Historias de amor y desamor de grandes creadores.
Después de revolver en la trastienda de nuestra historia para mostrarnos cómo las «pasiones carnales» de reyes, reinas y poderosos determinaron el curso de los acontecimientos («las grandes decisiones no se toman ni en audiencias reales ni en despachos, sino en las distancias cortas»), Marta Robles explora en este nuevo ensayo la relación entre las emociones y la creación artística.
Con el estilo ágil y directo que la caracteriza, la autora nos sumerge en las vidas de creadores de muy distintas disciplinas —músicos, escritores, poetas, pintores, escultores, cineastas, fotógrafos…—, muchas de ellas tumultuosas y salpicadas de asombrosos episodios tan intensos como destructivos que acompañan a las personalidades creativas.
¿Creación? ¿Destrucción? ¿Amor? Este libro habla de ello, de amores y desamores, de pasiones y de sexo, de abandono, de pérdidas y de dolor, y de cómo esta combinación alquímica, tan mágica como difícil de explicar —y, a veces, de vivir—, actúa en la pulsión creativa de los genios. Ese efecto tan prodigiosamente condensado en el verso de Neruda que da título al libro: «lo que la primavera hace con los cerezos».
Los que piensen que no puede haber épica proletaria, que la épica es propiedad de los griegos de las Termópilas, de los jinetes azules de Custer o de los estudiantes del 68, están equivocados: a principios del siglo pasado, entre proletarios de humeantes fábricas oscuras, bares de mala muerte, calles sin farolas, barrios hacinados y sueldos casi inexistentes, se gestó un levantamiento obrero cuya protagonista fue una Cataluña enloquecida, que parecía habitar en un universo distinto.
En este ambicioso proyecto, Paco Ignacio Taibo II recorre los vericuetos del movimiento anarcosindicalista más importante de España, que demostró que tanto el Estado como el «reino» de los burgueses son aparatos que tiemblan ante las multitudes que se rebelan. Que sean fuego las estrellas es una historia de proletarios y burgueses, y de la reivindicación de aquellos principios que hoy, equivocadamente, parecen de mal gusto: el deseo de justicia y libertad.
Johann Wolfgang Goethe no solo fue el máximo exponente de su época como escritor. Su obra da cuenta además de una minuciosa dedicación a la investigación de las ciencias naturales y de una vida profundamente marcada por la naturaleza.
Con una enorme fuerza narrativa, Stefan Bollmann explora en esta biografía la olvidada visión goethiana del mundo natural y nos ofrece a su vez una imagen de Goethe completamente nueva. Dedicado al estudio de diversos campos, que fueron la base intelectual de su amistad con figuras como Alexander von Humboldt, la vida de este genio nos revela no solo la importancia de la experiencia al aire libre, sino la idea del entorno natural visto como una totalidad orgánica y cambiante que depende de la interconexión de todas las formas de vida en la Tierra.
Un libro que no solo nos muestra lo que Goethe representó en el contexto de la época, sino cómo el conocimiento de la naturaleza puede ser una fuente para comprender nuestra humanidad.