Manual antiguo de estrategia militar, El arte de la guerra de Sun Tzu se ha convertido en el referente mundial del pensamiento estratégico.
Ensayo profundo sobre la contienda, el texto continúa siendo un libro de cabecera para todo tipo de líderes, desde estadistas hasta entrenadores deportivos.
La presente obra está considerada como un clásico de la estrategia militar y como uno de los tratados más antiguos y perdurables sobre el tema de la guerra. A lo largo de los siglos, estas páginas han inspirado a jefes de estado, dirigentes políticos, militares y estrategas de todas las épocas y países. Pero también ha ayudado a infinidad de personas a hacer frente a los conflictos que les plantea la existencia cotidiana. Por su parte, los hombres de negocios y los expertos en gestión empresarial han descubierto en este libro un tesoro de sabiduría práctica que les ha permitido guiar su conducta.
Su personal sensibilidad, su falta de prejuicios y su formación anarquista lo predisponen a algo insólito en aquel momento: entender el sufrimiento de aquellos alemanes dos años después de la derrota. Stig Dagerman, el joven escritor de las letras suecas, emprende, en el otoño de 1946, un viaje por la Alemania destruida, la Alemania en ruinas, como corresponsal del periódico sueco Expresen. Su personal sensibilidad, su falta de prejuicios y su formación anarquista lo predisponen a algo insólito en aquel momento: entender el sufrimiento de aquellos alemanes dos años después de la derrota. Dagerman es capaz de discutir el cinismo del comportamiento de los aliados, con políticas más prontas a favorecer la pervivencia del nazismo que su rechazo.
Esta edición reúne varios de los escritos más relevantes de Johann Georg Hamann: las Memorables reflexiones socráticas, dos cartas dirigidas a Immanuel Kant, la reseña que hizo Hamann de la Crítica de la razón pura y su escrito Metacrítica acerca del purismo de la razón pura.
En ellos comienza a tomar cuerpo uno de los hilos más fructíferos de crítica e incluso de cuestionamiento del proyecto ilustrado por parte de la filosofía alemana, que cabe rastrear –pues sus hitos no siempre son explícitos– no solo en el romanticismosino también, con un alcance todavía mayor, en el pensamiento de Heidegger y en su muy influyente traducción hermenéutica.
Este hilo se teje alrededor del carácter mediador del lenguaje, en el que se precipitan los conceptos a espaldas, parcialmente a espaldas, de los hombres.