La historia del convulso siglo que configuró las bases de nuestro mundo moderno.
En el siglo XVI el mundo cambió de manera radical dando paso a una era de descubrimientos, conflictos y transformaciones. Desde la conquista de América y las pretensiones europeas sobre el Nuevo Mundo hasta la expansión otomana en Europa, pasando por el cisma religioso que desmoronó la unidad religiosa en el viejo continente, Marina Münkler hace un recorrido detallado por los episodios que moldearon el mundo moderno en la época del Renacimiento. Con gran rigor histórico, describe las tensiones internas en Europa, la revolución de la imprenta y la Reforma, que cambiaron por completo la relación del individuo no solo con la Iglesia, sino también con la fe y la certeza de la salvación; el nacimiento de la ciencia natural moderna y los conflictos sociales que dieron lugar a las guerras campesinas y la quema de brujas. Münkler trenza elementos históricos, artísticos y filosóficos para capturar la esencia de un siglo donde convivían la barbarie y la excelencia, representadas tanto en crudas batallas como en obras maestras de arte y ciencia. Esta es la historia de un siglo convulso, cuyos ecos siguen resonando en el presente.
«Un viaje caleidoscópico a través de los siglos XX y XXI. En manos de Richard Cockett, Viena se convierte en la cuna del mundo contemporáneo». Janek Wasserman, autor de The Marginal Revolutionaries
«Un libro rico y fascinante. La Viena anterior a la guerra fue un caldero de ideas. Ideas que estaban casi extintas en Austria, pero que se exportaron al mundo anglosajón, y Richard Cockett da buena cuenta de cómo siguen modelando nuestras vidas». David Edmonds, autor de The Murder of Professor Schlick
«Viena nos permite saborear los embriagadores días de la cultura de cafés de la capital austríaca, que, como sobradamente demuestra, infusionó la riqueza y la audacia de la era moderna. Sea en arte, música, economía o ciencia, Cockett nos desvela las contribuciones esenciales y extraordinarias de esta ciudad a la vida contemporánea». Paul Halpern, autor de El laberinto cuántico
Adolf Hitler fue uno de los seis hijos de su madre y uno de los ocho de su padre, fruto de dos de sus tres matrimonios. AloisHitler, de soltero Schicklgruber, era funcionario del servicio de aduanas austriaco, y la combinación de un uniforme imperialcon su tendencia al alcoholismo derivó en que el padre de Hitler fuera un maltratador que pegaba a sus hijos si no eran obedientes al instante.Alois tuvo dos hijos, Alois hijo y Angela, de su segunda esposa, y seis de la tercera, Klara, la madre de Hitler, de los cuales cuatro, todos varones, murieron al nacer o en la infancia. Por lo tanto, el joven Adolf se quedó con un medio hermano, Alois, y una media hermana, Angela, y una hermana completa, Paula, que murió en 1960. Cuando Hitler se suicidó en abril de 1945, todossus hermanos seguían vivos y algunos tenían hijos propios.¿Qué fue de ellos? La respuesta es que nadie estaba realmente seguro hasta que David Gardner publicó este libro tras rastrearpaciente y tenazmente a los parientes vivos de Hitler en Estados Unidos y haberse puesto en contacto con ellos.