La palabra geopolítica se aplica generalmente al estudio de las rivalidades entre los Estados. Este libro plasma una concepción de la geopolítica definida y aplicada por el geógrafo francés Yves Lacoste y por la revista que él fundó en 1976: Hérodote. Aborda la geopolítica como un método de análisis de los antagonismos que pueden desarrollar grupos inscritos en territorios concretos, de magnitud y naturaleza variadas. Desde esa perspectiva, se plantea el Estado como un modo de organización social y política cuyas rivalidades internas (entre los ciudadanos de un mismo país) deben ser analizadas para asimismo entender las relaciones internacionales.
La cartografía a distintas escalas de los fenómenos estudiados es un elemento fundamental del análisis geopolítico, así como los esquemas para visualizar el papel de los protagonistas. Por ello, esta obra ofrece una treintena de mapas y esquemas realizados por especialistas –y homogeneizados por el ingeniero cartógrafo Guilhem Marotte– para ilustrar determinadas situaciones y razonamientos, como pueden ser el trazado del tranvía en Jerusalén, los conflictos en África central o los intereses de distintas comunidades autónomas en las aguas del río Tajo.
Este libro tiene su origen en la profunda convicción de Karl Kerényi de que había llegado el momento de escribir una mitología griega que no estuviera destinada a especialistas en estudios clásicos, historia de las religiones o etnología, tampoco a los niños –para quienes había sido adaptada según discutibles puntos de vista educativos–, sino a aquellos adultos que sencillamente desearan conocer, más allá de su carácter narrativo, el profundo significado psicológico de los mitos.
Haciendo acopio de una gran cantidad de fuentes, Kerényi nos ofrece una diáfana y a la vez erudita exposición de los mitos griegos más relevantes: la compleja genealogía de las divinidades primordiales, como Océano, la Noche y el Caos, y de los titanes; las diosas olímpicas, entre ellas Afrodita bajo sus diversos aspectos; Zeus y todas sus esposas; Metis y Palas Atenea; Apolo y Ártemis; Hermes, Pan y las Ninfas; Posidón y sus mujeres; el Sol y la Luna; Prometeo y la raza humana; los dioses ctónicos Hades y Perséfone, o el inefable misterio de Dionisos.
El famoso explorador, marino y navegante portugués Fernando de Magallanes ha sido aclamado durante siglos como un verdadero héroe: un noble aventurero que circunnavegó el globo en una extraordinaria gesta de valentía humana. Su nombre aporta connotaciones relacionadas con la ciencia, el emprendimiento y el éxito, por no decir que se reclama para su figura una importancia mundial que trasciende los nacionalismos. Pero ¿fue realmente así?
Felipe Fernández-Armesto, en una deslumbrante y magnífica investigación, nos revela a un Magallanes muy diferente, una figura controvertida que nunca se propuso, y menos aún lo logró, dar la vuelta al mundo, que cometió asesinatos, malgastó recursos de la Corona, se desempeñó negligentemente como capitán general del viaje que le hizo célebre, asumió riesgos innecesarios que acarrearon hambre, enfermedades y derrotas, provocó motines, tuvo una conducta con los pueblos indígenas cuando menos controvertida y cuya única y verdadera ambición no fue otra que explotar el oro filipino.
Un ensayo brillante y cautivador, que se lee casi como una novela, y que lleva al lector a vivir las aventuras más insospechadas.