Desde que el autor de este libro se acercó, hace más de treinta años, a las obras de Simone Weil, su lectura devino en una pasión para él. El de Simone Weil es un pensamiento que no se puede fijar. Posee un flujo propio que va unido al discurrir de su vida. Cabe, no obstante, abordarlo por sus ramales: su preocupación religiosa, su inclinación político-social, su experiencia mística, su visión científica. Los textos aquí recogidos se ofrecen como una introducción para navegar por ese pensamiento fluido, a sabiendas de que cada lector es responsable de su propia navegación.
El primer volumen de una serie que tendrá por objeto difundir lo más importante del archivo de Anagrama.
La muerte de Hans Magnus Enzensberger el pasado mes de noviembre [2022] me causó un fortísimo impacto. No en vano había sido uno de mis primeros autores en Anagrama y, después, uno de mis mejores amigos del mundo editorial.
Empecé a publicar a Enzensberger de una manera, digamos, casual. Él y Gabriel Ferrater habían trabado una buena amistad como brillantísimos asesores de sus respectivos editores en el Premio Formentor. A raíz de ello, Ferrater persuadió a Barral, con mucho énfasis, para que publicara Einzelheiten. Sin embargo, en la primera visita como editor novato que hice a Carlos, me comentó que en nueve años Ferrater no había entregado ni siquiera una página de la tan deseada traducción y me propuso si yo lo quería publicar para aplacar las iras de la editorial Suhrkamp y del propio Enzensberger. Enseguida le dije que sí, entusiasmado, puesto que yo, que no leo alemán, había comprado la traducción francesa del libro, Culture ou mise en condition?, y me había gustado muchísimo. Con el título de Detalles lo publicamos en 1969 como el primer número de la muy veterana y persistente colección «Argumentos». Es decir, para mí, happy end.
Los Juegos Olímpicos de 1936 fueron concebidos como herramienta de propaganda del nazismo. En estas circunstancias se enfrentaron en la prueba de salto de longitud Luz Long, uno de los atletas más destacados de Alemania, y el estadounidense Jesse Owens. Pero sucedió lo imprevisible: el americano falló sus dos primeros saltos. El alemán se acercó y le hizo algunos comentarios. Y Owens consiguió el récord olímpico. Al final de la carrera, los dos emocionados se abrazaron y dieron la vuelta al estadio, en medio de los rugidos de la multitud. Este libro es la crónica, en paralelo, de dos existencias muy diferentes y al mismo tiempo la historia de un encuentro y una amistad capaz de romper las barreras del odio."Se podrían fundir todas las medallas y copas que gané, y no valdrían nada frente a la amistad de 24 quilates que hice con Luz Long en aquel momento". Jesse Owens