Franco Berardi es conocido como «Bifo» desde que, en 1977, fuera acusado de estar entre los principales autores de la «insurrección creativa» de Bolonia. La búsqueda de una posible liberación del tiempo de vida de la esclavitud al trabajo asalariado recorre medio siglo de su actividad teórica: desde los artículos de los años setenta, publicados en fanzines y folletos de producción propia, hasta las profecías distópicas de las primeras décadas del siglo xxi, pasando por los ensayos sobre las implicaciones de la expansión de la red de redes en los años noventa.
Como no podía ser de otra manera en unas «obras escogidas», los escritos reunidos en este volumen abordan multitud de cuestiones: tecnología, comunicación, poesía, arte, psicoanálisis, esquizoanálisis, teoría política, geopolítica, etc. Lo que sin embargo unifica esta disparidad de temas es que la obra de Bifo viene siempre animada por una pasión constante por la rebelión ética y política. Partiendo de la observación de que la tecnología y el conocimiento reducen el tiempo de trabajo necesario, el autor elabora una visión original de los procesos técnicos, antropológicos y políticos. A pesar de la involución que ha producido el neoliberalismo en la historia del mundo y de la caída en nuevas formas de identitarismo y fascismo posmoderno, Bifo siempre muestra una posibilidad de emancipación.
Dentro del mundo de la filosofía, existen libros de una mayor o menor utilidad práctica. Meditaciones, de Marco Aurelio, lo es. Con un lenguaje claro y familiar ofrece enseñanzas sencillas y concisas que mejora nuestra vida si logramos asimilarlas correctamente. Párrafos cortos, ideas de gran profundidad, lenguaje muy cercano… y llegamos a los principios e ideas que guiaron su vida como político y lo convirtieron en uno de los mejores gobernantes de todos los tiempos. Meditaciones es una obra que el emperador escribió a y para sí mismo, como ejercicio y práctica para recordar y tener a mano los principios de la filosofía que adoptó, el estoicismo, rasgo que lo convierten en un texto eminentemente moderno de ética, uno de los mejores manuales o tratados que ha dado la historia. Además, el texto ha sido ejemplo de distintas corrientes modernas y contemporáneas, bases de pensamiento las del estoicismo que ya están presentes de alguna forma en otras filosofías, las orientales, como el taoísmo o el budismo.
El emperador y filósofo romano Marco Aurelio destacó por su serenidad, su modestia y su búsqueda de la verdad, a la vez que fue un césar brillante en el campo de batalla. Solo escribió una obra: Meditaciones, uno de los mejores libros de filosofía y ética de la historia. Se trata de un compendio de sabiduría y reflexión para afrontar los tiempos adversos. Sus principios estoicos siguen estando vigentes en la actualidad: cómo mantener la integridad, cómo ser tolerante, cómo conservar la calma, cómo vivir en armonía el presente, actuando sobre lo que depende de uno y aceptando lo que no. En definitiva, una obra maestra para comprender mejor nuestras almas.
Escritas en griego por un emperador romano e intelectual que no tenía intención alguna de publicarlas, estas píldoras de sabiduría práctica, repletas de encanto y expresividad, han sido consultadas y admiradas por estadistas, pensadores y lectores de a pie durante casi dos mil años. Aunque Marco Aurelio los compuso para comprenderse a sí mismo y dar sentido a su vida, estos ejercicios espirituales trascendieron ese fin y se consideran una de las más grandes obras de la historia de la filosofía. Pero, además, esta lectura enormemente placentera nos ayudará a consolidar nuestra fortaleza interior y a protegernos del desorden de nuestras pasiones y de los peligros de nuestros errores.
Gaziel fue uno de los grandes nombres del periodismo español del siglo XX, compañero de generación de Josep Pla y Manuel Chaves Nogales. Obligado a abandonar el oficio tras las Guerra Civil, vivió un exilio interior de dos décadas en Madrid que dio lugar a este retrato lúcido y desgarrador de la posguerra.
En sus páginas aborda la transformación moral e intelectual del país durante aquellos años, en los que el idealismo fue tornándose pragmatismo, rayando el cinismo. Observa, también, el papel no siempre loable que interpretan grandes mentes de la época, así como la vida cotidiana en un Madrid repleto de personalidades. Gaziel no cesa en su empeño de entender el mundo que le rodea: el encaje de Cataluña en España y el de España en Europa, la lenta recuperación de las democracias europeas y la nueva relación del continente con Estados Unidos. Tampoco faltan referencias a lecturas de clásicos y agudas reflexiones sobre la historia de España o el cristianismo. El resultado es un libro capaz de iluminar una época decisiva de nuestra historia moderna.
El economista bestseller Nouriel Roubini fue apodado «Doctor Fatalidad» por sus agoreras previsiones y advertencias en 2006 sobre la crisis financiera que se avecinaba, hasta que sus predicciones y la Gran Recesión se hicieron realidad en 2008, cuando ya era demasiado tarde.
Sus predicciones están de vuelta con un pronóstico mucho más aterrador. Roubini identifica diez riesgos y peligros sin precedentes que se ciernen sobre nuestro planeta, interconectados y superpuestos, y tan graves que pueden considerarse «megamenazas».
La peor crisis de deuda que el mundo haya visto jamás, tensiones geopolíticas que llevarán a una nueva Guerra Fría entre China y los Estados Unidos, la expansión de la ola populista, la emergencia climática, la normalización de las pandemias globales, el colapso demográfico, la desglobalización económica, la revolución tecnológica y su impacto en el empleo, el aumento de las desigualdades o el agravamiento de la inflación son algunas de sus manifestaciones.
Nuestra generación va a asistir al fin de la era de crecimiento económico, prosperidad sostenida, alta productividad, estabilidad y paz a la que nos habíamos acostumbrado. Nos encaminamos hacia una época de inestabilidad crónica, conflicto y caos.
A menos que entremos en razón y actuemos ya, nos asomaremos al precipicio de una «Gran Estanflación» que hará que la Gran Depresión o la crisis de la década de 1970, a su lado, parezcan un juego de niños. Una vez más, estamos avisados.
Un recorrido por los chistes más incómodos del diario satírico de referencia en España.
Trece años comprometidos con la información veraz, verídica y verdadera dan para mucho. También para meterse en problemas.
Motivados por la perspectiva que otorga el paso de los años, los fundadores y editores de El Mundo Today recuerdan en este libro las múltiples veces en que han incomodado al poder y han sido objeto de amenazas y furibundas críticas. Terrorismo, Casa Real, feminismo, Cataluña, pederastia... No han dejado pasar ni una, y esta selección es una muestra de ello. Una celebración de sus momentos estelares pero, sobre todo, una reflexión acerca de la posibilidad de hacer humor al filo de la demanda.
Llamamos melancólico a quien no puede hacer más que entregarse sin reservas a ese sentimiento de deambular en la oscuridad y desear la luz, y a su estado lo denominamos melancolía. La melancolía es recuerdo. Si hubo tormenta, habrá otra. Si hay marea baja, volverá a subir la marea. El hombre melancólico no se fija en lo que hay en un preciso momento, sino que espera la llegada de aquello que en ese momento no es. Se aferra mentalmente a lo previsible, aunque es posible que el recuerdo de lo imprevisible haya hecho ya mella en su confianza en la razón; teme lo que no está y por eso se angustia ante la llegada de aquello que espera.
Con el derrumbe del comunismo en 1989 las utopías del siglo xx desaparecieron y dejaron lugar a un presente cargado de memoria pero incapaz de proyectarse en el porvenir. Este nuevo vínculo entre historia y memoria permite redescubrir una tradición oculta, una visión melancólica de la izquierda que atraviesa la historia revolucionaria. A partir de un archivo vasto y heterogéneo de teoría, testimonios e imágenes, Enzo Traverso explora esta constelación melancólica desde perspectivas diversas: el análisis de una cultura izquierdista de la derrota, la descripción de una concepción marxista de la memoria, la construcción de una visión del duelo, y la investigación de la tensión entre el éxtasis y la pena que da forma a la bohemia revolucionaria. Se concentra también en algunas figuras que sintetizan distintas formas de melancolía de izquierda, de Marx a Benjamin, pasando por Trotski y Bensaïd, y en el análisis de una rica iconografía, desde pinturas de Courbet hasta afiches soviéticos de la década de 1920, o películas de Eisenstein, Theo Angelopoulos, Chris Marker y Ken Loach. En las antípodas de un manifiesto nostálgico, Traverso sostiene: 'La melancolía de izquierda no significa el abandono de la idea del socialismo o de la esperanza de un futuro mejor; significa repensar el socialismo en un tiempo en que su memoria está perdida, oculta y olvidada y necesita ser redimida'.