Javier Varela sigue en estas páginas el polemico itinerario del escritor y periodista, desde sus inicios en el ultraísmo y la bohemia literaria hasta su consagración como uno de los cronistas más prestigiosos del siglo XX, al principio en la órbita liberal y despues como adalid de las derechas antirrepublicanas. Corresponsal en Berlín (1933) y Roma (1936-1940), el periodista vivió en el París ocupado por los alemanes (1940-1943) y esa etapa, en la que se dedicó a la intermediación de falsificaciones de obras de arte y otros tráficos heterodoxos, señala el momento más oscuro de su trayectoria. De vuelta a España, en Sitges, tuvo que afrontar el veto de las autoridades oficiales y un proceso de depuración en Francia, pero una vez instalado en Madrid reanudó su carrera como uno de los periodistas más populares entre los años cuarenta y sesenta, colaborador en los principales diarios del momento.
Durante los primeros meses de la Guerra Civil, cuando los ánimos estaban más caldeados que nunca entre la juventud revolucionaria, Tomás Martínez Negro, padre de familia y sacristán, fue asesinado a sangre fría a manos de cinco de sus vecinos en Mejorada del Campo. En los documentos pertenecientes a un juicio sumarísimo de las tropas franquistas se atestiguaba la condena de cuatro de sus verdugos, pero el quinto figuraba como huido: era Eladio Pampliega.
En este emotivo testimonio, el periodista Antonio Pampliega emprende un viaje por su propia historia familiar para descubrir la verdad sobre el asesinato de Tomás Martínez Negro. Un relato conmovedor que narra la historia de muchos de los asesinados de la Guerra Civil y que aspira a descubrir la verdad por incómoda que sea.
Soñar despierto es un libro redondo. La autora le escribe una larga carta a Miguel de Cervantes, una carta en la que analiza, con una mirada sagaz y absolutamente enamorada, el personaje de don Quijote. En ese análisis empieza por recriminarle a Cervantes, con inteligentes argumentos, los elementos de su novela con los que está en profundo desacuerdo. Es fascinante; la autora ofrece una radiografía inolvidable del famoso hidalgo, con un conocimiento exhaustivo y entusiasta de la obra, y también de otros de los personajes fundamentales. Se encara a Cervantes, sí, pero con razonamientos tan literarios como divertidos. Y después de esa enumeración, por supuesto, da las gracias al autor, y también entonces argumenta y recuerda al lector por qué esa obra es crucial para la historia de la literatura, por qué hay que leerla una y otra vez, como se recurre a las fuentes originales.