En los últimos veinte años se ha producido un cambio muy significativo en el conocimiento de los trastornos del espectro del autismo. Han pasado de considerarse una enfermedad rara a considerarse el trastorno del neurodesarrollo más común debido a su alta prevalencia. El incremento del número de casos conocidos ha influido (junto con la presión de las familias) en que los profesionales e investigadores se interesen por la etiología, el proceso de detección y diagnóstico, la intervención temprana y sus consecuencias o los procesos de aprendizaje que se siguen en la escuela. El resultado es un cuerpo de conocimiento disperso y disgregado en múltiples fuentes. En esta obra se han recopilado de la forma más sistemática posible los resultados de la investigación en los tópicos que influyen directamente en el quehacer de los maestros cuando se enfrentan a la tarea educativa con niños y niñas con autismo. La primera parte presenta la evolución del concepto del autismo, su etiología y patogénesis con una perspectiva evolutiva y cognitiva. La segunda parte muestra al lector las dificultades que aún hoy refleja el diagnóstico del trastorno. La tercera parte expone los principios básicos de la intervención psicoeducativa basada siempre en evidencias científicas contrastadas. Por último, se han incluido dos capítulos que relatan la intervención en áreas deficitarias específicas del trastorno como son la comunicación y la interacción social.
María Hesse cuenta en El placer cómo fue su camino hacia el despertar sexual, una senda tortuosa sembrada de vergüenza y desconocimiento, que sorteó gracias al sabio ejemplo de mujeres que supieron iluminar la ruta del placer para que otras la recorrieran más ligeras. Ese libro dio pie a otro, Malas mujeres, en el que sigue la pista de otras mujeres que también se salieron de las líneas caprichosas que los hombres habían trazado para ellas. Mujeres osadas a las que a menudo llamaron locas, fatales, brujas o sencillamente malas —de Madame Bovary a Sarah Connor, de Juana la Loca a Yoko Ono o de Helena de Troya a Monica Lewinsky—, y que Hesse reivindica como referentes en los que inspirarse para ser simplemente mujeres en el mundo en que vivimos.
La posguerra fría comenzó con la promesa de un mundo donde la lucha contra los desafíos transnacionales, la globalización económica y la expansión de valores universales se impondrían a dinámicas tradicionales como la competición entre grandes potencias y el equilibrio del poder. Estas promesas no se cumplieron. A la globalización económica le sucedió el fenómeno de la desglobalización, que supuso la reducción de la interdependencia económica y política entre sus actores. La primacía de los desafíos transnacionales ha dado paso al retorno de la geopolítica, y la hegemonía estadounidense a una estructura multipolar que ha devuelto la competición entre grandes potencias, particularmente entre Estados Unidos y China, al centro de la agenda.
Esta obra analiza las principales características de este sistema internacional competitivo. Expone su evolución histórica, sus dinámicas clave y sus principales protagonistas, centrándose específicamente en las grandes potencias. Sin olvidar el análisis de sus principales escenarios regionales de competición y conflicto.