El sexo ¿es una noción indeleble de la biología o es una construcción performativa? En Cuerpos que importan, Judith Butler continúa la reflexión iniciada en El género en disputa sobre el carácter performativo de la sexualidad y del género, y reconsidera sus propios aportes a la teoría crítica y feminista durante la última década.
En esta ocasión, Butler sostiene que las teorías de género deben volver a la dimensión más material del sexo y la sexualidad: el cuerpo. Demuestra cómo el poder —indisociable de ciertas categorías discursivas y de las diferencias sexuales— restringe el sexo desde el principio, inevitablemente delimitando a su vez su materialidad.
A través de la lectura de textos de Platón, Freud, Lacan, Foucault, Žižek e Irigaray, la autora examina y debate sobre las maneras en las que opera la hegemonía heterosexual para moderar cuestiones sexuales y políticas. De este modo examina la categoría de identidad y sus alcances políticos, y se coloca en el centro de los debates de la teoría feminista y de las políticas queer.
Inteligentes, calculadores y amantes de los juegos, la cultura humana se desarrolla bajo la observación de los cuervos. El retrato de la más tenebrosa de las aves. Los cuervos viven por casi todo el planeta y siempre han buscado la compañía de los seres humanos. Seguían a los vikingos para después hastiarse con los restos de la batalla, y desde entonces se los asoció con la muerte. Los córvidos son magníficos observadores: establecen a su modo cálculos de probabilidades y conductas acerca de sus presas, y se van mudando a las ciudades escapando de la explotación industrializada del campo.
Los amemos u odiemos, pensemos que son sexis o extraños, los podamos considerar demasiado grandes o demasiado pequeños, o todo lo contrario, la humanidad mantiene una relación complicada con los culos. Es una parte del cuerpo que sólo nuestra especie posee, clave para su evolución y supervivencia, y aún así ha llegado a significar mucho más: sexo, deseo, humor, vergüenza.
Esta historia cultural nos lleva desde las salas de espectáculos del Londres del siglo XIX hasta los estudios de aeróbic de la década de los ochenta, desde aquel Baby Got Back de Sir Mix-a-Lot a las montañas de Arizona, donde cada año humanos y caballos compiten en una hazaña de resistencia de sus glúteos. Biólogos evolutivos que estudian cómo se desarrollaron los primeros traseros, modelos cuyas medidas han definido la talla de vaqueros para millones de mujeres, y gurús del fitness que crearon tendencia, el presente libro también pone el foco en el sesgo racial a través de figuras como Sarah Bartmann, Josephine Baker, Jennifer López y otras mujeres cuyos traseros han sido idolatrados, envidiados y despreciados.