¿Le conocen por las maletas que se echa a cuestas?
Es probable que lo hiciera esta mañana. En algún punto entre su primer paso y el último para cruzar el umbral, usted tomó equipaje. Fue hasta el dispensador de maletas y cargó unos cuantos bolsos. Pero este dispensador no es la cinta transportadora del aeropuerto. Es la de la mente. Y las valijas que tomamos no son de cuero, sino de cargas: Las maletas de la culpa, del descontento, de la ansiedad y de las tristezas. Añádase un maletín de perfeccionismo, el saco de la soledad y la bolsa de lona del temor. No es raro que estemos tan cansados al final del día. ¿Hacia dónde podemos volvernos en busca de ayuda? ¿Qué le parece si consultamos aun viejo amigo, el Salmo Veintitrés?
Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte.
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Aderezas mesa delante de míen presencia de mis
angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Con estos versos como guía, Max Lucado nos conduce a lo largo de un útil inventario de nuestras cargas. Nuestro deseo es que Dios use este salmo para recordarle que deje las cargas que nunca debió llevar. Max, Denalyn y sus tres hijas viven en San Antonio, Texas, donde pastorea
la iglesia Oak Hills.
Tome tiempo para hacer una pausa, reflexionar y renovar tu espíritu con una selección de versículos bíblicos, palabras alentadoras de la autora Debora Coty, y una oración inicial que te ayudara a comenzar una dialogo con Dios. Independientemente de lo que tu día con lleve, esta inspiración del tamaño adecuado te garantiza el estimulante que necesitas en tu caminar de fe.
Hablamos como si supiéramos lo que significa la gracia. Sin embrago, ¿ La comprendemos realmente? ¿ No nos habremos conformado con una gracia endeble? La palabra bien en el letrero de un iglesia. Jamás causa problemas ni exige una respuesta. Cuando a alguien se le pregunta si cree en la gracia, ¿ Cómo diria que no?
La gente está buscando respuestas a la confusión, la enfermedad moral y el vacío espiritual que oprime al mundo. Todos estamos clamando por dirección, por consuelo, por paz. ¿Hay alguna salida para nuestro dilema? ¿Podemos verdaderamente encontrar paz con Dios? ¡Sí! Pero sólo si la buscamos en el lugar correcto.
Solución X es una colección de tres tomos, con 365 temas de la vida diaria que nos hacen reflexionar acerca de las cuestiones de mayor relevancia. Conozca los valores y principios que funcionan siempre.Solución X es un recurso de ayuda integral para vivir mejor.
Recibiendo la gracia de Dios es un conjunto de relatos de la vida cotidiana donde la presencia de Dios se hace experiencia revelada a través de la vida de la autora y su familia. Ana Ceballos es una mujer que vive atenta a los signos de los tiempos, su mirada busca la presencia de Dios en los acontecimientos sencillos del día a día; tal vez allí donde nadie le busca, ahí Ana ha podido desvelar la presencia trascendente de Dios, mostrándonos que Él se encuentra en lo aparentemente sencillo, como el acto de respirar que nos genera la vida, como en momentos inexplicables de nuestra realidad... Un total de 30 anécdotas que muestran la presencia de Dios en la vida de una mujer sencilla, hospitalaria, atenta a las señales de los tiempos, solidaria y compasiva, madre y esposa.
La prueba principal de la existencia de Dios, yace en el he-
cho de que, nada sucede a no ser que algo lo cause, así mismo,
los bizcochos no desaparecen del envase, a menos que los dedos
de alguien se los lleven, y un nogal no brota del suelo, si antes
no cayó allí una nuez. Los fi lósofos enuncian este principio,
diciendo que “cada efecto debe tener una causa”.