloj que dejará sin aliento a los lectores mientras viven los días de coraje, angustia y esperanza de un puñado de hombres atrapados en las luchas de poder de Buchenwald.
Para los Aliados occidentales, el 11 de noviembre de 1918 siempre ha sido una fecha solemne: el fin de los combates que habían masacrado a una generación, y también la reivindicación de un tremendo sacrificio, con el desmoronamiento total de sus principales enemigos, el Imperio alemán, Austria-Hungría y el Imperio otomano. Sin embargo, para gran parte del resto de Europa se trataba de una fecha carente de significado, ya que una interminable serie de terribles conflictos fue afectando a un país tras otro. En este libro, sumamente original y absorbente, Robert Gerwarth nos pide que volvamos a reflexionar sobre el verdadero legado de la Primera Guerra Mundial. En gran medida, lo que acabó siendo un factor tan desastroso para el futuro de Europa no fueron los combates en el Frente Occidental, sino las devastadoras secuelas de la Gran Guerra, a medida que los países de ambos bandos del conflicto original sufrían el azote de las revoluciones, de los pogromos, de las expulsiones masivas y de nuevos conflictos a gran escala.
Fruto de un acceso ilimitado a sus archivos y del estudio de todo tipo de documentos, Lugares del pensamiento es la biografía más completa de Edward Said publicada hasta la fecha. En esta obra magistral, el pionero de los estudios poscoloniales, defensor incansable de su Palestina natal y erudito crítico literario, se nos dibuja como un tierno, elocuente y firme defensor del gran impacto que la literatura puede ejercer sobre la política y la ciudadanía.
Siguiendo la estela del desarrollo intelectual de Said, Timothy Brennan presenta a un maestro de los opuestos: un engatusador y un estratega, un intelectual neoyorquino con un pie en Beirut, un empresario de orquestas en Weimar y Ramala, un hombre que comparte anécdotas en televisión nacional mientras ejerce de negociador con Palestina para el Departamento de Estado. Además, rastrea las influencias árabes en su pensamiento, así como su aprendizaje bajo las alas de estadistas libaneses, de autores poco convencionales y de literatos neoyorquinos, y explica cómo se fue transformando en un erudito cuyos influyentes textos cambiaron para siempre el pensamiento occidental e inauguraron una innovadora y reivindicativa contra-tradición de humanismo radical.
La película de George Cukor de 1944, que popularizó el término gaslighting (o luz de gas), describe las manipulaciones del marido de Paula para llevarla al borde de la locura al hacerle dudar de su percepción de la realidad.
En Luz de gas, la filósofa Hélène Frappat ofrece una definición histórica, sociológica, política y filosófica de este fenómeno que ha trascendido las fronteras de las relaciones personales para convertirse en una herramienta de control más en todos los ámbitos. Desde la manipulación en las relaciones interpersonales hasta el negacionismo histórico, Frappat nos demuestra cómo el gaslighting no constituye solo una forma de maltrato físico y psicológico (especialmente hacia las mujeres), sino también un sistema diseñado para socavar los cimientos de la verdad y de la realidad.
Mediante una profunda lectura filosófica, Frappat nos invita a conocer y descifrar este concepto clave en los movimientos de liberación de la mujer y la teoría feminista, mostrando cómo ha pasado de ser un recurso cinematográfico a convertirse en una de las nociones centrales del debate público contemporáneo.
Carmen Martín Gaite es una de las escritoras más importantes del siglo XX, que, más allá de sus novelas, aplicó su personal mirada sobre las cosas y su límpida y ágil prosa para producir algunos de los mejores artículos y ensayos de su tiempo. Reunimos dos ejemplos dedicados a dos hombres que marcaron su vida de distinto modo, su íntimo amigo Ignacio Aldecoa, figura clave de la generación del cincuenta, como la propia Martín Gaite, muerto prematuramente en 1969, y su querido Melchor Rafael de Macanaz, destacado político y escritor de finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, víctima de la Inquisición y de las intrigas palaciegas, a quien dedicó seis años de estudio que desembocaron en una maravillosa monografía: Macanaz. Historia de un empapelamiento.
«NADA ES COMPARABLE AL ASOMBRO DE VIVIR».
A lo largo de mi vida, mis terapeutas han sido Platón, Sócrates, Marco Aurelio, san Agustín y Viktor Frankl, entre otros. También pueden ser los tuyos.
La razón me reveló que la tristeza es un desperdicio y que la inteligencia siempre tiende a la alegría. El pesimismo no es más que una perspectiva parcial y frente a él, el amor cura e invita al optimismo.
Esto es lo que quiero compartir contigo: que el ser humano puede elegir, que no es una marioneta en manos de la fatalidad, que es posible encontrar esperanza, que el dolor psíquico puede superarse y que el optimismo no es signo de ingenuidad, sino un ejercicio de lucidez.
La filosofía es la herramienta que nos ayuda a vivir mejor.
¿Cómo se convirtió el minimalismo en una tendencia decorativa? ¿En qué momento los uniformes de trabajo empezaron a venderse como artículos de moda? ¿Se puede ser cool con una remera blanca y unos jeans, independientemente de la marca? ¿Qué es, en definitiva, el buen gusto y quién lo define? Apoyándose en la filosofía, la sociología y la estética, citando algunos capítulos de Frasier o Los Soprano, o describiendo la decoración de las casas de Donald Trump y Kim Kardashian, la periodista británica Nathalie Olah investiga sobre las superficiales líneas que separan el buen y el mal gusto.
¿Cómo se convirtió el minimalismo en una tendencia decorativa? ¿En qué momento los uniformes obreros empezaron a despacharse como artículos de moda? ¿Puedes ser cool con una camiseta blanca y unos pantalones vaqueros, independientemente de la marca? ¿Qué es, en definitiva, el buen gusto y quién lo define?
Apoyándose en la filosofía, la sociología, la estética teórica, citando algunos capítulos de Frasier o Los Soprano, o describiendo los interiorismos de las casas de Donald Trump y Kim Kardashian, la periodista británica Nathalie Olah investiga sobre las superficiales líneas que separan el buen y el Mal gusto. La suya es una crítica mordaz a las élites que operan en la sombra, construyendo ideas dinámicas y excluyentes de lo que está de moda (y lo que no). Y a la importancia capital que le damos al ‘estatus’ que nos proporciona formar parte de ese selecto grupo de connosieurs.
¿Quién mueve realmente los hilos de este intangible (en las cadenas de ropa de gran consumo, en los despachos de los líderes políticos, en los impecables rostros de las estrellas del cine y en el interior de los restaurantes de postín) y cómo se estetiza y revaloriza la escasez —otra macabra invención del capitalismo— para crear una falsa jerarquía de la virtud centrada en el consumismo?
En Mañana, el capitalismo, Henri Lepage explora la transformación económica e ideológica liderada por nuevas teorías económicas estadounidenses en los años 70. Estas incluyen la escuela de "Public Choice", la teoría del capital humano y el movimiento por los derechos de propiedad, influidas por pensadores como Milton Friedman, James Buchanan y Gary Becker.
Lepage desafía la narrativa tradicional sobre el capitalismo, que lo pinta como un sistema de explotación. En cambio, sostiene que el capitalismo ha sido clave en el progreso económico gracias a la evolución de las instituciones de propiedad privada y mercados libres. Argumenta que fenómenos como la revolución agrícola y los cercamientos en Inglaterra permitieron la acumulación de capital que impulsó la Revolución Industrial.
Un punto central del libro es la crítica al intervencionismo estatal. A través de la "Public Choice", Lepage demuestra que las decisiones políticas no son neutrales, sino que responden a intereses particulares, resultando en un Estado ineficiente y costoso. También señala que el Estado del bienestar no ha logrado resolver los problemas sociales, sino que ha creado una burocracia insostenible.
El autor defiende el mercado libre como el mejor mecanismo para la asignación de recursos y la creación de riqueza. Finalmente, Lepage propone una "reinventación" del mercado, abogando por la reducción del Estado y la liberalización económica para asegurar un crecimiento sostenido y justo.
Mañana, el capitalismo ofrece una crítica al intervencionismo y una firme defensa del liberalismo económico, sugiriendo que el futuro depende de una mayor libertad de mercado.
«Busque la verdad sobre un autor en su correspondencia, más que en su obra. La obra suele ser una máscara».
Pocos pensadores contemporáneos han influido tanto en nuestra forma de enfrentar la existencia como Emil Cioran. Seleccionadas de entre los miles de archivos personales del escritor, las ciento sesenta cartas reunidas aquí, la mayoría de ellas inéditas, están dirigidas a su familia y amigos (en Rumanía y luego en Francia), a sus compañeros intelectuales y a sus lectores. En particular conoceremos su relación con Aurel, su hermano pequeño seminarista. También seremos testigos de aquello que compartió con nombres de la altura de Mircea Eliade, Carl Schmitt, Jean Paulhan, François Mauriac, María Zambrano, Fernando Savater, Samuel Beckett, Armel Guerne o Clément Rosset; y con la «Gitana», su última relación sentimental.
Lúcidas, irónicas y existenciales, estas cartas fueron escritas entre sus diecinueve y sus setenta y nueve años, por lo que componen un autorretrato íntimo del autor, quizá el más honesto hasta la fecha. Revelan, a su vez, el genio de Cioran para el arte epistolar, que cultivó y veneró por encima de los demás.