Esa desigualdad se retroalimenta y está averiando los tradicionales ascensores sociales: los impuestos dejan de gravar más a los que más tienen y la educación y las pensiones dejan de garantizar el ascenso o la protección social. El resultado es un edificio en el que los más ricos ganan más y los más pobres cada vez tienen menos, diferencias que se van enraizando en nuestra comunidad, de manera que quienes nacen pobres no pueden ascender y quienes nacen ricos nunca dejan de serlo.
La desigualdad es también empresarial y afecta incluso a la libertad de expresión, donde las líneas editoriales comienzan a servir a las grandes fortunas en lugar de a los grandes públicos.
Este es el estado actual de nuestro Edificio España. Hacen falta reformas urgentes para evitar que se derrumbe.
Durante la última década, Joaquín Luna se ha convertido en un personaje de ficción, la voz desacomplejada de la experiencia, periodista de La Vanguardia, dandi de la noche barcelonesa y experto polemista en política y divorcios. Lo ha hecho a través de textos capaces de adentrarse en la contemporaneidad y sus absurdidades sin perder nunca el sentido del humor.
En este libro brilla su estilo para capturar el patetismo de nuestros días, un lugar en el que el pasado y el presente colisionan siete veces en lo que dura un agua con gas. Divertidas, osadas, incómodas, estas páginas son un ejemplo de literatura costumbrista, escritas por un maestro en aquello de meterse en un berenjenal sin arrugarse la camisa.
Mariana Zuvic es nacida y criada en Río Gallegos, Santa Cruz. Conoció a Néstor y Cristina desde muy pequeña porque eran amigos de sus padres. Todo comenzó a cambiar -así lo narra en este libro- cuando el matrimonio Kirchner dio un giro a los parámetros morales con los que se movían en esa pequeña ciudad patagónica. Santa Cruz fue el laboratorio del modus operandi de hacer política que luego trasladaron a la Nación.
Nunca antes alguien había narrado en primera persona la intimidad del origen de esas "prácticas de destrucción institucional, descomposición social y corrupción que llevaron a los ciudadanos a transformarse en rehenes de la lógica amigo-enemigo", según cuenta Zuvic. Método que ejercieron como abogados, en la intendencia, en la gobernación de la provincia y del país.
El origen cuenta esa parte oculta de la historia reciente, lo que sucedió cuando Néstor y Cristina eran dos desconocidos para la mayoría de los argentinos. La investigación incansable de Mariana Zuvic junto a Elisa Carrió -que prologa este libro- fue determinante para llevar a la justicia las denuncias por malversación de fondos públicos del gobierno kirchnerista. Su historia es clave para entender qué pasó -y pasa- en Santa Cruz y en la Argentina desde hace treinta años.
Si trabajamos, hacemos la compra y nos formamos online, ¿no íbamos a buscar pareja online?
Cada vez oímos más “Nos conocimos en Tinder/ Meetic / Happn / Match.com / Badoo /Grindr…”. Los algoritmos de estas apps están transformando las relaciones personales.
Si se miran con atención reflejan mucho más que selfies con barba o morros rojos. A partir de su experiencia personal, la autora narra, por ejemplo, cómo acabamos convertidos en un producto que conforma ese catálogo de personas disponibles.
Sin embargo, tras una interfaz fácil y novedosa, ¿puede que las relaciones funcionan (o fracasan estrepitosamente) reproduciendo las mismas reglas de siempre?
Un libro que muestra los rastros, los vestigios de un holocausto donde se difuminan los límites, los bandos, las auténticas motivaciones.
«Entre las once crónicas que integran este libro la más antigua tiene fecha en 2014 y la más reciente en 2021. Lapso que abarca los años inmediatamente anteriores y posteriores a la firma del Acuerdo de Paz. Varias narran episodios que ocurrieron mucho antes de que gobernante alguno fuera capaz de sentar a los comandantes guerrilleros más ortodoxos y anquilosados a una mesa de negociación. Otras avanzan sobre personas cuyas vidas quedaron transversalizadas por ese acuerdo. Todas pueden leerse como diferentes formas de ser o caer víctima en esta guerra, en medio de las circunstancias específicas de cada territorio.»
Este no es un libro sobre la guerra. Ni siquiera es un libro sobre quienes participaron en ella. Tendría que ser, más bien, el relato íntimo de un reportero que se tropieza en cada encrucijada con esquirlas y cicatrices, como quien va recogiendo trozos rotos en cada paraje lejano de la geografía nacional para intentar recomponer algo que se parezca a una explicación.
¿Qué les pasó a los colombianos? Quizá sea prematuro ofrecer respuestas, pero ahí están los rastros, los vestigios de un holocausto donde se difuminan los límites, los bandos, las auténticas motivaciones. La guerra es eso que ocurre en otro lado y en otro tiempo: ese pasado que aún se conjuga en presente.
Al explicar por qué su antecesor mentía tanto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que «Trump miente como Goebbels». ¿Era adecuada la comparación? Breve historia de la mentira fascista demuestra que sí, pues, en efecto, hoy asistimos en todo el mundo a una notable y sostenida ola de nuevos líderes populistas de derechas que, como los líderes fascistas del pasado, derivan gran parte de su poder político de cuestionar la realidad, respaldar mitos, promover la ira y la paranoia y difundir mentiras.
Federico Finchelstein explica por qué los fascistas consideraban que sus mentiras –«verdades simples» llenas de odio– eran ciertas y por qué, a lo largo del siglo XX, muchos seguidores de sus postulados, al verlas encarnadas en esos mismos líderes, las asumieron como verdad. Si, de Hitler a Mussolini, los líderes del fascismo capitalizaron la falsedad como base de su poder, esa historia continúa en el presente: ahora las noticias verdaderas se presentan como fake news y las noticias falsas se convierten en acciones de gobierno. La posverdad, tal como queda demostrado en el presente ensayo, tiene una larga historia entre los políticos y un linaje intelectual bien preciso.
Compendio vital sobre el momento sombrío que atraviesa la política contemporánea, esta no es solo una lúcida historia intelectual del fascismo, sino un recordatorio urgente de la poderosa fuente de odio que subyace a nuestra era de negación de la realidad.
El mundo explicado a partir de la luz de una bombilla.
La humanidad se enfrenta a la titánica tarea de conseguir un sistema energético que cubra sus necesidades, que sea sostenible, respetuoso con el medio ambiente y la salud de las personas, y que al mismo tiempo sea asequible para tener un alcance universal. No existen soluciones mágicas en ingeniería, sino soluciones de compromiso en las que se analizan las ventajas e inconvenientes de cada una y se busca un equilibrio.
Geoestrategia de la bombilla se adentra en la ciencia de la energía, en las tecnologías presentes y futuras, en cómo la extracción de minerales, el procesamiento, la generación y la distribución alteran el orden mundial, hacen crecer a países, hunden a otros, desatan conflictos bélicos o cierran fronteras. Un viaje que va desde los minerales bajo nuestro suelo hasta proyectos nucleares propios de la ciencia ficción, que nos explica la historia y la política de la energía desde una perspectiva distinta, que pretende concienciarnos de las contradicciones del mundo en que vivimos y que finalmente propone soluciones realistas basadas en la ciencia.
La Ley Gascón consta de un único artículo y una apostilla, a saber: «Toda sátira es profecía. Toda parodia es eufemismo». Es posible que esto sea cierto en todas las épocas, pero una de las características de la conversación pública actual es el ciclo informativo de veinticuatro horas y siete días a la semana, que va muy deprisa y que a la vez no se dirige a ninguna parte. No solo se confunden lo urgente y lo importante, también se mezclan lo real y el simulacro.
En los últimos cinco años España ha vivido un golpe de Estado posmoderno, cuyos protagonistas todavía no saben si iba en serio o no; una moción de censura contra un presidente del Gobierno que decidió emborracharse mientras lo echaban, y de la que salió un nuevo presidente apoyado por los que habían protagonizado un pronunciamiento civil unos meses antes; el primer Gobierno de coalición, con el sostén de un partido que se oponía a la casta y que consiguió colocar a un matrimonio en el Consejo de Ministros; el ascenso y hundimiento de un partido de centro liberal y el surgimiento de una fuerza de ultraderecha. Mientras, científicos sociales explicaron lo que es el sesgo y luego lo ejemplificaron con su comportamiento.
Enfrentado a tamaño panorama, Daniel Gascón habla de temas que le importan a través de formas que le gustan, con el humor como lente fundamental y la viñeta como ilustración certera. Fake news es una especie de crónica de hechos alternativos, así como un extraño intento de diagnóstico. Porque, como la realidad se empeña en recordarnos cada día, toda sátira es profecía y toda parodia es eufemismo.
La impostura moral define nuestra época. No pasa un segundo sin que veamos en nuestras pantallas a alguien (un político, un periodista, un influencer, un ser anónimo) exhibiendo sus cualidades personales o criticando las de otros. Y para ello vale cualquier artimaña: su propio cuerpo, su alimentación, sus causas benéficas, sus mascotas, sus hijos o sus mayores.
La máscara moral. Por qué la impostura se ha convertido en un valor de mercado trata de explicar cómo el neoliberalismo y la masificación de las nuevas tecnologías han redefinido nuestra forma de relacionarnos basándose en el control moral del otro, han esterilizado nuestra cultura y han trastocado la función evolutiva de la moral: desde la cohesión grupal hasta la actual exhibición individualista e hipócrita en un teatro con miles de máscaras donde todos los personajes quieren ser el protagonista.