En un mundo globalizado, las megacorporaciones editoriales solo se preocupan por los números, por lo semejante, por seguir fórmulas ya probadas en sus últimos éxitos de ventas. Se espera que cada libro pague su propia producción junto con las externalidades del proceso de publicación, tales como la infraestructura y el sueldo de los ceo. Bajo esa óptica, los libros que se demoran más en “despegar”, pero que poseen una larga vida y son capaces de cambiar las normas sociales, tienen menos probabilidades de publicarse.
Los editores independientes apuestan por una forma diferente de hacer las cosas. Buscan un compromiso distinto con la sociedad y se preocupan por reflejar el lugar y el espíritu de sus comunidades. “Bibliodiversidad” es un término creado por editores independientes en los años noventa para darle un nombre a esta forma diferente de pensar la edición. En este manifiesto, Susan Hawthorne nos ofrece una crítica mordaz a la industria editorial global, que contrapone a una propuesta visionaria para la publicación “orgánica”. En un contexto de predominio de las grandes corporaciones, Bibliodiversidad marca las diferencias entre los conceptos de libertad de expresión y de “discurso justo” y pone en perspectiva las promesas y los desafíos de la transición al mundo digital.
Margarita Nelken va enlazando las escritoras españolas desde los albores del cristianismo, con la influencia de Córdoba y las princesas eruditas, a las juglaresas y soldaderas tanto moras como judías, llegando a finales del siglo XIV con uno de los primeros textos que se conservan en lengua castellana, el testamento de Doña Leonor López de Córdoba. Así va desgranando a consejeras de reyes, a místicas, a visionarias y endemoniadas, sabias, catedráticas y traductoras, mujeres eruditas, con fragmentos de sus cartas y textos. Aparecen María de Zayas y la escuela cínica, las novelas de caballerías, las dramaturgas y las consejeras de reyes. El feminismo de antaño, las poetas, las tertulianas, hasta llegar a las grandes del siglo XIX: Fernán Caballero y Emilia Pardo Bazán.
Eugenio o proclamación de la primavera, novela plena de violencia e idealismo, constituye el canto a una juventud considerada heroica y llamada al sacrificio, tanto si esos jóvenes llevaban camisa azul u ondeaban rojas banderas. Para entenderlo con nuestra mentalidad actual, hay que conocer las circunstancias que engendraron el fenómeno y las lecturas que alimentaron a una generación autopredestinada a luchar sin cuartel en los campos de batalla de la piel de toro por considerar que las opciones intermedias, democráticas, habían cumplido indecorosamente su ciclo y debían dejar paso a soluciones extremas, buscando atajos que en la Historia suelen desembocar en precipicios.
Una obra que renace del olvido y se enriquece con unas ilustraciones oníricas que buscan aliviar sus más duros pasajes.