Obra compilatoria de la Fundación Prensa y Derecho de sentencias y artículos académicos sobre derechos fundamentales, que recoge 8 precedentes del Tribunal Constitucional dominicano sobre libertad de expresión, derecho a la intimidad, estados de excepción, sistema electoral y otros aspectos correlacionados.
¿Qué conocimientos sobre la barbarie nazi nos proporciona un videojuego de la Segunda Guerra Mundial? ¿En qué medida contribuyó la avalancha de memes históricos durante las presidenciales estadounidenses de 2016 a cimentar la victoria de Donald Trump? ¿Podemos confiar en las representaciones históricas que se difunden a través de los medios digitales para forjarnos una idea precisa de lo que aconteció en el pasado? Cada vez disponemos de herramientas y tecnologías más sofisticadas para crear, manipular y divulgar imágenes históricas. Sin embargo, a medida que su implantación se extiende y su uso se democratiza, también aumenta el riesgo de que se empleen para reducir el pasado a un mero repertorio de motivos visuales, para deformarlo de acuerdo con algún fin político execrable y, en definitiva, para despojar la experiencia histórica de toda su complejidad.
Muchas sociedades democráticas están experimentando una crisis de fe. Mientras los ciudadanos expresan públicamente una honda frustración con sus gobiernos, estos, por su parte, parecen estar más alineados con los intereses de las grandes empresas, de los grupos de presión más adinerados o los de los individuos con poder. ¿Qué podemos hacer al respecto? ¿Cómo arreglamos la democracia y hacemos que se escuchen nuestras voces? La respuesta, según Alberto Alemanno, es convertirnos en agentes de cambio: ciudadanos con capacidad de hacer lobby. Usando con inteligencia nuestras capacidades, talentos y destrezas, podremos conseguir movilizar a otros, logrando un cambio social y político. Seas quien seas, tienes poder, y este libro te mostrará cómo liberarlo.
La Eneida no es un poema para tiempos de paz. Sus versos no son apropiados cuando todo va sobre ruedas, son ideales cuando sentimos la urgencia de encontrar nuestro camino hacia un después que nos asombra por su diferencia con el antes en el que siempre hemos vivido. Por decirlo con otras palabras: la lectura de la Eneida es muy recomendable en medio del huracán, y a ser posible sin paraguas. Eneas es el hombre vencido, el héroe sin patria a la que volver. Se aleja de las ruinas de Troya con su padre a cuestas y en busca de un nuevo comienzo, armado con sus posesiones más preciadas, en un barco sin timonel a la búsqueda de una tierra prometida en la que volver a empezar.
A su más puro estilo, Marcolongo nos muestra en este maravilloso ensayo cómo el poema épico de Virgilio resuena en el mundo contemporáneo y cómo sus temáticas y sus protagonistas nos pueden seguir emocionando aún hoy. De Eneas solemos recordar su huida de Troya o su trágica historia de amor con Dido, pero tendemos a olvidar el relato épico de los orígenes míticos de Roma y su imperio. Su resiliencia y la fuerza de su esperanza son ejemplares y constituyen una lección de sorprendente actualidad.
El socialismo se identifica habitualmente con la idea de igualdad. Pero, ¿y si su clave distintiva se encontrase en la peculiaridad del concepto que defiende de libertad? Esa es la arriesgada tesis con la que Axel Honneth se propone recuperar el socialismo a través de un balance histórico, de una crítica de sus deficiencias y de una apuesta por su futuro. Las tesis de Honneth merecen discusión porque, se esté o no de acuerdo con ellas, asombran por su penetración y por los horizontes que abren.
Y ese es el desafío al que se enfrentan quienes escriben en este libro. Desde la simpatía con el proyecto de Honneth, cuestionan aspectos de su revisión de la tradición socialista o de sus propuestas de renovación, siempre con las miras puestas que el socialismo se coloque en el centro de nuestra agenda política e intelectual. Honneth recoge el testigo y les contesta, contribuyendo a que este libro sea un modelo de debate serio pero fraterno. Quienes desean ser socialistas en serio, quienes desean debatir en serio al socialismo. encontrarán un importante estímulo en esta obra
No hay una sola definición de la muerte, ni una sola interpretación, aunque sí un hilo conductor basado en nuestra compresión científica de la realidad mortal. Podría decirse que no hay una, sino muchas muertes. El físico, biólogo e investigador ICREA Ricard Solé nos plantea una aproximación a algunas de estas extinciones: desde la muerte térmica del universo y de los sistemas inanimados hasta la de las ciudades y civilizaciones, los océanos o los robots, pasando por la de nuestro propio cuerpo y mente. Porque, escribir y reflexionar acerca del fin de la vida nos permite comprender mejor la naturaleza de ese principio básico e inevitable, que ha dado forma a nuestra cultura y moldeado nuestros miedos desde que surgió la conciencia y nuestra capacidad de imaginar el futuro.
09.07 a.m. 12 de abril de 1961. En un cohete de alto secreto, un joven ruso se sienta en una minúscula cápsula encima del misil balístico intercontinental más potente de la Unión Soviética, diseñado originalmente para transportar una cabeza nuclear, y despega hacia el cielo. Se llama Yuri Gagarin y está a punto de hacer historia. Viajando a casi 18.000 millas por hora, Gagarin da la vuelta al mundo en solo 106 minutos. Desde sus ventanillas ve la Tierra como nadie lo había hecho antes, cruzando un atardecer y un amanecer, atravesando océanos y continentes, siendo testigo de su belleza y su fragilidad. Aunque el lanzamiento se inicia en total secreto, a las pocas horas de su aterrizaje se ha convertido en una celebridad mundial: el primer ser humano que abandona el planeta. Más allá cuenta la emocionante historia de aquel vuelo épico, en plena Guerra Fría, cuando Estados Unidos y la URSS se enfrentaban al otro lado del telón de acero y asumieron enormes riesgos para ser los primeros en llevar a un hombre al espacio: los estadounidenses a la luz de los medios de comunicación y los soviéticos en la clandestinidad.
La obra clásica que popularizó el concepto de «storytelling» y que nos alertó de cómo la narrativa fue poco a poco sustituyendo a la verdad en todos los ámbitos de la comunicación, desde la política hasta la publicidad.
Desde sus orígenes, la humanidad ha cultivado el arte de contar historias, una actividad que está en la base de toda relación social. Pero, en las últimas décadas, la industria de la comunicación y el sistema capitalista se han apoderado de ese arte, primero en Estados Unidos y luego en Europa, bajo la denominación de «storytelling». Tras la mayoría de las campañas publicitarias, pero también de buena parte de las electorales, se esconde esta sofisticada técnica de comunicación, control y poder con la que los estrategas del storytelling moldean las necesidades de los consumidores.
Campañas de marketing que se apoyan más en las emociones que en las propiedades de los productos que venden, soldados que se ejercitan con videojuegos concebidos en Hollywood, asesores de comunicación que transforman los acontecimientos políticos en un relato… Del increíble asalto a la imaginación de los humanos que estamos viviendo habla Christian Salmon en este libro, en el que pone al descubierto por primera vez el uso moderno de la narración como arma de manipulación masiva.
Hay muy pocas batallas que, de haberse resuelto de forma distinta, hubieran cambiado radicalmente la historia del mundo.
En 1582, la guerra de sucesión portuguesa ofreció a Francia la oportunidad de disputar el dominio español del Atlántico. El control extranjero de las Azores habría supuesto el fin del comercio seguro con las Indias, la caída del imperio americano y la quiebra absoluta de la hacienda española.
Cuando don Álvaro de Bazán, héroe de Lepanto, Orán y Malta, llega a la isla de Tercera, no solo sabe todo esto, sino que es consciente de que el enemigo le dobla en número. Solo su astucia, el arrojo de sus soldados y la valentía de sus marineros pueden salvar doscientos años de imperio y dar al marqués de Santa Cruz la gloria que Lope de Vega glosó:El fiero turco en Lepanto,en la tercera, el francés,y en todo el mar el inglés,tuvieron de verme espanto.