Nuestro desasosiego ante la sobrecarga informativa no es un fenómeno nuevo. Mucho antes de la llegada del mundo digital e internet, nuestros ancestros lectores experimentaron con inquietud los efectos de la acumulación infinita de libros y escritos. Pero junto a la tradición que desea aumentar siempre las colecciones de la biblioteca hay otra, menor y subversiva, que advierte de los peligros que corremos de vernos sepultados por el pasado.
Desde Petrarca hasta Voltaire, pasando por los primeros filólogos, los enciclopedistas barrocos, los revolucionarios franceses, y Montaigne, los protagonistas de este ensayo presentan rasgos contradictorios. Aquí, las vanguardias y los antimodernos sellan el pacto contrario al de Fausto: en lugar de entregar su alma a cambio de un conocimiento ilimitado, se explora la idea de cómo ponerle un límite al deseo de saberlo todo. Armados con tijeras, estos lectores fabrican bibliotecas portátiles y otras formas abreviadas, ligeras y móviles del saber con el objetivo de sacar el conocimiento de las estanterías polvorientas y practicar un verdadero humanismo transformador. Su arte de la reducción nos recuerda que a la barbarie se llega tan pronto por la falta de libros como por su sobreabundancia.
Aún sin quererlo y sin saberlo, y muy a nuestro pesar, nuestros padres, abuelos y antepasados nos han dejado en herencia duelos no resueltos, traumas no superados y todo tipo de secretos. Sin embargo, lo que se oculta a veces se expresa en el cuerpo a través de la somatización. El cuerpo del hijo, del nieto o incluso del bisnieto, sin importar su edad, se convierte entonces en el lenguaje del ancestro herido. Es por lo tanto necesario – para liberarse al fin de esa carga – descodificar y curar las heridas que no se cerraron.
La figura de la madre, como la del héroe, trasciende fronteras y culturas. Una representación universal y enigmática no exenta de controversia.
Este ensayo narrativo pretende responder a un interés compartido por muchos sobre las madres como personajes en las novelas del siglo xx desde una perspectiva global; Trujillo no intenta exponer una definición sobre qué es ser madre, sino ofrecer una mirada crítica a las maternidades literarias del siglo pasado.
¿Cómo son las madres que crearon los grandes escritores y escritoras del siglo xx? ¿Qué arquetipos reproducen? ¿Siguen vigentes hoy en día?
Preparaos para un viaje extraordinario: Proust, Deledda, Joyce, Schnitzler, Mistral, Woolf, Némirovsky, Sachs, Brecht, Greene, Rich y Rodoreda son solo algunas de las paradas propuestas en este original recorrido literario.