"El óxido del cielo" hilvana con una aguja invisible literatura de viajes, novela, ensayo antropológico, poesía... El narrador es espectador privilegiado de la magia que encierra la vida de sus protagonistas, de un paisaje y una cultura que desaparecen silenciosamente ante nuestros ojos. Alejandro López Andrada da voz a la naturaleza y a los habitantes de un mundo rural ya lejano, que permanece en un rincón deshabitado de nuestra memoria. Asimismo, levanta acta del lento pero irrefrenable ocaso de una actividad que en tiempos resultó esencial, como es la minería.
Desde la emblemática obra de Virginia Woolf, A room of one#s own, el cuarto propio ha sido un espacio de especulación y reivindicación política, símbolo de emancipación. Un cuarto propio se presentaba entonces como requisito para la escritura de las mujeres, como lugar para el tiempo propio y la concentración que todo ejercicio intelectual, liberador y creativo requieren. Un cuarto propio conectado se pregunta por la vigencia y redefinición de los espacios privados convertidos en nodos de una sociedad-Red, donde las dinámicas de la identidad y la subjetividad acontecen en un particular marco biopolítico y moral de relaciones materiales y simbólicas. En este ensayo, los espacios públicos y privados, mediados por las industrias tecnológicas, adquieren nuevos significados para la gestión de nuestras vidas. Desde la ubicación del cuarto propio, al valorar el uso y posibilidades del ciberespacio, este libro reflexiona, por un lado, sobre cómo las interfaces y estructuras de código y software con las que nos relacionamos en Internet (blogs, redes sociales, buscadores, sistemas de visualización y metaversos) nos condicionan y orientan hacia determinados imaginarios y formas identitarias; y, por otro, sobre cómo el sujeto conectado articula su esfera íntima y la construcción de un «yo» y de nuevos posibles «nosotr*s» en la Red.