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LOCOS ADORABLES

No conoces a Ada Byron ni su gran hazaña en el mundo de la informática, pero quizá sí a su padre, Lord Byron. Tampoco sabes quién es el cocinero François Vatel, pero habrás oído hablar de los suntuosos banquetes que daba Luis XIV en su corte. Y por supuesto no te sonará el nombre de Annie Oakley, pero sí el de sus coetáneos Toro sentado y Buffalo Bill. Y es que detrás de cada gran hombre o mujer hay, sin duda, un loco adorable con una increíble vida que deberías conocer. Y Daniel Samper ha descubierto en este libro diez de las más fascinantes: François Vatel, Aimé Bonpland, Ada Byron, Temístocle Solera, Ezequiel Uricoechea, Annie Oakley, Graciela Olmos, Sidney Franklin, Hedy Lamarr y Mané Garrincha son los excéntricos e interesantísimos protagonistas de las historias injustamente desconocidas que componen estas páginas y que te enamorarán.
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NUESTRAS DIOSAS

De las venus paleolíticas a las vírgenes negras orígenes, simbolismo y continuidad de los cultos femeninos desde la antigüedad europea La idea central de este libro, trata de la continuidad. Hablamos del hilo que une a todos los seres desde el principio de la historia. Si bien los romanos pueden parecernos muy distintos de los hindúes, de los escitas o de las personas que pintaron Altamira, lo cierto es que sus intereses, sus inquietudes y sus percepciones de lo trascendente no eran tan diferentes. Hay una esencia que se reviste de formas culturales o religiosas aparen-temente distintas a lo largo del tiempo y el espacio, pero hay algo en todo eso que continúa, que sigue vivo y latiendo. Ese «algo» tomó, a lo largo del tiempo, distintos nombres y apariencias en los cultos femeninos desde la más remota antigüedad hasta nuestros días. Con independencia de si las llamamos Saraswati, Cibeles, Kuba-ba, Hécate, Ártemis, Anaitis, Deméter, Ishtar o María, son consideradas diosas diferentes en diversas culturas; sin embargo, todas ellas, todas nuestras diosas, provienen de una misma madre, la Diosa.
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EL ARTE DE EDUCAR A ESTUPIDOS

La educación tiene la capacidad de determinar nuestra comprensión del mundo, y de proporcionar herramientas a los individuos para ser críticos y juiciosos. Sin embargo, en las últimas décadas asistimos a la degradación de esta fuerza vital para el correcto desarrollo democrático de nuestras sociedades, fruto de la conjunción de diversos factores de índole cultural, social y generacional, que ha acabado desembocando en una profunda crisis de confianza en el propio sistema educativo. En El arte de educar a estúpidos, el profesor y escritor Alberto Torres Blandina examina el modo en que esta desconfianza ha permeado todas las capas del ámbito educativo, transformando la enseñanza en un terreno arduo y lleno de desafíos para todos los agentes implicados, padres incluidos. A través de un análisis claro y revelador, basado en la experiencia, aborda algunos de los problemas contemporáneos que atraviesa la enseñanza: los problemas de conciliación parental; la disneyficación social y cultural; el aumento del tribalismo y las burbujas identitarias; y un movimiento, cada vez más enérgico, que busca desprestigiar la razón y la ciencia. O, dicho de otro modo, equiparar opinión y verdad. Todo ello, bajo el manto de unas lógicas mercantilistas que están convirtiendo los colegios en empresas, y a los alumnos y padres en meros clientes. Este lúcido ensayo no solo diagnostica estos problemas, sino que propone un camino hacia una educación que fomente la confianza y la autonomía, que convierta al alumno en dueño de su aprendizaje, y a los profesores en guías hacia la formación de individuos plenos. Con una perspectiva innovadora, Torres Blandina nos invita a repensar el sistema educativo, y postula que solo a través de cambios reflexivos y profundos, que involucren a padres, alumnos y profesores, podremos enfrentar los retos actuales y futuros, como aquellos que atañen a la tecnología, incluyendo el uso del ChatGPT.
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