Los numerosos estudios sobre la historia de los delitos y las penas en la España contemporánea, han pasado de largo sobre estos fenómenos en períodos anteriores, cuando aún no se había instaurado la codificación formal. Delito y castigo en España trata asuntos siempre polémicos y controvertidos como el trato a los indígenas tras la llegada de los españoles a América; la realidad penal de la Inquisición; el mito de la supuesta «crueldad hispánica» en lo referente a la tortura judicializada, etc. Porque, como dice Juan Granados, «la antropología comparada ya ha mostrado hace mucho tiempo que los seres humanos tienden a parecerse y a comportarse de manera similar ante retos parecidos». Esta obra nos ayuda a descubrir hasta qué punto nuestros más remotos antepasados tenían las mismas inquietudes y prioridades que nosotros, a pesar de las enormes diferencias de modos y ritmos de vida. Estamos ante un ensayo breve y preciso sobre uno de los temas capitales de las vidas y fortunas de los españoles del pasado, llegando hasta nuestros días.
La pandemia ha acelerado una nueva tipología de políticos, de instituciones y de gobiernos. De esta forma, todas las estrategias mecánicas y vacías utilizadas para posicionar la imagen de un candidato empiezan a ser rechazadas por la opinión pública, mientras surge un nuevo estilo de imagen política basado en los ejes de la pasión, la compasión y la fascinación. Esta autenticidad que practican los líderes más impactantes y aclamados actualmente es una manifestación potente de la firmeza y la compasión.
En este libro, Imelda Rodríguez Escanciano, referente en Comunicación estratégica e Imagen pública, nos muestra el recorrido que va desde la autenticidad al poder, a través de personajes históricos y actuales, de instituciones, ideas y autores, a partir de los cuales despliega un modelo sobre la autenticidad. Su pionero Método de Imagen Política revela los cimientos de la autoridad útil y del carisma anhelado por los ciudadanos.
Con conceptos novedosos como la «misericordia activa» o el «liderazgo femenino abierto», protagonizado por figuras de la talla de Angela Merkel, Jacinda Ardern o el tándem formado por Joe Biden y Kamala Harris, la autora analiza la imagen de los dirigentes más trascendentales del mundo, deteniéndose también en los puntos ciegos de distintos políticos, en el análisis del fenómeno de Isabel Díaz Ayuso o en las claves de las tácticas empleadas por conocidos asesores.
Cuando Jake Adelstein se incorporó al departamento de policía del mayor diario de Japón, el Yomiuri Shinbun, solo tenía 24 años, y le faltaba mucho para dominar los códigos de este país, muy diferente de su Missouri natal. Primer y único periodista extranjero en incorporarse a la redacción de un periódico japonés, cubrió durante doce años casos relacionados con extorsiones, asesinatos, tráfico de personas, corrupción fiscal y la mafia Yakuza. No dudó en adentrarse en los bajos fondos de la capital donde reinan el vicio y la decadencia, y contra todo pronóstico, se convirtió en el interlocutor preferido de la mayor organización criminal de Japón, mientras seguía colaborando con la policía. Una posición peligrosa que le obligó a entrar en un juego cuyas reglas desconocía. Cuando su última investigación destapó un escándalo que se propagó desde las calles saturadas de neón de Tokio hasta los relucientes salones del FBI, empezó a temer por su vida.
¿Qué es la «vida líquida»? La manera habitual de vivir en nuestras sociedades modernas contemporáneas. Se caracteriza por no mantener ningún rumbo determinado, puesto que se halla inscrita en una sociedad que, por su carácter líquido, no mantiene por mucho tiempo una misma forma.
Lo que define nuestras vidas es, por lo tanto, la precariedad y la incertidumbre constantes. Y el motivo de preocupación que más obstinadamente nos apremia es el temor a que nos sorprendan desprevenidos, a no ser capaces de ponernos al día de unos acontecimientos que se mueven a un ritmo vertiginoso, a pasar por alto las fechas de caducidad y vernos obligados a cargar con bienes u objetos inservibles, a no captar el momento en que se hace perentorio un cambio de enfoque y quedar relegados.
Un antídoto epicúreo para la ansiedad.
¿Cómo vivir una vida feliz? Hace más de dos mil años, el filósofo griego Epicuro ofreció una respuesta simple: lo único que realmente necesitamos es placer. Hoy tendemos a asociar la palabra "epicúreo" con el exceso indulgente y el simple disfrute de la comida y el vino, pero el hedonismo ligero y la autocomplacencia decadente están a años luz de la vida placentera que perseguían Epicuro y sus seguidores, más preocupados por los placeres mentales y por eludir el dolor incluso en los tiempos difíciles. Su objetivo, en definitiva, era una existencia de tranquilidad y satisfacción.