Existen innumerables obras de viajes por las tierras más exóticas. Pero ninguna donde la travesía se prolongue cuarenta años. Esta gesta, al alcance de muy pocos, ha marcado la existencia de uno de los aventureros más extraordinarios del siglo XX. Y también uno de los más generosos y entregados.
Quien se adentra en las páginas escritas por este pionero de los hielos del Ártico tendrá la extraña sensación de sumergirse en un mundo casi desaparecido. Pero como les sucedió a quienes leyeron estas crónicas en los años cincuenta y sesenta, viajarán con su imaginación por las tierras que se extienden desde las regiones akulurakeñas hasta la desembocadura del Yukón.
La vida se hace aquí literatura y la literatura cobra vida. Los azarosos viajes en trineo se entremezclan con las crónicas de la vida en la tundra implacable. Los retratos de personajes singulares y llenos de humanidad, casi primitiva, se interrumpen con las reivindicaciones políticas en el Congreso de Alaska en favor de unas mejores condiciones de vida. Y todo ello salpicado de interesantes reflexiones sobre los valores y motivaciones que hacen a los hombres hermanos de camino en cualquiera de los puntos cardinales.
Esta edición reúne varios de los escritos más relevantes de Johann Georg Hamann: las Memorables reflexiones socráticas, dos cartas dirigidas a Immanuel Kant, la reseña que hizo Hamann de la Crítica de la razón pura y su escrito Metacrítica acerca del purismo de la razón pura.
En ellos comienza a tomar cuerpo uno de los hilos más fructíferos de crítica e incluso de cuestionamiento del proyecto ilustrado por parte de la filosofía alemana, que cabe rastrear –pues sus hitos no siempre son explícitos– no solo en el romanticismosino también, con un alcance todavía mayor, en el pensamiento de Heidegger y en su muy influyente traducción hermenéutica.
Este hilo se teje alrededor del carácter mediador del lenguaje, en el que se precipitan los conceptos a espaldas, parcialmente a espaldas, de los hombres.
Octavio Alberola lleva ochenta años pensando, viviendo y reformulando su vida desde la perspectiva ácrata, y no ha dudado en cuestionar cada uno de sus actos al punto de afectar de manera dramática su existencia.
Pertenece a una generación de luchadores que vivió los acontecimientos del siglo xx de manera directa y como protagonista: la guerra, la dictadura, el exilio, la precariedad de la clandestinidad, las luchas internas dentro del anarquismo de la posguerra y las grandes luchas sociales alrededor del mundo. Su actividad lo llevó a conocer a personas como García Oliver, el Che Guevara, Cipriano Mera, Federica Montseny, Félix Guattari, Daniel Cohn-Bendit, Régis Debray o Giangiacomo Feltrinelli.
Agustín Comotto recoge la esencia de los pensamientos, los valores, las contradicciones, los miedos y las esperanzas de Octavio Alberola. Juntos recorren la experiencia anarquista del siglo xx para centrarse en aquellas vivencias imprescindibles de las que Octavio fue testigo y actor, desde la tensión y escisión de la CNT hasta su participación en varios intentos de atentado a Franco.
Alberola reflexiona no solamente sobre la experiencia social vivida sino que también profundiza sobre la represión al disidente, la viabilidad de la revolución o la legitimidad de la violencia. Más allá de la política, su infinita curiosidad lo llevó a interesarse por la física o el arte, disciplinas que lo ayudaron a reformular conceptos como la familia, el autoritarismo o el sentido de la vida bajo el privilegio de ser una parte consciente del universo.