Un ensayo clave para entender el fascismo español en todas sus dimensiones.
De todas las dictaduras europeas del siglo xx solo hubo dos «regímenes fascistas» significativos y las diferencias entre ellos eran tan profundas que parecían no pertenecer a la misma tipología política: el italiano original y el nacionalsocialismo alemán.
En España influyó especialmente el fascismo italiano, porque llegó primero y porque era un país más afín que Alemania, aunque realmente no se desarrolló hasta la Segunda República. En esencia, el fascismo español, representado por Falange, era muy débil, y la caída del Gobierno de Mussolini en 1943 también inició un largo proceso de abandono, que se materializó con la transformación de Falange en Movimiento Nacional por Franco, cuyo final no se produjo hasta 1977.
Las figuras de José Antonio Primo de Rivera y Franco confluyeron en un momento crítico de la historia española. La victoria del segundo en la Guerra Civil sirvió, en parte, para difuminar la personalidad y la obra del fundador del fascismo en España.
La historia global de occidente más allá de Grecia y Roma tejida por milenios de intercambios culturales
Tradicionalmente se ha contado una historia de Occidente basada en las ideas y los valores clásicos, que se perdieron durante la Edad Media pero fueron redescubiertos en el Renacimiento. Pero, ¿y si eso no fuera cierto?
Tras tres décadas de docencia e investigación, Josephine Quinn sostiene que la verdadera historia de Occidente va mucho más allá de Grecia y Roma. Gran parte de nuestra historia compartida se ha perdido, silenciada por las ideas victorianas que organizaron el mundo en civilizaciones separadas y, a menudo, diametralmente opuestas. Por este motivo, Quinn se propone contarnos una historia diferente: una que no comienza en el Mediterráneo grecorromano y luego resurge en la Italia del Renacimiento, sino que rastrea las relaciones que construyeron lo que ahora llamamos Occidente desde la Edad de Bronce hasta la Era de la Exploración, cómo las sociedades se encontraron, se entrelazaron y, a veces, se separaron.
¿Cómo era la política en la Antigüedad , y cómo se ha ido transformando hasta nuestros días? Discernir las ideas políticas a la luz de la tradición filosófica ayudará a distinguir democracia, liberalismo y parlamentarismo, entre otros conceptos políticos vigentes, con el fin de dejar atrás la ignorancia conceptual, abono de la ideología.