La batalla por recuperar la libertad frente a las élites que intentan redefinir nuestro futuro.
Tras la caída del Muro de Berlín, aquellos destinados a liderar la sociedad creyeron que la tecnología y la globalización nos traerían un futuro espléndido. Sin embargo, se convirtieron en víctimas del pensamiento Pluto, una ideología perezosa que parecía invencible. Mientras tanto, algunos jóvenes activistas desde despachos universitarios estaban diseñando una nueva propuesta revolucionaria y social que, años más tarde, tendría en Occidente más influencia de la que jamás tuvo el comunismo.
La caída del Muro no trajo la libertad esperada, sino nuevas cadenas invisibles.
Hoy, quienes estudiaron en los años ochenta y noventa en costosas universidades privadas se preguntan por qué pasaron sus días aplicando políticas de igualdad y sostenibilidad basadas en principios que no compartían. La respuesta radica en que se equivocaron al pensar que la economía y la tecnología resolverían todos los problemas. El resultado contemporáneo es la disputada Agenda 2030, salpicada de dudas y muchos interrogantes, como: ¿Quién ha diseñado la agenda política actual? ¿Por qué el cambio climático es una prioridad por encima de la natalidad? ¿Es más poderoso el que hace la ley o el que logra imponer un nuevo sentido común?
Nadie ha condicionado tanto la historia contemporánea de España como Francisco Franco Bahamonde (1892-1975). Sin embargo y a pesar de su omnipresencia –de las monedas a las aulas, del NODO al debate público—, el dictador sigue siendo un desconocido, oculto tras una maraña de apriorismos y de tópicos, de maniqueísmos y de mentiras. El profesor Julián Casanova, el mejor historiador de su generación y el máximo especialista sobre el período, nos ofrece una biografía informada y reveladora sobre la persona y el personaje que determinó los destinos de España durante cuatro décadas.
Cincuenta años después de su muerte, Julián Casanova revela aspectos desconocidos por sus coetáneos y traza, para las nuevas generaciones, el retrato definitivo del dictador Para ello ha indagado en decenas de testimonios, libros y documentos que, con el poso de toda una trayectoria académica y de investigación, le permiten una aproximación tan precisa y novedosa como relevante y sugestiva.
Franco comenzó el asalto al poder con una sublevación militar y lo consiguió a sangre y fuego en una guerra civil. Hasta entonces, había sido uno más entre sus mediáticos hermanos, entre los despiadados africanistas y entre las estrellas ascendentes tentadas por la contrarrevolución. La asunción del poder absoluto modificó profundamente tanto su personalidad como su proyección exterior y su círculo íntimo. A pesar de no contar con un cuerpo ideológico o programático consolidado y de su escaso carisma, su legado forma parte de nuestro pasado más reciente. Hoy, con este relato magistral, la reconstrucción biográfica está completa.
Este trabajo aborda el neoliberalismo sobre un terreno que siempre le fue propio: la elección de la guerra civil. Si el neoliberalismo se puede caracterizar por sus pretensiones de organizar todo aspecto de la vida social según una lógica de mercado, este proyecto solo ha resultado posible bajo la dimensión de una violencia que le es innata. Por eso, la «guerra civil» es algo más que una metáfora.
Propugnada por los neoliberales, la guerra consiste en un ejercicio de dominación polimorfo que a veces se dota de medios militares y policiales, pero que a menudo se confunde con el poder gubernamental y por lo general se lleva a cabo en y a través de las instituciones del Estado. La paradoja del neoliberalismo es así que siempre ha requerido del Estado y de su poder de coerción. De un modo radical, los neoliberales han desplazado el concepto de libertad, tradicionalmente vinculado a la emancipación y la lucha contra la opresión, a la pura libertad económica y de mercado, que exige de la opresión estatal para ser garantizada.
En estas páginas, se analiza así la historia del proyecto neoliberal. De Hayek a Thatcher y Pinochet, de Mises a Trump y Bolsonaro, y de Lippmann a Biden y Macron, el neoliberalismo ha adoptado diversas formas según dictan las circunstancias. Pero en todos los casos, lo que aparece bajo esta perspectiva estratégica es la historia de una lógica dogmática implacable que no repara en medios a la hora de debilitar y, si es posible, aplastar a sus enemigos.