Esperanza de España reúne dos conferencias de Manuel García Morente sobre filosofía de la historia de España, representativas, por los acontecimientos que las separan, del itinerario personal e intelectual de su autor. «Esperanza de España», la primera, pronunciada en 1934 en Tetuán, es inédita, por lo que su publicación constituye una significativa novedad en la bibliografía de quien fuera uno de los más grandes filósofos españoles del siglo XX. Se trata del único texto, anterior a su recuperación de la fe católica en 1937, dedicado específicamente al problema de España, que, a partir de la conversión, será una de las líneas fundamentales de su dedicación intelectual. La segunda, más extensa y ya publicada anteriormente, «Ideas para una filosofía de la historia de España», es de 1942, dos meses antes de su muerte, y ha sido considerada su testamento literario y el cierre de su conversión. La lectura de ambas conferencias hace descubrir un arco de significado de la evolución de la actitud vital y el pensamiento de Morente.
¿Cómo definir la guerra en la actualidad? El escenario clásico ha cambiado, al disponerse de armas de destrucción masiva en manos de poderes en abierta oposición. ¿Cómo evitar el riesgo de una destrucción de la humanidad? ¿Es el camino reunir todos los poderes en uno solo, que ofrezca protección y seguridad? ¿Es posible alcanzar así una paz política y cultural duradera? ¿A qué precio? Tras su larga experiencia en aulas y en países en conflicto, el autor plantea el problema con una precisión escalofriante, y ofrece un itinerario capaz de garantizar la paz salvaguardando también la libertad.
En comunidades donde escasean la industria y el empleo, muchos sienten que el gobierno es incapaz de entender sus necesidades y tratar sus problemas. La resultante frustración ha alimentado el éxito de la demagogia desestabilizante. Para invertir este patrón y restaurar un gobierno esponsable, necesitamos revitalizar la democracia a nivel local. Pero, ¿qué significa esto? Tomando como ejemplo algunos procesos comunitarios que se han llevado a cabo con éxito en ciudades tanto grandes como pequeñas (desde un mermado pueblo en la Austria rural a un área abandonada en San Diego), Reconstruyendo la democracia argumenta a favor de que los ciudadanos vuelvan a involucrarse.
La irrupción, poco explicada pero totalmente explicable, de la ultraderecha en el panorama político occidental tiene un poco desconcertado al conjunto de la ciudadanía democrática. No se trata del fascismo ni del nacionalsocialismo de toda la vida, ni siquiera del franquismo. No se trata de nostálgicos –aunque los haya entre sus militantes–, algo que facilita su penetración en colectivos jóvenes necesitados de un líder que coincida con sus frustraciones y les descubra a los «culpables» de sus carencias, además de percibir en sus ideas una innovación política.
Su discurso es anti-Estado y, claro está, defiende la privatización de todas las empresas públicas que garantizan de manera equitativa la seguridad del conjunto de la ciudadanía: áreas tan sensibles como sanidad, educación, vivienda o pensiones públicas pasarían a poder de los grandes fondos de inversión internacionales conocidos como fondos buitre.
Esta «nueva» ultraderecha se encuentra, pues, en el cruce de un capitalismo rabioso y una deshumanización de las relaciones sociales que permitiría la expansión sin cortapisas de sus teorías. A ese respecto sí que hay un punto de encuentro con el fascismo: la cosificación de quienes son distintos, haciéndoles responsables de los estragos del sistema.
El resultado es un ejercicio oficial de crueldad de cara a una sociedad que está aceptando la injusticia como condición ciudadana. Sólo si se conocen sus verdaderas intenciones, se le podrá hacer frente adecuadamente.
Por un populismo progresista que enfrente al neoliberalismo El capitalismo financiero muestra su cara más despiadada: destruye la industria y condena a las clases trabajadoras a un estrés creciente y una salud menguante, a la segregación y la inseguridad social, mientras aumenta la deuda pública y resquebraja la vida comunitaria, alentando la competencia y el resentimiento. En medio de esta crisis global, muchas personas ya no creen en los partidos políticos y buscan nuevas opciones, sean de derecha o de izquierda. ¿Qué hacer para que la crisis del orden neoliberal alumbre algo mejor para las mayorías? Con talento conceptual y espíritu militante, Nancy Fraser aventura una hipótesis incómoda: si el neoliberalismo pudo sostenerse tanto tiempo, es porque conformó una alianza con los sectores progresistas, que le aportaron carisma y cobertura ideológica. Así, Fraser alerta contra ese progresismo que dejó de cuestionar la jerarquía social en pos de diversificarla, y que, a fuerza de luchar por derechos para las mujeres, los colectivos LGBTQ+ y otras minorías, perdió de vista la desigualdad y la brecha de clases y, así, terminó dándole una pátina emancipadora y cosmopolita a un sistema cada vez más regresivo. En una discusión rica con el feminismo y el progresismo, Nancy Fraser llama a construir una nueva hegemonía.
En pocas décadas, la humanidad ha experimentado una revolución en sus hábitos ancestrales. Sin que nos demos cuenta, nuestra especie ha pasado de habitar cada rincón de la Tierra, inmersa en la naturaleza, a vivir en una parte verdaderamente ínfima de las tierras emergidas del planeta: la ciudad. Una revolución sólo comparable a la transición de cazadores-recolectores a agricultores que se produjo hace 12.000 años. Es cierto que en términos de acceso a los recursos, eficiencia, defensa y difusión de las especies esta transformación es ventajosa. Pero también nos expone a un riesgo terrible. Nuestro éxito urbano requiere, de hecho, un flujo continuo y exponencialmente creciente de recursos y energía, que sin embargo no son ilimitados. Además, el calentamiento global puede cambiar definitivamente el entorno de nuestras ciudades y constituir precisamente esa mutación fatal de las condiciones de las que depende nuestra supervivencia. Por eso se ha vuelto vital devolver la naturaleza a nuestro hábitat. Las ciudades del futuro, ya sean construidas desde cero o renovadas, deben transformarse en fitópolis, lugares donde la relación entre plantas y animales se acerque a la relación armoniosa que encontramos en la naturaleza. No hay nada de mayor importancia que esto para el futuro de la humanidad.
Espacios mágicos y rituales, laboratorios de la cultura y de la tecnica, los pasajes permiten pensar el gran texto urbano desde sus notas a pie de página. En Barcelona hay cerca de cuatrocientos. Algunos son caminos que conducen a un pasado rural; otros, pasadizos proletarios o callejones de chabolas que hablan de la metrópolis fabril y del franquismo; los más famosos tienen forma de intersecciones ajardinadas y de galerías burguesas del siglo XIX; los más recientes están en polígonos industriales o acogen casas con piscina y restaurantes para turistas.
Una conversación extraordinaria entre dos amigos liberales ―augusto y polichinela del debate público español― que reflexionan juntos sobre el estado del mundo hoy.
La inevitable imperfección del mundo, el malestar generalizado, la indignación, la crisis de la democracia, la teoría de la conspiración y la teoría de la chapuza, la importancia de la dignidad del individuo, la difícil gestión del fastidio de existir… Javier Gomá y Pedro Vallín, dos personas de tan diferentes formación y ocupación, que se desempeñan en dos ámbitos de la escritura tan distantes y que manejan estilos de comunicación pública tan dispares, decidieron un día mantener una serie de charlas sobre las aristas del presente.
Verdades penúltimas es la literaturización de sus encuentros reales, la comedia ligera de una conversación escrita a cuatro manos en la terraza de un bar, desayunando en un Café o tomando unas cervezas en un elegante salón. Las cinco partes de este breve volumen resumen su mirada, proyectada desde ámbitos muy distintos de la experiencia del mundo, pero convergente, sobre un tiempo y un estado de las cosas claramente percibidos como peores de lo que son.
Imaginemos una tarde en el desierto de California, un cielo salpicado de estrellas, la mejor música clásica, la cantidad justa de LSD y uno de los más grandes filósofos del siglo XX. Este libro es la historia de la "experiencia más importante" de la vida de Michel Foucault, narrada por quienes lo guiaron a través de una noche que muchos consideraron legendaria y que supuso a Foucault una revolución personal. Un viaje que cambió para siempre al pensador francés, tanto que lo empujó a reescribir su obra maestra, Historia de la sexualidad. Después de treinta años dentro de una caja, el testimonio de esa experiencia mística ha tomado forma, convirtiéndose en un libro. Entre sesiones de yoga, reflexiones sobre la naturaleza humana, confesiones y visiones, Foucault en California es una crónica de caminos, diálogo filosófico y relato de mayoría de edad queer. Un viaje vertiginoso y extravagante, que demuestra cómo se pueden tomar los más variados caminos para llegar a la Verdad. Un viaje alucinante.