Más que un libro esto es una conversación a modo de propuesta de amistad, con siete disquisiciones que inciden en el mundo actual sobre asuntos como liarse la manta a la cabeza, la seducción de los personajes malos, usar la imaginación propia para entender la ajena, el rencor y la fortuna, los cataclismos medioambientales, las pequeñas heroicidades del día a día, los colores que pintan nuestra existencia o el sentido de la vida como historia que escribimos entre todas las personas, a veces sin querer.
Pequeñas heridas mortales se despliega como antorcha que ilumina la caverna moderna y nos sitúa ante siete reflexiones plagadas de alusiones a la ciencia y a la conducta humana, pero siempre con la filosofía y la literatura como brújulas para desvelar el sentido de las cosas y de la vida. Gopegui despliega el cometido del conocimiento, que como luz ilumina nuestros refugios, conduciéndonos por mil y un mapas a diversas escalas de la intelectualidad y con el innegable compromise ético y politico que baña sus novelas.
Un manual conciso y directo para que los más jóvenes aprendan a desentrañar una ciencia y una profesión tan apasionantes e importantes como denostadas.
Cada vez es más necesario encontrar a jóvenes interesados en «hacer política», pues son ellos los que deben mejorar y preservar el futuro de un mundo que ahora contemplan como una herencia envenenada. Porque «hacer política» es oponerse a la resignación y al desinterés, y no el deseo de acaparar cargos importantes. Es, más bien, participar, intervenir en la realidad para proteger lo que es indispensable para la vida en común y el derecho a elegir. Por eso, este libro es una herramienta útil para quienes desean acompañar a los jóvenes en este camino.