De Tácito no sabemos muchos datos biográficos importantes, más allá de algunos de los cargos políticos que ocupó en la administración imperial. Desconocemos fechas y lugares exactos de nacimiento y muerte e incluso se duda sobre su praenomen. Sin embargo, no hay prácticamente ninguna duda de que es uno de los historiadores fundamentales de la literatura latina, gracias sobre todo a dos obras que repasan la época imperial desde la muerte de Augusto: Anales e Historias.
Tras el primer volumen de Anales en la Biblioteca Clásica, que reunía los seis primeros libros de la obra, este segundo tomo recoge los libros XI-XVI, ya que los intermedios VII-X se perdieron por completo. Aquí Tácito narra, año tras año y con su brillante estilo analítico y contundente, el período que va del 47 al 66 d. C., es decir, buena parte de los reinados de Claudio y Nerón.
Una edición especial del vigésimo quinto aniversario de la obra clásica de espiritualidad y misticismo celta del querido poeta y filósofo, John O'Donohue, con una nueva introducción del presidente de Irlanda, Michael D. Higgins, un epílogo del difunto hermano del autor, Pat O'Donohue, y material perspicaz del círculo de amigos cercanos del autor.
En este venerado clásico, John O'Donohue ahonda en temas de amistad, pertenencia, soledad, creatividad e imaginación, entre muchos otros. Ampliamente reconocido por llevar la espiritualidad celta al diálogo moderno, sus percepciones únicas del mundo antiguo hablan con urgencia sobre nuestra necesidad de redescubrir los umbrales del alma.
Con sabiduría lírica y fluidez, O'Donohue nos empuja hacia senderos de descubrimiento para regresar al ritmo natural que mora en nosotros, en sagrada conexión con los demás y con los paisajes que habitamos. Esta colección atemporal nutre el corazón y eleva el espíritu. Es «un libro para leer y releer ahora y siempre». (Irish Times)
¿En qué momento el pensamiento fundacional entró en las filas de los anarquismos? ¿Qué peligros inadvertidos encierra este oxímoron? ¿Cómo volver al origen sin reivindicar un origen estable? Si todo arché, todo principio fundacional, conlleva el riesgo del totalitarismo, el anarquismo debe problematizar y combatir el regreso a cualquier fundamento que se pretenda sólido, atemporal y dogmático. Sin embargo, el mal contra el que se lucha existe también, a menudo, en la propia trinchera.