«Cada vez son más los científicos que nos prometen que la revolución de la longevidad llegará mañana, que nuestros nietos podrán vivir ciento cincuenta años o más, aún jóvenes y con buena salud física y mental. Este libro hace balance de estas investigaciones, separa la ciencia de la fantasía y plantea la pregunta fundamental: ¿por qué vivir tanto? Este es el tema principal de este libro, que, ante esta pregunta, examina las dos concepciones existentes pero opuestas de una vida feliz. La primera, que procede de los siglos pasados y que la psicología positiva ha vuelto a poner de moda, nos invita a decir «sí a la realidad», a resignarnos al orden natural de las cosas para aceptar con serenidad la vejez y la muerte. En cambio, las filosofías modernas abogan por una espiritualidad completamente distinta: la prolongación de la vida con buena salud podría ofrecer a la humanidad la oportunidad de ser por fin menos estrecha de miras, menos violenta y, por qué no, más sabia que en el siglo XX». «Me parece genial llegar a vivir 300 años, hay tantas mujeres que amar, hay tantos libros que leer». Luc Ferry
La sexualidad no solo se ha convertido en un campo esencial de la historia, también se ha apoderado del léxico político: igualdad, dominación, discriminación, libertad, liberación, revolución, etc. En línea con la obra de Michel Foucault, se presenta como un hecho eminentemente cultural, sensible a las transformaciones económicas, religiosas y científicas, y que estructura los marcos mentales y alimenta la imaginación de las diferentes sociedades. Esta accesible, amplia y original reflexión sobre la historia de las sexualidades, apoyada en una vasta y actualizada investigación documental, ofrece un recorrido -desde la Antigüedad clásica hasta nuestros días- por las principales etapas y desarrollos de las normas y las mentalidades, abordando aspectos concretos como la edad, el género, la orientación sexual, así como la legitimidad de las parejas y el contexto general, entre otros factores.
Frente a la creencia generalizada de que la violencia organizada experimenta un declive continuo a lo largo de la historia, este libro ofrece un análisis sociológico en profundidad que revela que, en realidad, va en aumento. Malesevic demuestra que la violencia está determinada por la capacidad organizativa, la penetración ideológica y la microsolidaridad, más que por las tendencias biológicas, lo que significa que, a pesar de que las sociedades premodernas están expuestas a espectáculos de crueldad y tortura, no cuentan con los medios organizativos necesarios para matar sistemáticamente a millones de personas.