¿Qué pasaría si te despertaras una mañana y descubrieras que has adquirido otro yo, un doble que casi eres tú, pero que en realidad no lo es? ¿Qué pasaría si ese doble compartiera muchas de tus preocupaciones, pero de forma totalmente opuesta, y promoviera aquellas causas contra las que has luchado toda tu vida?
Cuando Naomi Klein descubrió en las redes a una mujer con su nombre de pila, pero con opiniones dañinas y radicalmente diferentes a las suyas, a la que confundían crónicamente con ella, parecía demasiado ridículo para tomárselo en serio. Hasta que dejó de serlo.
De repente empezó a enfrentarse a una realidad distorsionada, a obsesionarse con las amenazas que recibía en línea, con los interminables insultos de los seguidores de su doble. ¿Por qué su otra sombra había seguido un camino tan extremo? ¿Por qué la identidad —todo lo que tenemos para enfrentarnos al mundo— puede ser tan inestable?
Llena de confusión y dispuesta a encontrar las respuestas, Klein decidió seguir a su doble en un extraño e insólito mundo espejo y, al hacerlo, pone al descubierto nuestra propia cultura en este momento surrealista de la historia, en el que nos hemos convertido en pulidas marcas virtuales.
Doppelganger es un libro para nuestra época y para todos nosotros; una comedia negra absolutamente seria que nos invita a enfrentarnos a nuestros reflejos en el espejo. Es para cualquiera que haya perdido horas en el pozo sin fondo que es Internet, que se haya preguntado por qué nuestra política se ha deformado tanto y que quiera salir del vértigo colectivo y volver a luchar por lo que de verdad importa.
¿Qué transformaciones ideológicas han tenido lugar desde 1999 hasta nuestros días para que las izquierdas que entonces promovieron los movimientos «antiglobalización» hayan terminado alineándose con el sistema de ideologías del Globalismo oficial? ¿Podemos seguir hablando de izquierdas en sentido político? ¿Por qué el término «izquierdas» está siendo rápidamente sustituido por el sintagma «fuerzas progresistas»? ¿Tiene algo que ver el Globalismo oficial con el comunismo?
Cualquier observador social que haya sido capaz de conservar cierta capacidad crítica se da cuenta enseguida de que los grupos autopercibidos de izquierdas se encuentran actualmente involucrados en los planes y programas ideológico-políticos de ciertas plutocracias políticas y financieras que justifican el orden práctico del imperialismo anglosajón con Estados Unidos a la cabeza. La hipótesis que viene sosteniendo Paloma Hernández en este y otros estudios, es que la conexión entre el globalismo ideológico y la mayoría de los partidos que hoy día que se autoproclaman de izquierdas surge, precisamente, de las «globalizaciones alternativas» impulsadas a raíz de las manifestaciones «antiglobalización», cuyo hito histórico más reseñable fueron las agresivas protestas organizadas en Seattle en 1999, protestas que iban dirigidas, en terminología de estos mismos grupos, contra la «globalización de derechas», la «globalización capitalista», también llamada «globalización turbocapitalista».
Una sociedad liberal no pretende imponer una única forma de vida, sino permitir a sus ciudadanos elegir de la manera más libre posible sus propios valores y propósitos. Por ello debe gobernar con principios de justicia que no presuponen ninguna visión particular de lo que es una buena vida. Sin embargo, ¿es posible encontrar tales principios? Y, si no, ¿cuáles son las consecuencias para la justicia en tanto ideal moral y político? Estas son las preguntas que Michael Sandel plantea en su crítica penetrante del liberalismo contemporáneo. Después de situar los horizontes del liberalismo moderno pertinentemente en la tradición de la Filosofía del Derecho de Kant, analiza su expresión más influyente en la obra de John Rawls. En una confrontación con los puntos más importantes de la teoría de la justicia de Rawls, Sandel explora los límites del liberalismo que subyacen en su concepción de la persona y aboga por una comprensión más profunda de la comunidad que la que admite el liberalismo. La presente segunda edición de esta obra, originariamente escrita en 1982, está notablemente enriquecida con referencias y comentarios sobre la importante discusión de los años ochenta y noventa entre liberalismo y comunitarismo y presenta también un análisis de la evolución posterior de John Rawls. Esta puesta al día no sólo tiene un valor informativo evidente, sino que permite apreciar la asombrosa intuición y anticipación del desarrollo presentado por Sandel con respecto a temas aún en estado naciente en el momento de la primera publicación de esta obra.