Un maravilloso viaje a la cultura y a las costumbres mexicanas acompañado de impresionantes fotografías
Mexico tiene mucho que ofrecer. Tradiciones indígenas que se remontan a milenios, gastronomía apreciada en todo el mundo y festivales vibrantes y alegres. Mexico es un país que vale la pena celebrar, y eso es exactamente lo que hace este libro.
Descubrela rica diversidad de este país. Variados paisajes naturales, desde playas de arena blanca hasta exuberantes selvas, conoce su rica gastronomía y cómo cambia de una región a otra y participa en sus coloridas fiestas.
El libro tambien cubre muchos otros aspectos, como el tradicional Día de Muertos o la influencia de Mexico en el mundo del cine.
Prepárate para descubrir por que Mexico es tan especial. ¡Viva Mexico!
Habían llegado al poder en las elecciones de 1936 y lo de menos era cómo. Si hubo fraude, solo sería asunto para historiadores meticulosos mucho tiempo después. Mientras, la revolución proletaria. Lo que repetía Largo en los mítines o escribía Araquistáin en Leviatán, anunciando que la reacción fascista al progreso se aplastaría como fuese, dejaba dudas: podía ser verdad, podía ser retórica. Pero ellos no dudaban, vivían en la certeza: eran las MAOC, la vanguardia de la vanguardia del Frente Popular; nadie les iba a parar.
Las Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas reunían desde 1933 a los grupos paramilitares y parapoliciales marxistas. No actuaron como una banda de criminales exaltados, sino como una incipiente milicia política de carácter leninista cuyo objetivo era la Revolución y su estrategia para conseguirla, el Terror.
En abril de 1936 ocuparon el asilo de niñas de la calle de Antillón de Madrid con el permiso de las autoridades republicanas. Sus sótanos fueron utilizados para llevar a cabo prácticas de tiro y de tortura. En la salida de Madrid, cruzado el río por el Puente de Segovia, acababa de nacer, en tiempo de «paz», la primera fábrica de Miedo.
Uno de los experimentos científicos que marcó el siglo XIX y que contribuyó a la cartografía del globo.
En pleno siglo XIX, el explorador Georg Neumayer tuvo una intuición: los mensajes en las botellas podían ser un instrumento de correspondencia y medición oceanográfica. Así que hizo un experimento y descubrió nuevas conexiones globales. Coleccionó mensajes lanzados por capitanes, funcionarios portuarios y pasajeros; hallados por caminantes y pescadores.
De la mano de Wolfgang Struck descubrimos que se esconde bajo esta forma de recabar datos y esta extraordinaria colección: la necesidad de las civilizaciones de comunicarse y las ansias de conquista de tierras ignotas.