«El dios que fracasó» es una obra clásica, un documento esencial de la Guerra Fría, que reúne los testimonios de algunos de los escritores más importantes del siglo xx acerca de su fascinación por el comunismo y su posterior desilusión.
El premio Nobel francés André Gide; el poeta y narrador afroamericano Richard Wright, autor de Hijo de esta tierra, uno de los relatos más crudos sobre el racismo en su país; el luchador antifascista y novelista italiano Ignazio Silone; el poeta británico Stephen Spender; el narrador y ensayista Arthur Koestler, y el periodista estadounidense Louis Fischer, biógrafo de Lenin y Gandhi, cuentan cómo la búsqueda de un mundo mejor y el rechazo a las injusticias del capitalismo los llevó a abrazar el comunismo como una nueva religión, defendiéndola con el celo del converso.
Cada uno de ellos fue descubriendo, más tarde, la verdadera naturaleza del credo político al que habían consagrado su fe. Aquel amor inicial se transformó en rechazo y horror al descubrir que, tras los bellos ideales, se escondían crímenes atroces y retrocesos enormes en las libertades, de los que habían sido cómplices involuntarios. Sin abandonar la preocupación por la justicia, sus relatos apóstatas nos ayudan a entender la mentalidad fanática que puede carcomer una sociedad.
«Justificar la mentira, la deshonestidad o el crimen, compartir una fe gregaria y estar en posesión de la única verdad me parecen elementos totalitarios que no han variado ni un milímetro desde 1950. Incluso entre tanta gente que se cree demócrata». Félix de Azúa
¿Ha oído que el lenguaje es violencia y que la ciencia es sexista, o que estar obeso es saludable, o que no existe el sexo biológico, o que solo las personas blancas pueden ser racistas? ¿Se pregunta cómo esas ideas han conseguido tan rápidamente poner en entredicho la propia lógica de la sociedad occidental? El presente libro, traducido a más de quince lenguas, documenta la evolución del dogma que subyace a esos postulados, desde sus orígenes en el posmodernismo francés. Hoy, este dogma es reconocible tanto por sus efectos -la cultura de la cancelación y las campañas de acoso en redes sociales- como por sus axiomas, que con demasiada frecuencia son considerados indiscutibles por los medios de comunicación. Helen Pluckrose y James Lindsay desmontan este entramado teórico que sustenta el activismo radical, cuya deriva autoritaria representa una amenaza no solo para la democracia liberal, sino también para la modernidad misma.
La actividad sexual es placentera y saludable. Y si va unida a afectos y vínculos amorosos es un factor fundamental para nuestro bienestar o felicidad. Sin embargo, la sexualidad no es un mero instinto, sino una motivación o pulsión que nos permite decidir y tener en cuenta el consentimiento o acuerdo de la otra persona. En esta obra se hace una revisión de distintos modelos educativos que se han presentado en materia de sexualidad, con especial mención al modelo biográfico y ético por ser este decidido y construido por la persona (es decir, biográfico) y teniendo en cuenta a los demás (esto es, ético). En la exposición de cada modelo se plantean los objetivos y competencias que se pretenden alcanzar, los contenidos y actitudes que se trabajan y la metodología utilizada. Se describen también las funciones de la persona, la familia, la escuela y los profesionales. Asimismo, se presentan varios programas de educación sexual del autor y uno de Javier Gómez Zapiain.